dieciocho

208 55 4
                                    

Carter

El día de playa había sido un éxito total, sobre todo para Matt. Estaba tan contento que no dejó de cantar hasta que llegamos a casa y Cameron le tiró un manguito. Bueno, se calló sólo dos segundos, porque después de devolvérselo siguió y se marchó a su casa dando saltos.

 Bufé y subí a mi habitación para ducharme después de tender todas las cosas mojadas. Tiré la mochila en la cama y me extrañé al oír un ruido como de golpe metálico, no tenía nada encima de la cama como para que hiciera ese ruido.

Me acerqué y levanté la bolsa de playa, llevándome una sorpresa. Abrí los ojos como platos y llamé a Taylor a gritos, que apareció corriendo seguido de los demás.

-¿Qué pasa, chino? -preguntó Taylor.

-¿Veis lo mismo que yo encima de mi cama?

Todos se acercaron a mirar y enseguida retrocedieron.

-Parece ser que la tarántula ha vuelto -dijo Cameron frunciendo el ceño.

Hayes y Nash se miraron y soltaron una risita.

-¿Cómo? ¡Si ayer por la tarde se la entregué yo mismo al comprador! -me quejé.

-Creo que vuestro destino es estar juntos para siempre -comentó Hayes.

-O eso o es una novia celosa y no quiere que salgas con Yaiza -observó Cameron.

Todos los demás se echaron a reír a carcajadas. Miré el terrario de mi ex tarántula con recelo.

-Mimosa, no te entrometas en mis relaciones -le recriminé apuntándole con un dedo.

-¿Le está hablando a la araña? -se extrañó Taylor.

-Lo peor no es eso, lo peor es el nombre -se horrorizó Nash-. ¿Quién llama Mimosa a una tarántula?

-Hombre, es peludita y grande, así que... -se encogió de hombros Taylor.

-¡Puaj, cállate, qué asco! ¡Acabo de pensar fatal!

-¡Mierda Hayes, pero no lo digas, qué ahora yo también! -me quejé.

-Estáis mal de la cabeza -rió Jacob apareciendo por la puerta-. ¿Estáis seguros de que no os ha dado una insolación en la playa?

-Al setenta por ciento -le respondí-. Bueno, ¿qué hago con la araña?

-Regálasela a Nate por su cumpleaños -sugirió Nash.

-¡Ostia, es verdad! Es este viernes, ¿no? -preguntó Taylor.

-Sí, cumple veinte, se nos hace viejito -se carcajeó Hayes.

-Oye, que yo también tengo veinte -le saltó Cameron con el ceño fruncido.

-Pues eso, viejales, ya puedes controlar la dieta no te vaya a dar diabetes o algo -se burló el pequeño de los Grier.

-¿Este niño ya piensa antes de hablar? -se quejó el "viejito".

-No -respondimos a coro.

-Eh, que yo pienso mucho -se defendió él.

-Sólo en chorradas -se burló su hermano-. Bueno, vayamos a pensar algún regalo para Nate, que no nos pase como el año pasado -añadió saliendo de mi habitación.

-¡Eh! -todos se giraron a mirarme-. ¡Que todavía no hemos resuelto el tema tarántula! -protesté.

-Llévala a una tienda de animales, chino -habló Jacob.

-Ah... qué buena idea, ¿por qué no se me habría ocurrido antes? -murmuré.

-Porque tú tampoco piensas -le oí gritar a Nash desde alguna parte del pasillo.

spanish; o.m. (cancelada)Where stories live. Discover now