veinticinco

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Nate


-Pensábamos que estaría aquí, en la cocina -murmuró Bea-. Como siempre le entra hambre a estas horas...

-No te preocupes, que seguro que está bien, la encontraremos enseguida -le consoló Shawn, aunque por la mirada que me echó después él tampoco se lo creía.

Desde que Alba me había avisado que John estaba aquí, me había dedicado a no perder de vista a  Lucía, pero en una de estas se metió entre la multitud y la perdí. De eso ya hacía más de dos horas, y nadie había vuelto a saber de ella.

-Voy a llamar a Amber a ver si la ha visto -oí que le comentaba Mahogany a Sam.

Negué con la cabeza mirando a mi mejor amigo. En parte era culpa suya la desaparición de Lucía, porque ella no tenía ganas de ver cómo él y su nuevo ligue se comían entre ellos. Y ahora el susodicho parecía el más preocupado por ella, si es que no hay quien le entienda.

-¿Amber? Soy Mahogany -todos callamos para escuchar lo que decía la pelirroja-. ¿Qué? ¿En serio? -hizo una pausa para escuchar-. Vale, gracias primita. Adiós.

Mahogany colgó y suspiró aliviada.

-Lucía está con ella y con Madison en la playa, sana y salva, no se han encontrado con John en ningún momento -informó.

-Gracias al cielo -habló Shawn.

-La pienso matar cuando la vea -gruñó Bea.

Vaya par de opuestos. Sonreí levemente cuando se pusieron a discutir sobre si hacía falta o no echarle la bronca a Lucía por desaparecer.

-Pero me ha dicho Amber que ahora mismo no le apetece ver a nadie -añadió Mahogany al ver que todos nos movíamos para ir a por ella.

-Y una mierda con tomate, la pienso llevar a rastras a casa -espetó Bea.

-No sé yo si eso sería buena idea... -habló Elsa-. Iré yo a hablar con ella, pero necesito que alguien me lleve.

-Ya me encargo yo -me ofrecí.

Sam me echó una mirada y yo negué levemente, sabiendo qué pretendía hacer. Él suspiró y siguió a los demás hacia sus coches para volver a casa. Elsa y yo nos montamos en mi coche y fuimos a la ubicación que Mahogany nos había dado.

-Se me hace raro que Champi se haya ido con Amber en vez de con alguna de nosotras -comentó Elsa frunciendo.

-Igual influía el hecho de que Leah estuviera por ahí cerca -sugerí.

Elsa asintió, dándome la razón. Aparqué el coche y caminamos hacia la playa, buscando a Lucía, Madison y Amber con la mirada.

-Ahí -dijo Elsa señalando unas rocas.

Aceleró el paso y llegó antes que yo a las chicas. Cuando estuve a su altura, Elsa consolaba a nuestra amiga, que lloraba abrazada a la rubia.

-Sinceramente, tengo ganas de matar a Sam -saltó Amber cuando me vio llegar-. ¿Puedo preguntarte una cosa?

Asentí y Amber me hizo una seña para que me alejara.

-¿Por qué está haciendo esto? -me preguntó-. Quiero decir, no sé qué espera sacar. Sé que a Sam le gusta Lucía, y podría jurar que es recíproco -añadió echando una mirada a su espalda-. Así lo único que va a sacar es mierda.

-Si te soy sincero, no sé qué cojones le pasa al chaval. Pero mientras esté actuando como un imbécil redomado no voy a dejar que Lucía se acerque para que acabe aún más jodida.

-Me parece totalmente razonable. Me ha caído muy bien la chavalilla, me da pena verle así.

Asentí suspirando. Elsa consiguió que Lucía dejara de parecer una fuente y entre los dos le convencimos que era hora de volver a casa y olvidar todo ese tema. Ella nos dio las gracias, sobre todo a Amber y a Madison, y volvimos a casa.

spanish; o.m. (cancelada)Where stories live. Discover now