Una nuevo reto.

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Todo el cuerpo me dolía horrible, en especial las piernas, brazos y la zona más sensible de mi cuerpo. Fue un completo desafío abrir los ojos y darme cuenta de que estaba en una camilla de hospital. Suero estaba conectado a la vena de mis brazo izquierdo, algunas vendas en mi brazo y pierna derecha.También tenía un máquina que bombeaba oxígeno mediante unas ondas, directo a las fosas nasales. Spencer estaba sentado al lado de la cama, sosteniendo mi mano. Al verme despertar, sonrió bastante. 

-¿Cómo te sientes?- Besó mi mano.

-Me duele todo. ¿Cómo me encontraste? Gracias, en serio- Empecé a llorar muy fuerte, la pesadilla había terminado. Sus ojos se pusieron cristalinos y limpió algunas lágrimas. 

-Es una historia muy extraña, la verdad. Yo estaba con Dallas y Eduardo, saliendo de una bar. Dallas está bien. Sin embargo, debido a la gran cantidad de alcohol que bebió Eduardo, hace una hora lo llevaron para un lavado gástrico.

-¿Qué rayos hacías en un bar con Eduardo?

-Fue idea del que se emborrachó primero. Además, nos volvimos buenos amigos.

-Osea, tú me atropellaste-Sonreí.

-Fue el mejor accidente que pude tener. Si hubiéramos salido antes o después no te hubiese encontrado. 

-¿Me extrañaste?- La pregunta más tonta que pude hacer, pero necesitaba escuchar su respuesta.

-Cómo no hacerlo, Miley. Cada día, desde que te fuiste, fue una tortura para mí. Extrañaba escucharte, verte, sentirte y besarte por su puesto. Ahora, que te tengo a mí lado, jamás te dejaré ir de nuevo. 

-Yo también te extrañé mucho. ¿Extrañabas besarme? No parecía cuando besaste a esa porrista.

-¿Enserio quieres discutir eso ahora? -Sonaba fastidiado, pero igual se reía.

-No, solo bromeaba. Quiero borrar lo que pasó las últimas cuatro semanas, que mi vida empiece de nuevo mañana.

-Así será, te lo prometo- Se acercó para intentar besarme, pero me moví.

-He dormido sin comer y necesito pasta dental. ¿Ahora no, sí? Quiero bañarme.

-No me importa.

-Todos los hombre dicen eso: "Te quiero aún así tengas aliento radioactivo". Esa es la mentira más grande. Además, es asqueroso. 

-¿Un beso rápido? -Hizo puchero y lloró como perrito.

-Eso sí.

Se acercó y me dio un beso de piquito, hasta puso su boca como pez. Lucía muy gracioso. -Gracias.

-¿De nada?- Ambos nos reímos muy fuerte. Fue muy tranquilizante sentir sus labios otra vez.

Mis padres entraron por la bulla y ambos se sentaron en la cama para abrazarme -Yo me retiro, creo que necesitan privacidad. 

-Mi vida, ¿cómo estás? -Mi mamá no dejaba de acariciarme.

-Mamá, papá... Al fin volví a casa -Ambos empezaron a llorar, yo me uní a los segundos. Ellos me abrazaron porque, literalmente, no podía moverme.

-¡Ay mi bebé! Estoy demasiado feliz y contenta de que hayas vuelto a casa. Ya le avisé a la familia ya tus amigos, para que estén tranquilos.

-Hija, yo te debo una disculpa... -Levanté mi mano para que parara de hablar.

-No, papá. Yo quiero olvidar lo que pasó, seamos felices así. Ya está perdonado -Él asintió y fue al balcón de la habitación para atender una llamada.

Fue así como pasó...Where stories live. Discover now