Fin <3

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-¿Listo para irnos?- Grité a Spencer quien aún seguía en el segundo piso. 

-Sí, sí. Déjame chequear mi pasaporte y los boletos, ya bajo.

-Está bien.

Un año y dos meses después de mi secuestro, al final tenía un futuro seguro. En unas horas estaría en un avión volando hacia Boston y Spencer hacia Colorado. A Melissa aún le faltaba un año para terminar la escuela, así que volvería a su ciudad, a su antigua escuela, para hacerlo. Dallas se quedaría aún en España decidiendo su futuro, pero vendría a despedirse de nosotros al aeropuerto, al igual que ella. Mi papá, en cambio, ya se había despedido de mí hace unos días, pues su trabajo no le daba muchos días libres. Por otro lado, mi mamá no iría al aeropuerto, ya que todo se volvería más doloroso y no quería verla llorar más. La buena noticia es que al final conocí a su nueva pareja y me encantó. Solo espero que la haga feliz.

-¡Se nos hace tarde, hombre!- Dallas gritó desde la puerta- Oh dios, eres más tardón que una diva- Saqué mis maletas y las acomodé en el auto.

-¡¿Qué esperas para bajar hombre?! –Dallas se acercó a las escaleras por segunda vez y volvió a gritar- Miley está comiéndose todas las uñas de los nervios y tú sigues sin traer tu trasero aquí.

Me acerqué a mi mamá y le di un último abrazo, no pude evitar que llorara, pero al menos sonrió antes que subiera al auto. Me acomodé con Melissa en el asiento trasero y Dallas subió de piloto. Spencer salió corriendo, se despidió de mi mamá y se subió al lado de Dallas.

-¿Listos, muchachos?- Volteó a mirarnos y pisó el acelerador- Andando.

Durante todo el trayecto, nadie habló. Todos, jóvenes e inmaduros, habíamos pasado tantas cosas tan extrañas y surrealistas, que era casi imposible contarlas sin que parezca una historia de acción. Todos éramos unos desconocidos con vidas completamente normales y ahora teníamos un pasado lleno de emociones y recuerdos buenos y malos.

Llegamos al aeropuerto y el mundo se detuvo. Hacer que mis piernas se movieran fuera de vehículo fue la decisión más difícil y pesada de la historia, para todos en realidad. Al final, lo logramos y sacamos todas las maletas. Fuimos en silencio hasta la ventanilla para el check-in y el reconocimiento de los pasaportes y boletos. Todo fue bastante normal, no vi ninguna lágrima hasta que nos tocó entrar a la sala de espera.

-Entonces... -Abracé a Melissa para que no llorara más. Dallas se sumó al abrazo y Spencer de acercó para gritar alguna palabra como mierda o carajo, bastante apropiada para este momento, supongo. Sentí que mis ojos empezaron a quemar, y gordas lágrimas caían sobre nuestras mejillas. Primero me despedí de Melissa quien no dijo nada, en realidad, no podía. Dallas, en cambio, golpeó mi trasero y me abrazó.

-No seas tan zorra con esos americanos- Dijo antes de darme un beso en la frente y acercarse a Spencer para darle un gran abrazo. Su amistad había tomado un rumbo muy fuerte, al igual que Eduardo, los tres eran hermanos- Y tú no tengas tantos ligues, por favor, no seas imbécil, no comas tanta comida chatarra y tampoco tengas sexo con desconocidas.

-Gracias- Ambos se rieron y volvieron a abrazarse. Melissa se despidió de Spencer y se sacaron el dedo medio al mismo tiempo. Al parecer todos aquí tenían un saludo secreto menos yo. Tomamos nuestras maletas y nos alejamos hacía la estación. A pesar de que coincidimos en el día de vuelo, nuestros destinos y las puertas de embarque eran distintos. Caminamos en silencio hasta que una voz del más allá nos avisó que ya era momento de decir adiós.

*Pasajeros del vuelo 2811234 con destino Los Ángeles, por favor, acercarse a la puerta de embarque número trece..."

¿Adiós? Ni siquiera sabía qué iba a ser de nuestra relación ahora, pues nunca lo conversamos. Spencer y yo sabíamos que si bien podíamos intentar estar juntos, las cosas no iban a ser igual. El "reconstruyan sus vidas" había sido la frase más dolorosa y real que habíamos escuchado. Ninguno de los días quería aceptar que esa era la mejor solución y, dentro de minutos, sería definitivo.

-Aquí es- Puerta 13, te odio.

-Sí.

-Quiero decirte algunas cosas ante de irme...-Tomó mis manos y las estrechó.

-¿Cómo qué?

-Sé que estás muy nerviosa por esta nueva etapa, pero yo y todos, en realidad, sabemos que te irá genial. Eres estúpidamente inteligente, así que no creo que repruebes algo. Pero si lo haces, tomaré un avión e iré hasta allá para golpearte... También sé que este probablemente sea el final de nuestra relación- Dio un largo respiro- Miley, yo... -Intentó hablar, pero sus labios se mantuvieron sellados. Quise decirle que todo estaría bien, que huyamos lejos, que la vida no se trata de equivocarse..., pero no dije nada, pues nada era cierto. ¿De qué me serviría decirle lo que quería escuchar, si eso, al final, no iba a ser real? Me levanté en las puntillas de mis pies, acaricié ambos lados de su cara y lo besé.

Ni siquiera mil palabras alcanzarían para describir ese beso. Último beso.

-Yo también te amo, Spencer. ¿Sé feliz siempre, sí?- Un abrazo terminó por cerrar nuestra relación. Giró, entró a su estación y vi cómo se perdía dentro del avión. La voz del más allá esta vez me llamo a mí, así que tomé mi equipaje y me alejé de él.

Sí, lo sé, fue muy deprimente. Pero así es la vida: Ríes, amas, lloras... Sientes. 

Señores y señoras, fue así cómo pasó... <3 

*

*

*

Gracias <3 

Fue así como pasó...Where stories live. Discover now