Sexta Ronda

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—¡Eh, eh, Chanyeol! ¡Mira, ven aquí un momento!

El interpelado había estado yendo a trabajar un poco más en mejorar los niveles de sincronía de Sagittarius, cargando con un juego de destornilladores que le había pedido prestados a uno de sus compañeros cuando vio la cabeza de pelo alborotado de Baekhyun, asomada a la puerta de su propio laboratorio.

—¿Qué te pasa? —le preguntó, riéndose al ver que su mejor amigo tenía medio rostro cubierto por lo que parecían unas enormes gafas de bucear de plástico amarillo—. ¿Qué es eso que llevas en la cara? ¿Va a ser la nueva tendencia entre los científicos chiflados o algo así?

—Ja, ja, Park —Baekhyun trató de hacerse el enfadado, pero estaba sonriendo demasiado como para que aquello resultara creíble—. ¿Quieres venir de una vez? Tengo algo estupendo que enseñarte.

Su mejor amigo sonaba emocionado, y un Baekhyun emocionado era un Baekhyun que hablaba durante horas enteras, normalmente muy sonriente y con los ojos brillantes. Chanyeol era consciente de que tenía trabajo que hacer, pero acabó dándolo internamente por perdido cuando asintió con la cabeza y sonrió, dejando que Baekhyun prácticamente lo arrastrara al interior de su laboratorio.

—Vamos, ¿qué es lo que me vas a enseñar? ¿Más planos de robots recogebasuras? Porque si eso es lo que es no creo que vaya a ser muy impresionan... Oh, vaya.

—¿Decías?

En el centro de la pequeña habitación que hacía de laboratorio individual de Baekhyun (¿Qué? Los estudiantes que iban a participar en la exhibición tenían sus ventajas) había dos androides de metal de aproximadamente dos metros de alto. Uno de ellos estaba equipado con dos juegos de brazos, uno de ellos acabado en pinzas y el otro en lo que parecían palas. El otro habría sido completamente humanoide de no ser por la válvula enorme que tenía en el lugar en donde debería haber estado su rostro. Los dos eran enormes, y muy reales. E impresionantes.

—¿Qué te parecen? El de la derecha es mi prototipo de robot limpiador, y el de la izquierda, el robot bombero —le explicó Baekhyun, que, detenido frente a los dos enormes androides con una sonrisa de oreja a oreja, parecía diminuto—. No son los de verdad, todavía. Es decir, esto sólo es la primera versión de la carcasa; no tienen nada dentro. Llevo toda la tarde ensamblando las piezas provisionales, por ver si todo encaja y empezar con la que será la versión definitiva de la armadura externa lo antes posible. ¿A que son estupendos?

—Parece que más que ayudarme con mi basura lo que quieran sea darme una paliza.

—¿Y qué es lo que hubieras preferido? ¿Un diseño achuchable y blandito? —Baekhyun seguía sonriendo, con el rostro iluminado de la misma forma en la que siempre había parecido brillarle cuando estaba genuinamente orgulloso de algo. Con la cantidad de horas al día que pasaba en la Liga, en ocasiones como aquella Chanyeol sentía que echaba de menos su vida normal, la risa de su mejor amigo y sus discusiones sobre si la comida del restaurante chino de su calle era deliciosa o más bien, y como él defendía, tóxica—. Se supone que son robots diseñados para la asistencia ciudadana. Tienen que aguantar altas temperaturas, poder cargar con objetos pesados y protegerse contra el desprendimiento de cascotes por si...

—¿Para recoger la basura?

—Se supone que pueden ser programados como androides multifunción. Es uno de sus encantos.

—Lo del diseño achuchable y blandito les habría dado más puntos.

Baekhyun se llevó una mano a los labios para ahogar un bostezo.

—No tienes ni idea, Park Chanyeol —replicó—. Ya verás lo que es bueno cuando mis androides amenazantes y yo hayamos conseguido el primer puesto en la exposición.

Sagittarius; [EXO, ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora