capítulo 11

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Sofy me platicó varias cosas que yo no sabía ya que Jaide después de llevarme a casa había regresado a la fiesta.

— Alex le pidió a Jaide que cuidara de mí? - pregunté vacilante

.— si, algo así — me respondió con indecisión

Me desesperaba que estuviera en silencio, como si dudara en decirme.

.— ¿sí? ¡¿Eso es todo?! —  cuestioné deshaciéndome de toda mi tranquilidad.

.— no lo escuché muy bien... solo sé que Fabián puso algo en una cerveza de las que te ofreció... y así fue como terminaste casi drogada.

.— ¿y porque no me lo dijeron? —  Pregunté en tono molesto.

.— porque... tú conoces a los hombres siempre quieren resolver las cosas a su manera, Alex me advirtió que no dijera nada, Él habló no sé qué con Jaide, nosotros nos íbamos a ir en cuanto lo supimos pero Jaide dijo que él se encargaría de ti y que él te llevaría a casa y que ya luego regresaría.

.— ¿es por eso que estuvo conmigo toda la noche? — no voy a negar que sentí un poco de decepción al preguntarle eso.

.— tal vez, por eso te llevó a casa para evitar que Fabián se tratara de propasar contigo, él mismo se lo había platicado minutos antes.

.— ¡oh! Así que era por eso que de repente ambos voltearon a verme durante su conversación.

.—¿qué conversación? — preguntó.

.— en cierta parte de la noche los vi platicando y no sé, me voltearon a ver de manera sospechosa pero no les di mucha importancia.

.—  pues después que te llevó a casa volvió algo molesto, Fabián comenzó a reclamarle algo y Jaide le soltó un puñetazo en la cara.

.— ¿Cómo?

.— si, se hicieron de golpes, el primo de Fabián trató de meterse y Alex no se quedó de brazos cruzados, cuando menos pensé Jasper, Ian y los del grupo del natación estaban envueltos en una pelea en el jardín.

.—¿y Jesse donde estaba? Pregunté con curiosidad ya que la última vez que lo vi se miraba muy irritado cuando salí de la casa con Jaide.

.— no lo sé, cuando la pelea se hizo más grande Alex me pidió que me subiera al auto pero a Jesse no lo vi por ninguna parte.

De verdad que no podía creer lo que había pasado después de haberme ido a casa

.— ¿crees que fue culpa mía? — le pregunté preocupada.

.— no, ¡claro que no!, fue culpa de Fabián por querer propasarse contigo.

.— pero a mí no me hizo nada.

.— pero quiso hacerlo, de no haber sido por Jaide quien sabe que te hubiera hecho ese imbécil.

.— ¿pero por qué a mí no me dijeron? —  volví a insistir.

.—  Jaide no quiso decírtelo porque Fabián lo hubiera tomado como un soplón, además, ¿si te hubieras enterado que hubieras hecho?

.—la verdad no sé, estaba muy mareada — admití.

Me recosté en la roca donde estaba sentada y cerré los ojos, cada vez que hablaba de Jaide volvían a revolotear las abejas en mi estómago, ahora estaba segura.

o sabía en qué momento se habían instalado estos sentimientos por él, en que momento había roto las barreras que yo misma había construido.

sé que dije que a mí nunca me había gustado ningún chico pero era mentira, cuando tenía 14 años el chico que me gustaba me había dicho de la manera más cruel que no estaba interesado en una chica que parecía más hombre que él mismo.

Desde entonces me había prometido a mí misma no fijarme en ningún chico.

Sin que pudiera evitarlo mis lágrimas comenzaron a rodar por mis cienes, estaba completamente segura que si siquiera me atreviera a insinuarle algo a Jaide ocurriría lo mismo que con aquel chico.

Prueba de ello era lo que había ocurrido el sábado por la noche cuando a mi tontamente se me ocurrió la brillante idea de querer besarlo y él sencillamente me rechazó.

Sofy se dio cuenta de lo que me ocurría y muy preocupada me preguntó si me sentía mal.

Y yo ya no tenía la intención de negar lo que vagaba por mi mente, así que decidí contarle todo, después de todo era mi mejor amiga.

Al principio me miró con preocupación y me abrazó fuertemente, pero luego le alegró la idea de que por fin sintiera algo por alguien,

.— si él no sintiera algo por ti, igual y se hubiera negado a llevarte a casa ¿no crees? — recalcó para tratar de consolarme.

Sonreí sin gracia.— Alex se lo pidió, y ellos se llevan muy bien, lo mismo hubieran hecho Jasper o Ian.

Sofy guardó silencio, tampoco tenía argumentos que agregar.

También le conté mis sospechas sobre Jesse, aunque no estaba segura, ella me aseguró que lo averiguaríamos entre las dos.

Después de tranquilizarme y hacer a un lado mis pensamientos decidí surfear un rato, traté de enseñar a Sofy a surfear y le presté mi tabla por un momento.

Se cayó más veces de las que pude contar pero nos divertimos mucho, parecíamos un par de locas carcajeándonos en medio del mar, ahora me sentía mucho mejor al lado de ella.

El dolor había desaparecido y eso ya era mucho, ahora solo me quedaba enfrentar mi semana con Jaide y Jesse.

El lunes por la mañana fui a clase un poco tarde como ya era mi costumbre, tenía que tratar de evitar mirar a Jaide o a Jesse.

Aún me sentía avergonzada por lo ocurrido con ambos el fin de semana, sabía que sería difícil ya que almorzaban con nosotros últimamente.

Ahora comenzaba a extrañar cuando Jaide me parecía el chico más arrogante y odioso que conocí el primer día.

Como era de esperar, durante el almuerzo amenazaba con acercarse a nosotros, así que en un intento desesperado fingí que me sentía mal y que tenía que ir a la enfermería.

Ese primer día transcurrió con éxito, pero aún faltaban 4 días más y estaba segura que se me harían una eternidad.

DESPUÉS DEL VERANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora