DESPUÉS DEL VERANO

capítulo 12

El martes por la mañana me encontré con Sofy en los casilleros, nos quedamos platicando por un buen rato, sin querer.

En el fondo vi cómo se acercaba Jesse entre los estudiantes, le hice una seña a Sofy advirtiéndole y caminé en dirección contraria.

Pero para mí mala suerte, Jaide se acercaba por el otro extremo y tampoco me quería encontrar con él.

No sabía qué hacer, me sentí acorralada, vi la puerta roja que daba a la parte baja y sin dudarlo me deslicé por ahí,

Caminé a gran velocidad, antes de que pudiera detenerme ya estaba topándome con los del grupo de natación,

Traté de no mirar demasiado pues estaban todos en bañador, seguí avanzando evitando mirar a la piscina, por el otro extremo estaba una puerta que también daba a la parte de arriba y tenía que llegar ahí.

— hola señorita, no creo que deba estar por aquí, me dijo Fabián con una sonrisa cargada de burla.

Giré sobre mis pies para mirarlo de frente, tuve suerte de no sonrojarme, además su cuerpo semidesnudo no causaba ninguna reacción en mí.

Tenía tantas ganas de golpearlo en ese instante, pero reprimí mis impulsos, había prometido a Sofy no decir nada sobre lo que habíamos conversado en la playa, tuve que apretar mis puños mientras fingía una sonrisa.

Lo que me causó un poco de satisfacción fue verle el labio partido y un ligero moretón en uno de sus pómulos.

— estaba distraída y sin querer bajé por aquí — respondí algo intranquila.

— ¿te divertiste el sábado? — Preguntó sin borrar esa sonrisa arrogante.

— por supuesto — traté de igualar la sonrisa.

— traté de llevarte a tu casa pero...

— no te preocupes — le interrumpí .—Jaide se encargó de eso y le sonreí aún más, sé que eso le enfadó.

— Fabián deja de fanfarronear y acércate a la orilla de la piscina — gritó el profesor.

Antes de que pudiera decirme algo más me di la vuelta y seguí caminando, el hizo lo mismo y caminó hacia los demás.

Salí rápidamente de ahí y llegué al otro extremo, entré tarde a la siguiente clase disculpándome.

Le mentí a la profesora abogando que estaba en la enfermería, creo últimamente acudía mucho a "la enfermería".

Después de esa clase íbamos a desayunar y le pedí a Sofy que me acompañara a la azotea a comer ya que yo no quería comer en la cafetería, por obvias razones.

Pareciera como si me hubiera robado algo y estuviera huyendo de la justicia, me estaba convirtiendo en una estúpida patética con delirios de persecución.

Fuera como fuera me estaba saliendo bien, incluso el miércoles fue igual, no me topé con ninguno, eso ya era un avance.

Ya solo me faltaban 2 días y entraban las vacaciones y quizá no los miraría en 3 semanas, tiempo suficiente para que olvidaran lo sucedido.

El jueves parece que también estaba de suerte, Alex me dijo que Jaide no había asistido al colegio así que me sentí menos preocupada, tanto así estaba de avergonzada que los evitaba a mas no poder.

Cuando fuimos a la cafetería después de nuestra segunda clase, nos sentamos en el lugar de siempre solo éramos Jasper, Alex, Sofy y yo, Ian aún estaba de ligue con una de las gemelas Gibson.

Estaba tan despreocupada discutiendo con Jasper no sé qué cosa, cuando aparece Jaide de repente y se sienta al lado de Alex.

Casi me atraganto con el pedazo de melón que llevé a mi boca, miré a Alex con el ceño fruncido y éste solo me sonrió.

Creo que estaba haciendo un mar en un vaso de agua, pues Jaide mi siquiera se percató de mi presencia, o solo me ignoró.

Sinceramente no esperaba que me hablara, pero el hecho de que ni siquiera me dirigiera una mirada me hizo sentir peor de lo que pensé.

Sofy tomó mi mano al darse cuenta que yo fijaba la mirada en mi plato, jamás me había sentido de esa manera, ningún chico había logrado hacerme bajar la mirada, al menos no como ese idiota descerebrado.

Ya no había razón para esconderme, de todos modos no era de importancia para él, ahora me sentía tan tonta.

Ese mismo jueves fuimos a la playa Alex, Sofy y yo, tratamos inútilmente de enseñar a Sofy a surfear.

De verdad era divertido verla tratar de no perder el equilibrio, casi entrada la noche fuimos a comer algo y luego fuimos a casa.

Alex pasó a dejarme a casa y luego se fue a llevar a Sofy, ya no me sentía incomoda entre ellos pues no cambiaba nada, solo el hecho de que fueran mas cariñosos.

El viernes por fin era último día de clases habíamos planeado irnos toda la tarde a la playa después de clases,

La primer clase fue algo aburrida, no la pasamos escribiendo durante toda la hora de clase, en el almuerzo salimos al patio a comer.

A Jaide solo lo había visto una vez por los pasillos y a Jesse me lo topé fuera de los baños, solo que esta vez decidí ignorarlo.

Ya tenía más o menos una idea de lo que lo que significaban esas miradas, y esta no era la excepción, su odio por mí no había disminuido, al contrario, si las miradas mataran, yo estaría 3 metros bajo tierra.

Estábamos nuevamente frente a los casilleros Sofy y yo platicando sobre la siguiente clase,

— ¡mira madamas! Quien lo iba a decir — escuché decir a mis espaldas.

Me giré porque lo escuché muy cerca, vi entonces que marcela me miraba directamente con una mirada llena de veneno, insisto, si las miradas mataran.

Paty y una de las gemelas venian con ella.

.— ¿decías? — le dije de manera arrogante, levantando una ceja.

.— se armó un escándalo por culpa tuya como si fueras una linda princesita...

.— ¿y tú ardor es? — le pregunté antes de que pudiera continuar, mi tono burlón pareció irritarle.

.—¡Marimacha estupida! — me insultó molesta, Sofy resopló cabreada, iba a decirle algo pero sostuve su mano advirtiéndole para que guardara silencio.

.— gracias lindura — le sonreí con sarcasmo.

Eso pareció cabrearla más y trató de abofetearme, pero ¿con quién creía ésta que se estaba poniendo?

Le tomé la mano y me di media vuelta sin soltarle, su mano quedó doblada sobre su espalda, es a lo que le llamamos manita de puerco.

Soltó un grito de dolor, pero antes de que pudiera soltarla el director apareció al lado nuestro, ni siquiera supe en que momento lo habían llamado, o como se dio cuenta.

Pero por la forma en que nos tomó a ambas por las orejas, supe que mi tarde en la playa sería totalmente cancelada.