Diana se encuentra en un momento de su vida donde todo empieza a dar un giro de 180º. Tras diez años en la misma empresa, de la noche a la mañana se queda sin trabajo. La relación con su novio de toda la vida se rompe. Y para colmo su hermana pequeñ...
- Acabo de llegar mamá. Sí, muy bien la verdad. No, ninguna turbulencia, menos mal... Vale. Ahora voy a coger un taxi para ir al hotel. Venga, un besito a todos. Os quiero.
Ya me encontraba en Austria. Como mi móvil murió estampado contra la pared de mi habitación, mi padre me dejó uno que encontró en el fondo de su cajón, con unos pocos de años ya. Un Nokia de ésos que se podía jugar al juego de la serpiente. Echaba de menos el mío y conectarme a las redes sociales, pero al menos me servía para comunicarme con mi familia.
No sabía nada de Fer desde que discutimos por Whatsapp. Ninguno de los dos hemos dado el paso para hablar y aclarar las cosas. Por un lado me moría de ganas de verlo... pero por otro lo temía. No sé como me iba a recibir.
Llegué al hotel y al dar mi DNI para el registro de mi habitación...
- Sra. Alonso, su marido ya tiene la tarjeta. Simplemente déjeme su DNI para incluirla en el registro del Hotel.
¿Sra. Alonso? Puse los ojos en blanco... Ya empezamos...
- Debe haber un error, señorita. Yo no estoy casada y menos con un tal Sr. Alonso - la chica abrió los ojos de par en par - debe de tratarse de un error.
- Esta mañana, un señor... un chico... joven... dijo que era su marido y que usted llegaría mas tarde. Perdone las molestias. - la chica se puso algo nerviosa.
- No te preocupes - me dio pena la pobre, no se veía muy desenvuelta, posiblemente sería nueva - Es mi novio... el controlador - ésto último lo dije en español y casi para mí.
- ¿Entonces le hago el registro en la misma habitación?
- No me queda mas remedio...
La chica levantó la vista del ordenador y me miró extrañada. Tras teclear un rato, me devolvió mi DNI y miró en unos casilleros donde están las tarjetas.
- Su marido, perdón, su novio, ha dejado la tarjeta aquí. Así que puede subir a la habitación sin problemas. Tenga, aquí están los horarios de los desayunos y cenas. Al pertenecer a una escudería de la Formúla 1, hemos ampliado los turnos del comedor.
- Muchísimas gracias.
Cogí la tarjeta junto con la hoja de los horarios y me dirigí a mi habitación. ¿Qué hago con él? ¿Lo mato? ¿lo trituro? ... ¿o me lo como a besos? Sra. de Alonso... Negué con la cabeza varias veces mientras el ascensor subía a mi planta.
- Pues al final me lo voy a tener que comer... - dije en voz alta cuando entré en la habitación.
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En la cama me había dejado una rosa con una nota que decía "Lo Siento".
Éstos son los detalles que hace que me olvide de todo por muy enfadada que esté.
Después de deshacer mi maleta y colgar toda mi ropa en el armario, en el que Fer había dejado dos camisetas, dos sudaderas y un pantalón, increíble que no necesite más, me puse mi uniforme y me dirigí al circuito, que con suerte estaba muy cerca del hotel, por lo que podía ir andando.