• Veintitrés •

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Alex.

Paso las manos por mi castaño cabello el cual ahora cae unos centímetros bajo los hombros, mientras suspiro contenta, James me mira con una sonrisa, aunque no ha dicho nada desde que salimos del lugar. Estamos de regreso en la escuela pasadas ya las diez y media, el partido había terminado hace tiempo pero los chicos habían decidido celebrar la victoria en casa de una de las animadoras, a unas cuadras de la escuela.

Por suerte June sigue aquí junto con algunas otras animadoras, al parecer había parte de la escuela que celebraba a su manera, como ellas. Sigo jugando con mi cabello y cuando entramos divisamos a las chicas iluminadas por una farola en las gradas.

Cuando llegamos frente a ellas, June se me queda mirando, me encojo de hombros mientras sonrío, ella corre hacia mí.

–Te ves genial – me dice mientras me abraza – No puedo creer que hayas hecho eso – mi cabello llegaba a media espalda antes de que esto pasara, además mi cabello fue donado a una buena causa, la estética hacía donaciones al hospital de niños de Amberwood, así que eso fue lo que terminó por convencerme. Es cabello, crecerá.

-Gracias – contesto encogiéndome de hombros.

-Bueno, debemos quitarte eso – una chica me señala, tal vez Gina, asiento con la cabeza y me doy la vuelta para darles el acceso del cierre a las animadoras.

–Ya casi – me informa una chica unos minutos después.

–Solo quédate quieta – me regaña otra animadora, estoy a punto de decirle algo cuando veo a James mirándome mientras niega con la cabeza repetidamente divertido, suelto un suspiro al tiempo que paso la mano por mi cabello, cabello castaño; de verdad castaño, corto y hermoso.

–Te ves bien, deja de tocarlo – me dice James al ver que acaricio mi melena por octava vez desde que salimos, no puedo evitarlo, es muy diferente.

Le dedico una mirada de agradecimiento, justo entonces escucho un grito de euforia de June junto con el sonido del cierre bajando por mi espalda, el cual me devolvió a la vida. Me levanto de un salto mientras me libero del traje, era como si mi piel respirara por primera vez.

–Aleluya – exclamo – Juro ir más a la iglesia.

Después de ello, dejamos a las chicas, parece que iban a tener una especie de iniciación para June, no interrumpí porque preferí no saberlo –Nos vemos después, entonces – les sonrío mientras comienzo a caminar por el campo de futbol con mi mochila a los hombros y por fin con una playera blanca de manga corta.

–¿A dónde crees que vas? – me pregunta James a mis espaldas, me doy la vuelta mientras arrugo la frente, confundida.

–A casa – contesto tranquila – No te invitaré a venir – James sonríe mientras mete los pulgares dentro de sus bolsillos delanteros, su mirada hace que me incómode un poco... no, no me había incomodado, me había ¿puesto nerviosa?

–Te dije que te tenía una propuesta – se cruza de brazos frente a mí.

–¿Qué clase de propuesta? – pregunto poniendo énfasis extra en la palabra "propuesta" y pongo mis manos sobre mis caderas - ¿Aún recuerdas la última, cierto?

–¿Alguna vez te has fugado? – me pregunta mientras arquea una ceja provocativamente, rápidamente la idea de seguirle el juego de preguntas se evapora en el aire; abro los ojos desmesuradamente mientras niego repetidamente con la cabeza.

–Oh no, no desapareceré y menos contigo ¿Sabes qué te pasaría si Thomas se entera? – espeto mientras hago movimientos con las manos.

–No me digas que no sentiste algo cuando dije la palabra fugarnos – miro hacia otro lado, no soporto más la conexión de nuestras miradas.

Con todo y tu orgullo®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora