• Treinta y dos •

4.9K 238 22
                                    

Alex.

En el momento, no pensé mucho las cosas, no había sido hasta los días siguientes en lo que reflexioné lo que de verdad había hecho, claramente me hizo sentir muy estúpida y sigo repitiéndome que tuve un momento de debilidad y agradecimiento, digo, de haber sabido lo que estaba haciendo hubiera rechazado la invitación de James, claro que al principio me pareció muy lindo de su parte (sin contar la parte de la historia en la que lo imaginaba en un nido de flores por haber evitado que nos castigaran como lo merecíamos), pero luego fue un desastre.

No es algo que suela hacer, mucho menos reírme durante la invitación, sigo sin pensar en una persona que haga eso, claramente ni siquiera me imaginaba pensando en esto. Ni si quiera tengo la menor idea de que voy a usar ese día, sé que estoy haciendo un drama por todo esto, pero lo que más me escandaliza es que haya aceptado con tanta facilidad, ¿Qué me pasó?

Mi teoría es: Tessa se adueñó de mi cabeza.

Mamá sabe que iré, Thomas cree que estaré con June, pero para convencerlo decidí acompañarlo a la última universidad que visitará, es su segunda opción, pero no habían podido darle cita hasta el día de mañana, así que le dije que iría, al igual que Colton y después de rogar y casi llorar, Hailey igual.

Estoy en casa metiendo algunas cosas en una pequeña maleta para mañana, pasaríamos dos días en la universidad "Richemonth" fraternidades y residencias, estoy segura que nos quedaremos en la residencia y por la noche saldremos a echar un ojo a las fraternidades, que es lo que espera Thomas.

Cuando estoy terminando de guardar mi cepillo de dientes escucho tres golpes en la ventana, miro la hora, Thomas aún debía hacer unas llamadas y revisar sus papeles, suspiro sonoramente y me dirijo a ella; lo miro a través de la ventana.

–Llovió anoche ¿sabes? – le digo a James cuando abro la ventana – Aunque, pensándolo bien, no me molestaría si resbalas de mi techo.

–Sé que te lamentarías el resto de tu vida – me dice.

–Deberías dejar de practicar lacrosse, ya eres bastante presumido – contesto riendo, me aparto de la ventana y James entra de un salto, acomoda la gorra negra que trae de modo que pueda verme y se queda sentado en la orilla de la ventana mientras termino de ordenar mis cosas.

–¿Vas a salir? –pregunta.

–Último fin de semana, ultima universidad – contesto soltando un suspiro – No sé si no lo soporto porque no sé qué haré o por los estúpidos universitarios.

James se encoje de hombros mientras me mira doblar ropa, era muy extraño tenerlo ahí sentado y sin decir nada.

–¿Por qué sonríes? – me pregunta mientras ladea la cabeza para verme, rio por lo bajo mientras cierro la maleta y la dejo sobre el suelo.

–Estás muy callado – respondo encogiéndome de hombros.

–¿Es malo? – pregunta, me encojo de hombros nuevamente mientras me acerco y le saco lo gorra, James se levanta del arco del marco de la puerta, mirándome; sonrío y me la pongo, lo miro divertida mientras hecho la cabeza hacia atrás para verlo – Te queda mejor que a mí – responde riendo.

–Creo que me la quedaré – le digo mientras me alejo y me siento de golpe en la cama, haciendo que la gorra baje aún más a mis ojos, ¿Por qué no puedo hacerla más pequeña?

–Sí, claro – contesta – Si buscas tropezar con cualquier cosa, adelante – vuelve a sentarse despreocupadamente.

–¿Te estas burlando de mí? – le pregunto fingiendo estar ofendida, me levanto con los brazos cruzados y me planto delante de él, creo, no puedo ver nada con esta gorra. James ríe y me toma de la muñeca para que de dos pasos a la derecha.

Con todo y tu orgullo®Where stories live. Discover now