Pequeñas familias.

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Kim Seokjin tiene 33 años y un hijo de 15 y no es que Hoseok sea biológicamente su hijo, pero llegó a su vida de apenas meses y si, ha sido tal y como si hubiese nacido de sus propias entrañas.

Aún era muy joven cuando su hermana decidió dejar el mundo terrenal para dejarlo a él, un estudiante de derecho recién matriculado, a cargo de un pequeño bebé de seis meses al cual solo había visto un par de veces cuando estaba recién nacido. No es como si Seokjin hubiese tenido más opción, el padre del bebé nunca había dado señales y sus propios padres habían muerto cuando él era un pequeño de 5 años dejándolo a cargo de unos parientes lejanos hasta que cumplió la mayoría de edad, entonces, el pequeño Hoseok no tenía más familia que el y pensándolo bien, si Jin tuviera la oportunidad de cambiar el pasado, no lo haría por nada del mundo.

— Papá.— Hoseok lo miraba desde los pies de la cama, no sabía que hora era, había tenido una semana pesadísima y había caído rendido en un profundo sueño apenas llegó a su acomodado departamento.

— ¿Qué pasa bebé? — si, Hoseokie podría tener 15 crecidos años, pero siempre iba a ser su bebé.

—He hecho la cena, despiértate, ya es tarde.

Hoseok había hecho la cena, eso no pintaba bien, primero por qué Hoseok era un desastre en la cocina y segundo porque como era costumbre, si el chico hacia algo así, sin que se lo pidieran, entonces era porque quería algo. Jin se levantó sobresaltado y corrió a revisar si su preciada cocina estaba sana y salva, y si lo estaba.

— ¿No quemaste nada? ¿Rompiste algo? ¿Te cortaste? ¿Estás bien? —dijo examinando la cocina y al chico que lo miraba divertido apoyado sobre la puerta.

— Si lo estoy y tu amada cocina también, así que puedes estar orgulloso de mis aptitudes culinarias, ven a comer ya.

Caminaron hasta el amplio comedor y recién ahí Jin comprendió el buen estado de su cocina.

—Tramposo.

—No lo soy! Llamé yo solo al delivery, lo recibí, lo pagué...

—Con mi tarjeta —interrumpió Jin.

—Detalles —continuó.—serví todo en los platos, puse la mesa ¿Hice un buen trabajo?

—Siempre lo haces —dijo Jin rindiéndose por fin ante los encantos de su hijo.

—También llamé a Ken, pero él estaba ocupado —suspiró Hoseok.

Ken era el mejor amigo de Seokjin, Hoseok lo adoraba y deseaba no tan secretamente que algún día el par tuviera algo más que una amistad, cosa realmente imposible teniendo en cuenta que entre ellos se consideraban como hermanos.

—Debe estar con su nuevo novio.—dijo Jin para molestarlo a lo que Hoseok contestó con un chasquido de lengua.

—Su nuevo novio apesta.

—Dijiste lo mismo de mi último novio...Aunque esa vez si tuviste razón.

—Claro, siempre la tengo.

El último novio de Jin había resultado ser un idiota, como muchos de los anteriores, Hoseok aceptaba que su padre tuviera los novios que quisiera, siempre y cuando se los presentara, a decir verdad era bastante celoso.

—Quiero tomar clases de baile. —soltó Hoseok mientras engullía un pedazo de carne.

—Sabía que querías pedirme algo, eres tan astuto.

Homework / Namjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora