XI

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Chanyeol se mantiene infaliblemente optimista a lo largo de las llamadas con Suho. Cuando el mayor irrumpe en las historias de sus años universitarios, cuidadosamente caminando a través de las partes cuando tenía dieciocho, él eventualmente llegó a su primer novio serio.

Hablar de ello trae la memoria de esos días con afilada calidad—el tiempo que creía que había encontrado a la persona que quería para estar el resto de su vida. Estaba en la universidad, saliendo con un chico con una deliciosa sonrisa que tenía brazos fuertes y solía empujar a Suho hasta apretarlo contra su pecho. Ellos sentían que eran almas gemelas—se amaban uno al otro demasiado, ¿Cómo no podían serlo?— sus amarras sólo no habían llegado todavía.

Ambos habían planeado su vida futura juntos entre sus clases, atiborrandose de café por los finales, y bebiendo en el bar. Luego de salir por tres años, Suho imaginó que llegaría una mañana en que despertaría y vería un brillante hilo rojo descansando en el colchón entre ellos.

Esa mañana llegó. En el final de su primer año, se despertó para encontrar a su novio apoyado en las almohadas, observando su dedo meñique con los ojos sumamente abiertos.

Suho miró el suyo, encontrando que no había nada al final de él.

Fue enfermizo, la forma en la que invalidó cada momento que él y su novio habían compartido. Sus promesas y esperanzas, todo derrumbándose.

Suho le contó a Chanyeol como su novio se quedó por un par de semanas. Como le dijo que no le importaba conocer a su Akaito, porque ellos se amaban con cada fibra de su cuerpo, ¿Cierto? Ambos sabían que el hilo rojo no era un algo, ni el final de algo.

Pero las cosas fueron diferentes. Había algo invisible diviéndolos profundamente; una mirada distante que su novio algunas veces tenía en sus ojos cuando estaba de pie en la cocina, o cernido contra sus libros de cálculo.

Suho sabía que iba a dejarle, la pregunta era cuando. Eso no le detuvo de agarrarse a su relación. Dramáticamente le besaba cada vez que tenía la oportunidad. Hundiendo sus uñas en sus caderas duramente hasta hacerle sangrar cuando follaban, dejando su marca. Tomándose de las manos incluso en las ruidosas fiestas de fraternidad.

Pero cada lucha para no perder el equilibrio contra su novio se sentía más como una despedida.

Un mes después, el se había ido. Suho se hundió en su primer corazón roto.

Chanyeol tragó pesado, pateando una piedra del camino. Con sus amigos habían ido a un noraebang, Baekhyun sobornándolos a venir para impresionar a algunas chicas que estaban con él en el coro. Cuando vio el nombre de Suho brillando por la pantalla de su teléfono una hora y media atrás, se deslizó fuera mientras Baekhyun se sumía en I kissed a girl de Katy Perry y sugestivamente movía sus cejas a su selección del grupo.

"Eso apesta," Dijo Chanyeol.

"Lo hace. Pero me enseñó bastante ¿Sabes? Tuve que vivirlo."

Chanyeol está incómodo con lo clínico que Suho suena acerca de eso. Su propio corazón está apretado con el pensamiento de Suho sufriendo—lo difícil que debe haber sido ir a través de eso.

"¿Qué te enseñó?" Preguntó Chanyeol. El mayor se toma su tiempo para responder. El chico se apoya contra la pared exterior del edificio, mirando hacia el cielo grisáceo por encima de su cabeza. El inicio de la primavera siempre es nublado y oscuro en la ciudad.

"Que las cosas pasan," Suho respondió. "Puede que no se sienta así, pero el día siguiente viene, y luego el otro, y eventualmente te encuentras con que la tierra no está ni cerca de caerse a pedazos como tú creías."

Tied & Tangled [Suyeol][Traducción]Where stories live. Discover now