II

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  Mierda, mierda y más mierda, veamos, ese tipo no me podría encontrar, ni de magia, no. ¡Ay! Mierda, Emilio me va matar, me va mandar a la mierda, oh mierda otra vez. ¿Tenía que contarle no? No sabia como iba a reaccionar, era bastante impulsivo. ¿Si me voy de la ciudad ? Mejor del país, que digo país, del continente.

  Le di una cucharada a la compota de helado, me encontraba atormentándome varias horas ya frente al televisor.

  Madre mía si fui estúpida, y si... ¿Estaba embarazada? Por Dios mis padres me matarían, ese desconocido seguramente me mataría o quizá no . En ese instante volvieron a mí sus palabras "te seguiré hasta el infierno", no tiene como encontrarme, no volveré nunca más a ese bar, si me lo cruzaba lo ignoraba o repito, me voy del continente, yo y mi hijo viviremos muy muy lejos de su padre y sus abuelos, si no lo dejarían sin madre, le diré que su padre murió en la guerra, que sus abuelos murieron y nunca los conocí y fin. Toda mi vida resuelta en fáciles pasos.

  ¡No puede estar pasando esto! ¿Que te hice Dios? ¿Que debía hacer? Un test de embarazo cabrona , grito mí yo interior. Personalmente creo que me voy a morir de vergüenza yendo a comprar uno, pero eso no importa, me va tener que valer, como sea, a estas horas no creo que este abierto, o probablemente si, pues es una farmacia, pero mañana iría luego de clases, si es que Emilio no me mataba antes. No sabía si contarle antes o después de ver la prueba del test. Le tenía que contar de cualquier forma. Ojala solo tuviera que contarle que lo engañe , aush, que malo sonó eso, pero podría sonar peor.

  Al parecer me quede dormida en el sofá, tenía helado de chocolate en toda la maldita ropa. Que forma más bella de empezar el día, estoy llena de dulzura, literalmente .

(...)

  Este tenía que ser un día lindo, estoy en la universidad que tanto quería, en la especialidad que tanto anhelaba, aunque a ratos quería escapar de todo, y no estar aquí precisamente, pero en estos momentos tenía una sensación de culpa interminable durante todo el día, de estas que no te dejan pensar en otra cosa y te matas mentalmente y es ahí cuando te ves obligado a hacer algo ... El problema es que no sé que. De cualquier forma no me perdí de mucho, básicamente era presentación. "Hola soy Laura Steven y alguien pegueme un tiro, gracias", claramente no dije eso pero moría de ganas.

  –Amor –Emilio besándome directamente–. ¿Como estas preciosa? -dijo encontrándome en el pasillo, estoy como la puta mierda, si hubieras tenido una hora el sábado para tu novia quizá no estaría pasando esto. Aunque pensaba eso la verdad es que la culpa era mía por actuar de manera impulsiva . Aunque de alguna u otra forma no me arrepentía, en ocasiones pensaba que debía escapar de Emilio, y esta se veía una buena forma.

  –Bien, gracias –estúpida yo, resumí todos mis hermosos pensamientos en tan solo eso.

  Vaya saber Dios que me respondió, yo solo tenia ojos para lo que veia atras de él... el chico, el de los tatuajes, el del bar, el que me perseguiría hasta el infierno, ese que me estaba mirando fijamente con ojos de furia, el que venía hacía mí.

  Trague saliva. Estaba empezando a creer que quizá el mundo no me quería y estaba en mi contra. Ya no estaba segura en otro continente, debía mudarme de planeta. Me sobrepaso en ocasiones con mis pensamientos.

  –Nos vemos luego –dije a Emilio. Fue una ignorada bien épica, para luego ir rápidamente caminando hacía el tatuado.

  –Tú –dijo el tatuado con una mezcla de odio y alivio.

  Lo empuje "tiernamente" hacia un pasillo fuera de la visión de Emilio.

  –¿Que haces aquí? –¿Me persigue acaso?– ¡No me sigas!

  –¿Que haces tú aquí ? Yo claramente vengo a clases –dijo mirando al rededor. Oh, mala coincidencia, horrible, ahora parecía una estúpida acosadora–.Tenemos que hablar –dijo enojado– ¿Tu nombre? –Alzó una ceja.

  –Laura... –alzó las cejas–. Laura Steven –río sádicamente.

  –Wade Halson, y si tratas de huir de mí también tu peor pesadilla –que forma tan amigable de presentarse.

  ¿Quien demonios se cree? Posiblemente se cree el padre de tú hijo/a, idiota, no, con un poco de suerte no. Quizá sospechaba de mi plan de fuga, si sigo así voy a enloquecer.

  –Tú y yo no tenemos nada que ver –dije girando sobre mí. Vi que Emilio venia hacía nosotros. Con una cara indescifrable–. Nada –Murmuro algo pero no lo escuche.

  –¿Amor? –pronuncio Emilio helado. Vi que Wade miraba confuso a Emilio–. ¿Paso algo?¿Que haces con este? –¡Ay! Si supiera quizá todo sería más fácil , lo malo es que no me acuerdo.

  ¿Se concen? Dijo " este", claramente no son amigos, o quizá si lo eran y lo llamaba así de forma amistosa, aunque no lo creo, claramente voy a morir.

   Vi que Wade empezó a reír nuevamente con esa risa tan tierna suya.

  –Es mi compañero –dije echando mi suerte al viento, pensar lo estúpido que dije ya no valia la pena.

  –No puede ser tu compañero, es mi compañero –Emilio me hablo enojado–. ¿Por qué me mientes?

  –Mi compañero de cuarto –ambos me miraron con cara de "khé", señores y señoras, damas y caballeros, la cague aún más ,tratando de enmendarme, donde esta mi premio–, o sea no, me preguntaba por el departamento, pero no. La respuesta es no.

  –¿Estas buscando un cuarto? Búscate otro –le dijo Emilio a Wade, creo que me acaba de dejar en visto. Ya me estaba volviendo el odio a este cabrón, ya le respondí que más quiere.

  –No, claro que no –dijo Wade con esa maldita risa endemoniada. Corre Laura, corre y no pares de correr hasta que llegues a China.

  Oh Dios.

Te seguiré hasta el infierno [TSHEI]Onde histórias criam vida. Descubra agora