IV

3.3K 529 89
                                    

  –¡Negativo! –creo que lo dije muy fuerte.

  –¿En serio? –dijo Wade quitándome el test.

   –Una linea, negativo –dije aliviada. Dios, aún me amas. Prometo no volver a beber así, mejor no prometo nada, no sería muy lindo romperle una promesa a Dios, eso me llevaría a ganarme una entrada al infierno–. Bueno, como ya resolvimos esto, yo me largo –me di media vuelta pero su mano me detuvo.

   –No –me miro serio, aun sosteniendo mi mano, se sentía algo bastante incomodo. Ya morí.

   –¿No que? –dije algo asustada.

   –No me convence –¿Me esta jodiendo? Me tiene que estar jodiendo. Esta ciego o me esta jodiendo.

   –No es mi problema, suéltame –dije mirando nuestras manos.

  –Oh –dijo soltándome la mano. Todo " bien " hasta ahí, hasta lo hubiera entendido, pero luego la volvió a tomar y la puso en su rostro... Yo ya no se quien esta más loco, que gente más  confianzuda la de esta década.

  –Es una lástima que no te acuerdes de nada. –dijo sonriéndome, con esa sonrisa diabólica  suya.

   –Mira maldito –dije apretando con mi mano su cara–. ¿Vamos a hacer como si esto no hubiera pasado si? –soltó su risa sádica nuevamente, a mí  me resultaría  muy fácil pues no me acuerdo de nada.

  –¿Que cosa? –dijo apegandome a su cuerpo.

   –Me voy, y no me sigas –dije alejándome y mirándolo de reojo. Ya se me esta haciendo una manía  decirle que no me siga.

   –¿No quieres un aventón?

   –No, claro que no.

   –Nos vemos mañana.

   –Si Dios quiere no.

   –Dios va querer –inmediatamente lo fulmine con la mirada.

   Lo bueno de todo esto es que no estaba embarazada, no tendría que mudarme de planeta, continente, país, nada. Y aunque el demonio de Wade no estuviera convencido, la prueba lo demostraba.

   Salí sin decir más y camine a la parada de autobús, esta demorando bastante más de lo normal, esta anocheciendo y tengo frío. Pero hay que pensar positivo, luego dicen que uno es negativa, todo esta en la mente... Hace mucho frío  en mi mente.

   –¿Yo creo que ya esta demorando mucho no? –dijo la voz de Wade detrás mío. A la mierda lo de pensar positivo. La orden de alejamiento tiene que entrar en tramite lo antes posible, antes de que sea tarde.

   –Me vas a volver loca.

   –Vamos de una buena vez, yo te traje aquí, debo dejarte de vuelta –que consideración.

   –¿Luego me dejaras en paz?

   –No puedo, ya sabes –dijo sacando las llaves de su auto–. Cuido lo mio.

   –Tu instinto erróneo paternal no es mí culpa. Además, que feo de tu parte, ¿te hubieras creído dueño de mi hijo? Creo que después de todo no era tan loca la idea de irme del continente. Y no estoy embarazada.

   –Hmmm...Estas loca –dijo mirándome fijamente–. ¿Irte del continente? Con suerte hubieras llegado al aeropuerto... Mucha suerte.

  Abrió la puerta del copiloto y me senté, luego fue tomar el lugar junto a mí.

   –Son los departamentos universitarios, no están tan lejos, creo –dije indicándole donde debía ir.

   Mantuve el silencio todo el camino, no demoro mucho, una porque Wade conduce como demente y además no quedaba muy lejos como supuse, pero lo suficiente  para considerar aventarme del auto andando ante el instinto de peligro.

   –¿Tú y Emilio, desde cuando tienen algo? –dijo serio antes que pudiera bajarme.

   –Meses, muchos meses, casi un año –dije bajándome. ¿Me quería recordar el sentimiento de culpa?

   –Creo que le robe algo importante –dijo sonriendo cansado, casi mofándose. ¿No se estará refiriendo a mi virginidad o si? Me parece que alguien no le teme a la muerte. Antes que yo pudiera responder, hizo andar el auto y se largo.

   Subí lentamente a mi departamento, había alguien, se veían luces desde fuera. Seguramente era mamá, era la única a la que le había dado copia por si se me perdía, claramente piensa que soy una despistada, no creo que se equivoque del todo.

   Pero al abrir la puerta no me encontré con mi mamá.

   –¿Como entraste? –le dije a Emilio bastante confundida. No me lo imaginaba entrando por la ventana o rompiendo el cerrojo.

   –Es una larga historia, bueno no tan larga, cuando vine estaba tú mamá y pues me quede esperándote bonita.

   –¿Mi mamá se fue? –se fue y me dejo sola con el enemigo, a mi mamá no le agradaba Emilio, no eran muy amigos, pero todos los demás de mi familia lo amaban. Parecía  un embrujo al que mí  mamá  era infalible.

    –Fue a comprar –me tomo de la cintura.

    –Tenemos que hablar.

    –¿Que hiciste? –se separo de mí , oh, que buen sexto sentido.

   –¿Recuerdas a Wade verdad? –trague saliva, mejor es soltarlo todo de una buena vez, porque si no, no lo iba decir nunca.

   –Oh, hablando del tipo, le dije a tu mamá de él –me miro de reojo,  curioso diría yo.

   Madre mía del amor hermoso, alguien vaya haciendo mi tumba, yo no he conocido a ningún otro Wade en mi vida y ahora que recuerdo el endemoniado idiota había dicho a Emilio que éramos amigos de la infancia. ¿Que se supone que puedo decir ahora? De cualquier modo solo queda arriesgarse.

   –¿Y que dijo? ¿Lo recuerda? –creo que estoy jugando demasiado con mi suerte.

    –No –solo se limitó a decir eso y me tomo del brazo. ¿Decir algo o no? Ese es el dilema.

   –¿No crees que mi mamá demora mucho? ¿Ya es tarde no? –que desconsideración dejar salir a mi madre sola a estas horas, aunque no me los imaginaba socializando mucho.

    –Cambias muy bien el tema –dijo tirándome hacia el. Sueltame maldito.

   –Pues es una bendición del señor –dije riendo, creo que no le hizo gracia–. No sé, simplemente no debe recordarlo.

   –¿Tú mamá olvidar algo? –dijo alzando las cejas–. No, y lo sabes perfectamente –dijo dándome un beso bastante forzado.

    La puerta se abrió, por fin mi madre aparecía... Pero no aparecía sola, no, alguien dígame que es una broma y que el loco de Wade no esta junto a ella, mirándome amenazante, cargando todas las bolsas de compras de mamá.

    ¿Y ahora que? Esto no me calza para nada definitivamente, y este loco... ¡¿Que acaso me va seguir hasta el fin de mis días?! ¿También va acosar a mi madre?

Te seguiré hasta el infierno [TSHEI]Where stories live. Discover now