VII

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   –¿Que has dicho? –dijo jalandome de un brazo hacía un lugar más apartado de toda la gente en la guerra por entrar al autobús.

  –Creíste que iba olvidar que tuve que caminar en medio de la nada, quién sabe cuanto, porque alguien olvido donde dejo la llave de las bicicletas –Alex río.

  *Inicio flashback*

  –Gran idiota -murmuré entre dientes.

  –¿Quien quiso acompañar? –bufo.

  –¿Tú supones que me iba quedar sola en medio de la nada?

  –Hay que admitir que no hay muchas opciones –se hizo el pensativo, ya vera cuando regresemos si va ser todo tan gracioso.

  *Fin flashback*

   –Fue un gran día –me miro con una chispa de maldad.

  –Nunca más supe de mi bicicleta –lo mire algo molesta. En realidad quizas debimos volver por ellas para cortar con algo los candados, no recuerdo el motivo de no hacerlo.

  –No fuiste la única –trato de no reír.

  –Eso no me consuela, para nada.

  –Mejor dicho no fuimos los únicos –se acerco a mí examinándome muy de cerca.

  Yo recordaba a Alex, teníamos una especie de amistad, a muerte pero igualmente cuenta, es un pendejo, no recuerdo mucho, solo momentos, pero a la vez lo recuerdo en exactitud.

  –¿De que hablas?

  –¿Sabes quien soy? –hizo una pausa–. ¿Por qué no me dijiste antes?¿Recuerdas todo? No lo creo.

  –¿Que es todo? –para saber si recuerdo todo, primeramente tengo que saber que vendría siendo "todo".

  –¿Tú me llamaste en la mañana verdad? No fue Ema.

  –¿Como supiste? ¿Te dijo que ella te llamo? Lo que esa bruja quería saber era si te había llamado –se burlo sarcásticamente–. ¿Lo dije en voz alta? Ups.

  –Si querías que fuera casual mínimo cambias tú foto de whatsapp, despistado –claramente lo primero que iba hacer al ver un numero desconocido era buscarlo ahí. ¿Que dijo de Ema?

  –Le quitas la emoción a la vida –sonrío.

  –Explícame –dije tomándolo del brazo para que ni pensara en irse.

  –No aquí –dijo mirando a su alrededor, no pude evitar la cara de confusión, acaso nos van a raptar los extraterrestres aquí–. ¿Por qué no me dijiste antes que me recordabas?

  –Estaba confundida, aun lo estoy –sonreí sin mucho ánimo– además no entiendo... ¿Por qué nadie me hablo de ti? No entiendo nada -¡Solo falta el idiota de Wade! No, no, mejor no invocar al mal.

  –No le digas a nadie que me recuerdas –dijo agachándose a mi altura–. Te conviene, mañana te busco.

  –Pero... –se fue, si, efectivamente, me dejo hablando sola, que lindo. Tampoco era como si pensara contarle a alguien.
  
   –¡Ay! Mejor ahora, uno nunca sabe –dijo jalandome del brazo entre risas.

  –Buena elec... –Alex se freno en seco al ver a Wade frente a el, al parecer si lo invoque–. Wade.

  –¿Que se supone que haces? –le dijo a Alex, claro y yo sobro, que mala educación.

  –¿Conoces a Wade? –dijo Alex algo confundido.

  –Claro –el padre de mi hijo, debo parar de bromear con eso, aunque sea mentalmente, no vaya ser cosa de que el karma se ponga cabrón.

  –¿Que te traes Wa.. –Wade lo freno notoriamente.

  –Nos conocimos el otro día –dijo serio–. ¿Conoces a Alex, Laura? –me miro directamente a los ojos, como si fueran un detector de mentiras.

  –Sí –dije algo hipnotizada.

  –¿Como a mí? –seguía hablando mientras me escaneaba, digo miraba, bueno es casi lo mismo en este caso–. Alex, por favor... –este le dio una palmada en la espalda y se alejó.

  –Idiota.

  –¿Como a mí? –repitió.

* Inicio flashback*

  –Shhh, es mi vida okay.

  –Ya veo.

  –Muy lindo.

  –Creo que deberías volver a casa chica –me sonrío algo triste–. ¿Estas bien?

  –¿Tiene sentido acaso? No importa –reí.

  –¿Estas bien o no? –replico mirándome directamente.

  –No –me apoye en sus hombros.

  –Ven aquí –dijo abrazándome.

  *Fin flashback*

  –Creo que debería irme, estoy algo mareada...Nos vemos –me despedí con un gesto de dedos, él no dijo nada mientras me alejaba, un alivio porque aún estaba aturdida al recordar eso, fue lo mínimo, no sé que hice esa noche pero algo me dice que simple no fue algo bueno, si señores, cuando la cago lo hago de forma monumental o nada.

  Al llegar al departamento me sentí sola, sola con recuerdos incompletos, bueno, no tan sola, Emilio estaba parado en frente de la puerta, quien sabe durante cuanto tiempo.

  –¿Que haces aquí? –dije mientras abría la puerta.

  –Lo siento –dijo apoyando su cabeza en mis hombros–. No quería provocarte todo ese escándalo, en serio, disculpa.

Te seguiré hasta el infierno [TSHEI]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum