15. Ellos se parecen

59 10 1
                                    

16 de Julio

No es una sorpresa que al despertarme Karlheinz ya no se encontrara allí, al igual que no es una sorpresa que mis ojos estuvieran rojos e hinchados debido a que me pasé toda la noche llorando.

El día de hoy iremos a la playa todos juntos y sin quejas, sin embargo Kou y yo seguíamos peleados, así que ni siquiera nos dirigimos la mirada. De todos modos nadie me presta atención, por lo que fue fácil ocultar mi rostro descompuesto o lo enferma que me sentía. En parte es bueno que nadie te haga caso, puedo hacer lo que yo quiera sin que nadie me moleste.

Todos se divertían jugando en el mar a excepción de Shu, quien estaba bajo la sombrilla durmiendo, Reiji quien no parecía mostrar demasiado interés en esos juegos infantiles, Ruki quien se sumergió en el mundo de la psicología, y yo quien acabó por jugar el papel de criada de Reiji durante aquel viaje a la playa.

Reiji me hizo ponerme un bañador de cuerpo entero con volantes en el pecho y grandes aberturas en los costados de un color blanco degradado en azul claro. Hizo sentarme de espaldas a él para realizar un nuevo peinado basado en una trenza acabado con un moño. Al ser tan estricto, se esfuerza mucho en darme una imagen absolutamente perfecta.

Hoy parecía estar más relajado de lo normal, casi parecía estar siendo amable conmigo, algo que me aterroriza aun más que su comportamiento habitual basado en la exigencia y el maltrato. Incluso me propuso tomar una taza de té junto a él.

- He oído que has descubierto el secreto de "Manzana de Adán".

- No había ningún secreto. Aunque eso ya lo sabe.

- Jajaja, tiene razón – quería burlarse de mi – pero, ya que ha cumplido su objetivo, ¿por qué sigue aquí?

- Se empeñan en mantenerme viva, por si aún les sigo siendo de utilidad. Aunque, usted mejor que nadie, sabe que no necesitan de mi ayuda.

- Sabe que siempre puede acudir a mí para ayudarle – su mirada y sonrisa volvían a mostrarme su lado más sádico y macabro.

A mí me hizo cuestionarme si sería correcto pedirle tal favor.

- No quieras arrebatar la propiedad de otros sin que estos no hagan nada al respecto.

Ruki se acercó a nosotros diciendo esas palabras, casi amenazando con el acercamiento de una nueva guerra. Después me ordenó irme de allí y yo obedecí.

Decidí pasear un poco. Todos estaban pendientes de Yui, jugando a tirarse agua, tirarla del flotador, hacer aguadillas..., la clase de cosas que se suelen hacer en la playa, ¿no? Me resulta bastante extraño verles comportándose como personas normales, como adolescentes disfrutando de unas merecidas vacaciones.

No me apetecía ver cómo se divertían, marginándome de tales actividades sólo porque ella estaba aquí. Además mi dolor de estómago no menguaba en absoluto, más bien todo lo contrario; ya no sólo era dolor de estómago sino un gran dolor de cabeza que no me dejaba pensar con claridad, me mareaba y me provocaba arcadas.

Me alejé un poco de ellos. No había nadie más aparte de nosotros en aquel lugar.

Acabé llegando a un acantilado donde la brisa era algo fuerte y el oleaje parecía más asalvajado. A diferencia de la playa ese lugar me agradaba. En cualquier momento podría saltar y ser engullida por las olas. Sería una "bonita" forma de morir.

Lentamente me iba acercando al borde del precipicio. Uno de mis pies avanzó hasta quedar al límite, eché hacia atrás mis brazos para tomar impulso y salté. Mis pies ya no tocaban el suelo pero tampoco estaba cayendo al mar.

Bite My Freedom (Fanfic Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora