Parte 2: Cuando nuestras miradas se chocaron.

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... sus labios no se separaban, quería hablar, quería decirle a ese hombre que lo conocía de algún lado y que lo había visto sólo en sueños, pero no podía.

  —La misma situación que en el sueño...—. logró modular, sorprendiéndose incluso a si mismo por poder emitir sonido. Parece que esta frase sorprendió en demasía al otro chico, ya que este abrió aún más sus ojos y se quedo boquiabierto.— Y-yo... Soy Karamatsu, un gusto. — soltó de la nada, enderezándose y estirando la mano hacia el de mirada violeta como presentación y saludo.

  — Sí... Ichimatsu. — simplemente dijo su nombre entre un inaudible "si" y un largo silencio, no sabía como reaccionar, ya que nunca imaginó que el chico de su sueño fuera real, y que encima de todo eso se estuvieran encontrando justo en esa reunión. Luego de detallar el rostro contrario por unos segundos notó que era casi iguales, con diferencia del color de sus ojos y la mueca de sus rostros. Ichimatsu siempre estaba serio, con cara de amargado como le decían todos. Pero, en cambio, este nuevo sujeto tenía una sonrisa boba en su rostro, entre nerviosa y carismática. — Que asco... —. susurró sin intenciones de darle la mano y sintiendo que su estomago se revolvía por su repugnante sonrisa.

  — Que buena forma de empezar una conversación, Ichimatsu-kun.—respondió Karamatsu sin borrar la sonrisa, guardó su mano nuevamente en el bolsillo al notar que no obtendría un saludo por parte del contrario y siguió fumando su cigarrillo apoyado de forma vaga en el barandal. Eso era todo, no se le ocurría algo más para decir, nada con que poder retomar esa presentación y sin alguna idea de como actuar frente a él.

— Lo mismo digo, Karamatsu. Por cierto, ¿eres uno de los estúpidos fanfarrones de la rama principal, o no? —. sus labios se curvaron en una sonrisa sádica y espeluznante, que lograba asustar hasta a su propios hermanos. Pero con el ojiazul eso no pasó, en vez de asustarse o alejarse de él, dio unos pasos adelante y se sentó junto a sus piernas, apoyando la espalda en la fría pared de material y mirando más allá del pasamanos.

  — Pues sí, soy el segundo hijo heredero al trono, pero... no concuerdo con eso de fanfarrón, no creo ser así... aunque todas las mujeres se mueran por mí. — sacó sus gafas de sol y se las colocó cuando terminó la oración, haciendo una gran mueca graciosa, y completamente socarrona. 

— Eres un maldito fanfarrón, Señor Segundo Heredero.—chasqueó la lengua, tirando la colilla del cigarrillo y cruzándose de brazos. — Quítate esos asquerosos lentes... — escupió con algo de furia. Logrando que Karamatsu alzara sus cejas de forma inquisitiva y ladeara la cabeza para mirarlo.

  — ¿Por qué habría de quitármelos? — preguntó interesado en la extraña y compleja personalidad del otro chico.

"Porque no puedo ver tus hermosos ojos." pensó en decir, pero se acobardó y dijo lo primero que se le vino a la cabeza: — Porque te quedan ridículos. — respondió frunciendo el ceño y mirándolo desde arriba.

  — Oh, lo lamento. Pero siempre uso estos "ridículos" lentes, y por cierto, son gafas de sol. Son parte de mí y no debería importarte mucho que las traiga. — movió su mano como restándole importancia al asunto y llevándose el cigarro a la boca, para simplemente mantenerlo entre sus labios y seguir mirando el horizonte.—Sabes, creo que nos conocemos de otro lado, ¿puede ser? —. dijo luego de unos segundos de silencio.

  — No, no es posible. Nunca en mi vida te ví.— habló algo apurado, sin comprender del todo el porque le ocultaba haberlo visto en sus sueños. Su pecho se oprimía de tan solo tenerlo cerca, nunca había experimentado esta sensación con alguien más. 

  —  Ooh... Ya veo, perdona entonces, te confundí con alguien que conocí en mis sueños— agregó con simpleza y un deje de tristeza en sus palabras, en verdad esperaba que sea el de su sueño. 

Amores Prohibidos y Secretos «IchiKara»Where stories live. Discover now