Amores Prohibidos y Secretos «IchiKara»

Parte 3: Un Nuevo Jefe.

— El próximo jefe será...— el suspenso y la ansiedad se hizo presente. Todos y cada uno de los integrantes del Clan estaban que se desmayaban de los nervios por saber quien sería el nuevo líder, menos chicos a los que no les interesaba en lo más mínimo tener tanto poder y responsabilidades. Ichimatsu, Jyuushimatsu, Todomatsu, Osomatsu y Karamatsu le prestaban poca atención a la noticia que se estaba por anunciar, en cambio, Choromatsu tenía una notable ansiedad en su mirada y unas pequeñas gotitas de sudor resbalaban por su mejilla mientras miraba fijamente a su Padre.— Mí hijo mayor, Osomatsu Matsuno.— completó dirigiendo una mirada a su hijo, el cual tenía los ojos cerrados y la cara escondida entre los brazos mientras intentaba dormir.

—Osomatsu... oye, hijo... — le llamaba su madre golpeándolo suavemente para que despierte, el nombrado abrió los ojos con pereza y se estiró en su asiento.

— ¿Qué pasa, Ma'?— preguntó sin notar la situación en la que se encontraba en ese momento. El menor de estos trillizos quiso matarlo, en verdad esperaba ser el nuevo líder y había tratado todos estos años de demostrárselo a su padre. Pero, carajo, tenía que serlo Osomatsu, el más idiota de todos.

— Acá, Osomatsu.— gruñó su papá desde el escenario, llamando su atención e invitándolo a que suba junto a él. El menor hizo caso a su llamado y se levantó de la silla, arrastrando los pies y con las manos en los bolsillos de la chaqueta, subió junto al sujeto de mayor edad y dió un rápido vistazo a la gente del lugar.— Bueno, como estaba diciendo... Serás el Nuevo Líder del Clan.— repitió dándole una fuerte palmada en la espala con total intención.

— ¡¿Eehhhh?! ¿En serio Pa'?— casi gritó emocionado y abrazándolo.— ¡Que bien! — se giró para ver a los integrantes del Clan que dirigiría.— Buenas noches a todos, Soy Osomatsu Matsuno y los guiaré desde hoy. Espero que no llevemos bien.— hizo una gran reverencia sin dejar de sonreír. Algunos murmullos inundaron el salón. "¿En verdad Ese será el indicado?", "Hubiesen elegido mejor a Jyuushimatsu", "¿Qué mierda con esa presentación, estamos en el secundario?" y demás preguntas se escuchaban entre cortadas y algo difíciles de comprender del todo.

— Esto... No me lo creo...— trató de contener la risa Karamatsu, por un lado la estúpida presentación de su hermano y por el otro, los pocos murmullos que lograba captar y que todos eran insultos o quejas sobre la elección del nuevo Jefe.

Los trillizos de la rama secundaria se miraron entre ellos, Ichimatsu sin comprender del todo por qué la gente se quejaba, Jyuushimatsu algo decepcionado por no ser el elegido, y Totty con una pizca de sorpresa.

— ¿Sabes quién es ese tal Osomatsu?— susurró el de ojos violeta al menor de los tres, el cual negó suavemente.— ¿Mmmh? – volvió a preguntar mirando a su otro hermano, el cual tampoco conocía del todo a su nuevo Líder. Con esa duda de quien demonios sería el tal Osomatsu y sin alguien que les respondiera eso, volvieron su vista al escenario y a ese chico en especial que era tema de su conversación.

 En la mesa de la rama principal, Pajachoroski estaba por explotar de la rabia, no podría controlarse por mucho tiempo más, así que se puso de pie, y haciendo una reverencia susurró casi sin ánimos.

— Paso al baño, Madre...—  y de esa forma, se dió media vuelta y a paso lento salió de ese salón, siendo seguido por su hermano mayor, Karamatsu, que algo preocupado por la forma en la que hablo decidió consolarlo, sabía todo lo que se había esforzado por tener ese título y no lograrlo debió... ser duro para él.

—¡Oye! ¡Choromatsu! — le llamó al alcanzarlo en la puerta del baño. — Ey... ¿estás bien, brother? — le dijo acariciando su espalda y abrazándolo con fuerza. —Sé que estudiaste mucho por estar ahí... pero... no es nada importante, sólo es un título sin importancia. Debes sentirte feliz de haber logrado el orgullo de Mamá y de ser el mejor de los tres.— agregó con una pequeña sonrisa mientras lo abraza con más fuerza, sintiendo las cálidas lagrimas de su hermano mojarle la camisa.