Número Desconocido. (editando)

36

Evan:

No se que mier@# se cree ese tipo, para elegir con quien May puede o no hablar, y peor es ella que lo hace, según yo se es su ex. Aunque como no, el tipo es más atractivo que yo.

—

Estaba camino a comprar unas verduras para la comida, ya que mi madre me había pedido que fuese. Caminé bastante ya que no lo encontraba en ningún lugar. Mientras caminaba, pase por el sitio donde me encontré por primera vez con May; que vergüenza, no pude ni decirle que era yo.

Pensándolo bien, creo que me debo alejar si no quiero problemas con su ex, y menos con ella.

Perdido en mis pensamientos choque con alguien.

— Hey per...— dije extrañado, no esperaba verla —¿May? —.

—¡Evan!— Se abalanzo a abrazarme. — ¿Cómo estás? — dijo sonriente. Hoy estaba muy linda, tenía un vestido blanco con florecitas, unos tenis negros, su piel bronceada lucia radiante bajo el sol, su pelo iba suelto y no llevaba maquillaje lo que hacía que vea unas pequeñas pecas en su nariz. Perfecta.

La abracé extrañado ¿Será bipolar?, primero me dice que deberíamos dejar de hablar y ahora está muy normal conmigo.

—  Bien y tu? — dije separándome un poco confundido.

— Bien — expreso sonriente — Voy a comprar algunas cosas que hacen falta en mi casa, y tu? — me pregunta tranquila.

—Disculpa May pero, ¿No dijiste qué deberíamos de dejar de hablar?— dije confuso y ¿molesto? mientras empecé a caminar.

— ¿Cómo que te deje en paz? — dijo con su ceño fruncido lo que hizo que dirigiera mi atención a sus cejas por unos segundos.

—Si, tu me di...— caí — oh claro, ya entiendo— el ex era que hablaba por ella. Miraba el suelo mientras iba caminando.

—No hemos hablado porque un amigo tiene mi teléfono ya que tenía una falla— empezó a explicarme — y no fui a la cafetería porque tenía que hacer unas diligencias con mi mamá, perdón. — dijo arrepentida — espera, deja de caminar. — Me detuve y le vi a los ojos pero separé la vista al instante.

— Tranquila, otro día será. — dije dando dos pasos hacia atrás.

—¿Qué paso dim... — paró de hablar cuando se tropezó con el pequeño cambio de altura de la calzada. Iba a caer de boca, pero la agarre antes que sucediera.

Estábamos muy cerca, y me quedé mirandole. Ella es muy linda, debo de tenerlos cansados de decírselo, es hermosa. Aunque no tenga ojos claros ni sea alta, para mi ella es perfecta. Me acerqué poco a poco y la besé.

Sus labios sabían a chicle y estaban súper suaves, lo sentí en esos 2 segundos que duro el beso.

—Perdón eso fue... fue un error— dije separándome de ella, mientras me maldecía mentalmente.

Me miro como triste y bajo su cabeza, pero de un momento a otro la levantó y ya no estaba triste, parecía un poco molesta, bipolar.

—Nos vemos— me dijo y se fue furiosa.

Llegue a casa con una sonrisa en la cara. Le entregue a mamá las verduras y me dirigí a mi habitación.