Número Desconocido. (editando)

53

May:

Hoy es el dia, hoy es un gran día. Le contaré a mi mamá sobre mi hermano.

Bryce me dijo para acompañarme en este momento, y me fue a buscar a la escuela. Íbamos de camino a casa, hoy tuve un largo día de escuela.

Íbamos hablando en el camino y sentí un toque en mi hombro, al voltear vi a Jack, me encontré con sus ojos rojos y llorosos, y su cara estaba súper roja.

— May por Dios necesito hablar contigo, es muy importante —dijo sollozando, no podía ni respirar. Lo que me hizo abrazarlo preocupada, ¿Qué lo hacía llorar de esa manera? El no es de esos chicos que lloran frente a sus amigos.

— Espera, respira con calma y ahora — le dije separándome y mirándolo confundida — ¿Qué sucedió? — dije preocupada. Bryce solo estaba observando lo que estaba sucediendo.

— Mamá... ella — no pudo terminar de hablar y se soltó a llorar en mi hombro.

— Hermano, cálmate, tranquilo — dijo Bryce tocándole el hombro — todo estará bien, pero tienes que calmarte — dijo tranquilo.

— ¿Quién es este? — dijo Jack limpiándose los mocos.

— Ahora no es el momento de explicarte, pero ¿Qué le pasó a tu mamá, Jack? — dije preocupada.

—A ella... ella le dio un infarto — dijo agarrandose el pelo.

— ¿¡QUE!? — dije sorprendida.

Bueno les contaré un poco sobre la familia de Jack, su padre murió en un accidente automovilistico, y sus abuelos murieron por la edad. Es decir, que el está sólo con su hermana mayor. Mi mamá y yo siempre hemos estado para el siempre y más mamá porque siente que es mi como mi hermano mayor.

— Jack, vamos a mi casa — le dije, y asintió con su cabeza.

Mientras nos dirigíamos a mi casa le iba contando todo lo de Bryce, y que hoy le iba a decir a mi mamá sobre el.

Al llegar a mi casa encontré a mamá en el sofá viendo televisión, hoy estaba en casa ya que tenía varios días quedándose hasta tarde en el trabajo y le dieron una semana libre. Estaba viendo una novela británica. Llevaba unos pantalones negros de pijama y un t-shirt gris grande.

Al darse cuenta que llegamos, y ver la cara de Jack roja, se paró del sofá y se dirigió a nosotros.

— Jack, ¿Qué te pasa? ¿Porque estas asi? — dijo mi mamá a Jack — Ven, siéntate en el sofá y cuéntame — mi mamá se dirigió al sofá y apago el televisor.

— Bueno, lo que pasa es que mi mama ha muerto— dijo con su voz cortada.

— ¿Qué? ¿Enserio? Dios mío, lo siento. Pero no estás sólo, nos tienes a mi y a May — dijo mamá abrazándolo.

— Hablando de madres — dije interrumpiendo a mi mamá — Tengo que decirte algo — dije un poco nerviosa — perdón, tenemos — dije incluyendo a Bryce.

— ¿Quién es el? — dijo mi mamá confundida

— Bueno, el es Bryce y es mi hermano — dije mirándola por unos segundos.

(...)

Ya era de noche y le había contado toda la historia a mamá. Al final terminó llorando, abrazo a Bryce y se fue a su habitación.

Al final dejó que Bryce se quedará en casa pero dijo que iba hablar con papá, algo que me da mucho miedo ya que según me ha contado Bryce vive borracho y su reacción en serio me aterraría.

Después de todo lo sucedido Bryce se fue y quedamos Jack y yo en el sofá viendo tv. El estaba acostado en mi regazo y yo le acariciaba su cabello, el cual es muy suave por cierto. En la televisión estábamos viendo un capítulo de mi serie favorita, the vampire diaries.

— ¿May? — dijo Jack con su voz ronca como si se hubiese acabado de despertar.

— ¿Si? —dije mirándolo a sus ojos. Estaban rojos y su nariz estaba roja, se veía tierno así.

— ¿Te puedo contar algo serio? — dijo sentándose en el sofá.

— Claro, puedes contarme lo que sea — dije mirándole los ojos.

— Este... hace par de meses. Y no se como fue, o sea... no entiendo como pudo ocurrir —dijo nervioso y sonrojándose.

— Vamos, no puede ser peor que un Apocalipsis zombie — dije en broma y su cara era todo un poema.

— Creo que si — tomó un respiro hondo — Creo que me gusta Cassie— dijo soltando un respiro que parecía que tenía guardado por mucho rato.

— Ahora dime algo que no sepa — le dije. Todo el tiempo ambos se coquetean descaradamente, y se dan miradas que parece que se quieren comer.

— ¿Lo sabias? — me pregunto sorprendido.

— Se nota a leguas — le dije rodando los ojos — ambos se comen con la vista, y no olvides la vez que entraste al cuarto cuando nos cambiábamos para la fiesta de Johana. La viste en ropa interior, quedaste embobado y duraste segundos en reaccionar antes de salir de la habitación. — le dije.

— ¿Crees que le guste y no me tendrá pena por la muerte de mamá? — dijo apenado.

— No creo. ¿Sabes que la vez que les conté de las fotos ella te miro con ternura mientras dormías? — le dije con una sonrisa.

— ¿Enserio? — dijo esperanzado — Verdad, ¿Qué ha pasado con eso?— dijo curioso.

— Nada — dije un poco molesta — he recibido notas en mi casillero, aún no han parado — dije cansada.

— Tranquila, mañana lo descubriremos. — dijo levantándose — voy a dormir y mañana te ayudaré con plan. Te quiero, descansa — dijo dándome un pequeño beso en la frente y se fue.