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Disculpen la demora chic@s. No debo de poner excusas pero hace 3 semanas empecé las clases virtuales de la universidad y es peor que las clases presenciales. Se que es muy tarde o temprano para esto xd ya que acá en mi país son las 4:20 am, pero tranquilas aquí les va el capítulo.
-bookofotherlies

Evan:
Miedo era lo que sentía en estos momentos, miedo y paranoia. Miedo por caminar a estas horas de la noche a casa de May, miedo a los asaltantes y ladrones; paranoia de que algo malo va a suceder y no me gusta pensarlo ya que siempre sucede algo malo cuando lo siento.

Dicen que los chicos son menos probables a los asaltos, pero pasa igual que las mujeres la diferencia es que ellas son mujeres y nosotros "hombres fuertes que nos sabemos defender". Soy un gran ejemplo de que no se defenderme.

Observe a lo lejos la casa de May y saque el aire que estuve conteniendo sin darme cuenta. Faltando algunos seis pasos para llegar alguien me voltea en un movimiento brusco.

Nada más que Alex...

— ¿Qué necesitas? — expresé demostrando inconformidad con el.

— ¿Crees que con ese suéter impresionarás a May? ya entiendo porque no te hace caso. — rió de una manera sarcástica y engreída — Tranquilo, que ella volverá a mi y no tendrás que preocuparte más por ella. — palmeó mi hombro de una manera "amistosa".

— ¿ Y tu quien te crees? — ladeé la cabeza — No todo en la vida es físico.

Empezó a reírse de una manera exagerada, lo cual no le encuentro sentido porque no dije nada chistoso. Chasqueó su lengua y puso su mano en mi hombro — Que iluso eres. Estamos en el siglo XXI — extendió sus brazos — la gente juzga y toma decisiones por el exterior: la seguridad que demuestras, como te vistes, como te arreglas, todo — mostró su sonrisa blanca y perfecta. En parte tiene razón, pero no significa que esté bien.

— No se cual es la necesidad de estar detrás de una chica que no te hace caso, ¿ni siquiera te da vergüenza?— anuncie a mi querido acompañante — si el físico importa, ¿No debería de estar contigo en vez de estar conmigo? — le cuestione — cierto, pasa que la gente no le interesa solamente verte la cara todo el día, si no cómo conectes intelectualmente con ellos, pero los tontos como tú no lo saben — le guiñe un ojo y palmee su pecho para moverme y llegar a casa de May ya que me he tardado mucho y Alex me está haciendo perder el tiempo.

Antes de escaparme, me agarro del suéter de lana azul y me dijo — Deja de hablarle a May o te ira mal —.

Me solté de su agarre y me alejé un poco— Más bien tu deja de molestarla — dije acercándome lentamente a él y sacando mi celular — a menos de que quieras que la gente vea tu compañero ahí debajo — dije mientras le enseñaba las fotos de su amiguito — o le enseñare a la policía como chantajeabas a May y podrías durar un tiempo en la cárcel — su cara era todo un poema y una explosión de emociones. Se veía molesto, sorprendido, ¿con miedo? — así que te puedes ir yendo.

Me miro por una última vez y se fue. Me controlé en lo que terminaba el recorrido a casa de May. Su casa por fuera era muy bonita, es color blanco con marrón claro, tiene dos pisos, en el techo hay cerámicas naranja como decoración, varias ventanas en la parte delantera y un pequeño jardín decorado con algunas flores plantadas.

Antes de tocar el timbre mi corazón se desbordó. No entiendo porque a pesar de ya conocernos me pasa. Toco el timbre y espero tres segundos tras la puerta y la abre una May preocupada.

— ¿Por qué tardaste tanto? Está oscuro, me asusté — me miro preocupada con esos ojos cafés oscuros que me llevan al infinito y más allá.

Llevaba unos pantalones cortos negros, un suéter gigante y su pelo estaba amarrado en una coleta.

— Tranquila, solo me encontré un amigo — dije para tranquilizarla — ¿Me puedes dar un poco de agua?

Entramos y la segui hacia la cocina. Se dirigió al refrigerador, saco una botella de agua y me la dio. Al verla me doy cuenta de lo pequeña que es y sonrio.

— ¿De que te ries chico? — dice con una sonrisa

— Solo me estoy dando cuenta lo pequeña que eres — sonrio

— ¿Te burlas de mi estatura? — pregunta fingiendo molestia.

— No cariño, al contrario, me gusta que seas mas pequeña que yo — dije acercandome

Sus hombros se tensaron y su mirada bajó y parece que estaba nerviosa. 

— Tengo que decirte algo — suspiró — desde que te conocí fuiste un tonto engreído con baja autoestima y gran persona, que por cierto es muy extraño esa combinación de actitudes — sonrió — me ayudaste y apoyaste en muchas cosas. También respetaste mi decisión al decirte que no era el momento de una relación — dijo acercándose a mi  y mi corazón se aceleraba con cada palabra que decía— la vez que grite en el restaurante donde trabajas vi tu sonrisa, tus lentes, tu delantal y por mi mente no se me pasó que eras tu, un chico guapo y buena onda — se acercaba mas a mi y mi corazón se me iba a salir del pecho de lo fuerte que estaba bombeando sangre — Me gustas Evan. No se cuando sucedió ni como, solo se que me gustas —.  Acortó la distancia y me besó. 


Era raro que ella tomara la iniciativa pero me encantó. Sus labios se moldeaban con los míos perfectamente, estaban suaves y tenían un sabor a chocolate. Nuestras lenguas bailaban a un mismo ritmo en nuestras bocas y recibí algunas mordidas en mis labios. ¡DIOS! mi tejido interno constituido por los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso aumentó de tamaño debido a que ese tejido se ha llenado de sangre; en pocas palabras, se me paró. Lleve mis manos a su cintura y la apreté contra mi para que vea como me tiene, lo cual reaccionó con un leve gemido sobre mis labios, siento que mis pantalones explotarán. Nunca he actuado así con una chica, pero la calentura del momento actuó sobre mi. Agarre sus mejillas, me separé .

— Tu me encantas, May — susurré cerca de sus labios con voz ronca y acorte la distancia de nuevo, ahora con un beso más calmado. Pero la puerta nos interrumpió.

— May, voy a sal...— se cortó el hermano de May al vernos y nos separamos. Llevaba una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra, unos jeans negros, unos tenis champions blancos y su pelo peinado completamente hacía atrás. Dirigió sus ojos a los de May, luego a los míos y bajo su vista a mis pantalones lo que me hizo inconscientemente cruzar mis manos sobre ellos — ¿Evan cierto? — asentí — Si quieres te llevo a tu casa, May no tiene permitido quedarse a solas con chicos. Así que vamos.

¿Qué creen que pasará en el auto con Bryce, Evan y el compañerito contento de Evan? Quiero leer sus comentarios.

Número Desconocido. (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora