Capítulo 13

61.8K 2.4K 174
                                    


  Lunes 7:30 de la mañana y yo ya estaba levantada. Algo raro en mí, pero los nervios no me dejaban en paz.

Quería verle de una vez por todas las caras a todos aquellos idiotas que un día creyeron que yo no podia ser alguien. Ya podía imaginar cómo me iban mirar, desde que cambié me encontraba más segura de mi misma.

 Terminaba de vestirme y decidí ponerme algo cómodo, una blusa que dejaba ver mi ombligo, está bien, lo admito, adoraba como quedaba el piercing en mi. Creo que le daba un toque juguetón a mi cuerpo.
Me puse unos jeans con roturas y mis zapatillas blancas.

El sábado anterior había pasado el mejor dia de mi vida con Justin aunque prometió llamar al día siguiente pero no lo hizo, estaba un poco enojada y triste con él, me había acostumbrado solo un poco a su presencia.

Comí una manzana rápido para luego lavarme los dientes y ponerme un poco de maquillaje. Máscara de pestañas, rubor y un poco de color en mis labios.

Antes de salir me puse perfume, eché las cosas a mi mochila y me marché en mi skate. Iba muy tarde como para ir caminando.

Cuando llegué a la universidad pude notar la mirada de todos mis compañeros que alguna vez me habían mirado con desprecio o me tomaron por tonta. Esta era mi venganza.

Les dediqué una sonrisa solo para que creyeran que podían tener una oportunidad conmigo. Idiotas.

A lo lejos pude ver la cara de mi ex mejor amiga: Caitlin. Abría su boca con asombro y el inútil de su novio me recorrió con la mirada. Hice una mueca de asco y los ignoré.

Las idiotas también me dedicaban un saludo al que yo se los devolvía. No porque me cayeran bien, sino porque las palabras de Justin aún estaban presentes en mi.
Doblé en un pasillo para llegar a mi primera clase y a lo lejos divisé a Ryan que se veía sorprendido, con el antes ya mencionado.

 Al estar cerca de ellos él me dedicó una sonrisa que no respondí, todavía estaba algo indignada por no haber llamado.

Me senté en mi respectivo lugar mientras veía que Caitlin entraba con Dylan, y Justin se veía algo confundido. No me permití mirarlos a ambos para conservar mi dignidad. Por ahora solo quería ver la reacción de Jason.
Al entrar estaba ocupado buscando cosas en su malentín, y cuando subió la cabeza para mirarnos noté que se quedaba algo embobado en mi. Sonreí internamente.

Algo torpe, Jason empezó la clase. A lo largo de ésta podía notar que me lanzaba miraditas, seguro no esperaba que me viera así. Cuando la clase dió por terminada, esperé unos segundos para que salieran todos y luego me acerqué a Jason.

Era hora de empezar mi nuevo plan de “conquistar”.
- Jason. – Saludé con una sonrisa.

- Oh, _______(tn). - Levantó la vista de unos trabajos y sonrió.

- Quería consultarte con el trabajo que nos diste hace unos días, verás...  – Dije acercándome mientras jugaba con el dobladillo de mi blusa. - Tuve unos problemas personales con Caitlin y requiero que pueda hacerlo sola. - Lo miré a los ojos, éste se encontraba embobado.

- Claro que si, _______(tn), si así se evitan problemas puedes hacerlo sola. Pero ¿no tendrás problemas con los ejercicios? La señorita Bieber era buena en solucionarlos por eso dejé que ustedes puedan optar con quien hacer el trabajo. - Mordí mis labios desviando la mirada, quería que creyera que había dado en el punto justo. - Si necesitas puedo ayudarte. - Agregó. Bingo.

Cuando volteé a verlo sus ojos estaban fijos en mis labios. - Gracias, sería de gran ayuda, Jason. – Pronuncié lentamente, mojando mis labios con mi lengua. Me acerqué a él y susurré. - ¿Qué día te queda mejor?

- ¿Viernes?

- Me parece bien. – Dije a unos milimetros de sus labios, lo estaba provocando. Parecia hacer efecto, quería besarlo, quería saber si el tambien podía hacerme sentir como Justin.

Jason se estaba acercando, pude sentir el roce de sus labios pero una voz nos interrumpió y me separé rápido.
- Perdon por interrumpirlo profesor, pero quería hacerle una pregunta de el exámen de la próxima semana. – Expresó Justin sin siquiera mirarme.

- Ah… eh si Justin. ¿Qué quieres saber?

- Perdon, debo ir a clase. - Le dediqué una última sonrisa a Jason y no miré a Justin. Esta era la segunda vez que me dañaba el momento apunto de besarnos.

Caminé rápido a mi casillero y lo abrí, guardé algunos libros y saqué uno.
- ¿Se puede saber que mierda estas haciendo? – Escuché a un Justin furioso y yo pegué un brinco, la verdad es que me había asustado.

- ¿Y se puede saber por qué mierda siempre me dañas los momentos con él? – Cerrébmi casillero fuerte y mirandolo de la peor manera. No estaba enojada por lo de hace un momento, estaba enojada porque no me había llamado.

- Se supone que tienes que conquistar chicos, no a los profesores. – Dijo cortante.

- Bueno, ese es mi problema, además Jason siempre me ha gustado – Me arrepentí al instsnte de haber dicho eso porque pude ver una mueca rara en Justin.

- Perdóname, por ser tan imprudente... – Cortó dándose la vuelta para irse pero yo lo cogí del brazo y lo obligué mirarme. ¿Quién se creía?

Sentí el choque de mi cuerpo contra el casillero y luego él estaba abrazándome. Le devolví el abrazo solo porque lo había extrañado, no puede simplemente estar unos días conmigo, hacerme pasar un buen momento, y luego desaparecer unos días.

Cerré los ojos tratando de no llorar, me frustraba toda esta situación.  Suspiró y me acarició el cabello, hundió su cara en el espacio entre mi cuello y hombros, murmurando un lo siento.

- ¿Por qué no llamaste? – Murmuré a punto de llorar. Me obligó a mirarlo a los ojos.

- Perdoname. – Dijo y me dió un beso en la frente. Después de un segundo volvió a hablar – Si de verdad te gusta Jason, está bien. - Desvió la mirada.

- ¿En serio? – Traté de buscarlo con los ojos pero éste seguía mirando hacia el pasillo.

- Si. Te voy a ayudar si tu lo quieres, en fin, te lo prometí. – Dijo mientras se separaba de mo.

- Gracias, no sabes lo agradecida que estoy contigo. – Sonreí.

- Entonces has una cita con el profe… quiero decir con Jason, luego me avisas y lo hacemos.

- ¿Cómo así? ¿Tu vas a ir con nosotros? – Levanté una ceja. ¿Eso no era raro?

- Si, tengo que ayudarte con lo que no sepas para que no pases vergüenza. – Dijo riendo, me pareció un poco extraño, pero tambien reí.

- Eres mi héroe. Bueno, Super Justin debo ir a clase porque voy súper tarde. – Reí. - Y tú también.

- No se preocupe, mi damisela, nos vemos más tarde. - Me despedí pero luego escuché a lo lejos. - Por sierto, señorita. – Me di la vuelta para verlo. – Se ve sexy con esa ropa. – Sonrió y dió la vuelta empezando a caminar en direccion contraria a donde yo iba. Justin siempre me hacía reír con sus tonterías.

Me fui a clase con una sonrisa en la cara y terriblemente tarde.

(...)

Después de clases volví al salón de Jason para poner un lugar en "donde estudiar" y que tal vez luego de eso podamos ir al parque de diverciones que está cerca de la cafetería en donde nos veríamos. Avisé que Justin nos iba a acompañar por diversión, aún así aceptó con su típica sonrisa.

  Luego de ahí, salí a mi tabajo. Durante las 4 horas que estuve ahí mi jefe no dejó de mirarme, el muy imbécil jamás se había comportado amble conmigo y ahora sí lo hacía. Por supuesto no dejaba de mirarme las piernas en cada oportunidad que tenía cuando me levantaba a buscar un libro en los estantes altos para dárselo a algún niño.

El muy sucio me miraba con perversidad y a mi me daba asco. Decidí ignorarlo y cuando al fin terminé salí lo mas pronto posible.

Al llegar a casa ordené una pizza y me puse a mirar en retrospectiva todo lo que hoy había pasado. Estaba estusiasmada por la cita - no - cita.

Fall - Justin Bieber y Tu. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora