La niñera de los Bouvier's.

~Capítulo Diez~

Me encontraba caminando por las calles de la ciudad de Montreal, reviso mi teléfono móvil para ver la hora y el reloj marca las diez con diecisiete minitos de la mañana, se supone que miraría a Sky en la cafetería, aquella que la vi por ultima vez, dado que el trabajo que me ha conseguido ella no he tenido tiempo para verla.

Cambié de canción y puse algo de Sleeping With Sirens, la voz de Kellin suena un poco femenina, pero me agradaba y sonreía al recordar como en algunas entrevistas él contaba "yo no canto como mujer, ellas cantan como yo". Seguí caminando con mis audífonos puestos mientras me acercaba cada vez más a la cafetería, quería despejarme un poco después de lo que ha ocurrido estas semanas, o mejor dicho, la noche anterior. Si sé lo preguntan, no, no terminamos teniendo sexo, no puedo negar que estando con Pierre hace que mis piernas se muevan de nervios pero, sea como sea tengo principios y él es un hombre casado. La noche de ayer sé lo recordé, no hizo más que alejarse de mi y salir de la habitación sin decir ninguna palabra, así que esta mañana me hice la dormida y esperé a que saliera con las niñas, algo escuché que se irían de paseo solo los tres y realmente espero eso.

Llego a la cafetería y abro la puerta, haciendo que el bendito olor a café atraviese mis posas nasales y sonría automáticamente, un olor exquisito que siempre me enamoraría. Vi a mi mejor amiga sentada en unos de los sillones que se encontraba junto a la ventana, el mismo que la vez pasada, me acerco mientras me quito mis audífonos y apago el reproductor de música de mi teléfono.

Sky al verme me mira con una gran sonrisa y llega corriendo a mi como si tuviéramos años sin vernos.

-Te extrañaba tanto, desaparecida.

-Sí no me hubieses conseguido trabajo, creeme que estuviera en tu casa todo los días.-solté una risa ligera mientras nos despegabamos del abrazo.- ¿lista?

-Obvio, siempre lo estoy. Pero espera, pedí por ti.-dice mientras se acerca a la mesa de centro que se encontraba a lado de nosotras y me entrega un café para llevar. -Capuccino de vainilla sin canela.

-Muchas gracias, te irás al cielo.-digo mientras lo tomo y salgo de la cafetería con mi amiga.

-Entonces... ¿Centro comercial que esta frente a la plaza?

-¿Crees que pueda encontrar algo ahí?-pregunto mientras bebo un poco de mi café. Si me pudiera casar, definitivamente seria con este café.

-Claro que si. Digo, seria un vestido sencillo bonito, ¿no? Conociéndote.

-Si, pero solo será para la entrega de papeles, no tengo pensado ir al baile.

-¡Vamos! ¡No seas aguafiestas! ¡Es tu ultimo baile de graduación y tenemos que ir!

-Tú solo quieres ir a conseguir un novio.-pongo los ojos en blanco un tanto divertida.

-Y guapo.-sonríe satisfactoriamente mientras toma de mi brazo.

Caminamos un poco y ella decidió tomar un taxi de vez el autobús, así que estando dentro del taxi, Sky le dijo al taxista hacia donde íbamos. Minutos mase tarde nos encontrábamos dentro del centro comercial, odio venir a estos lugares, más bien, siempre he odiado comprar ropa, medirme ropa, lavar ropa, doblar ropa y todo lo que tenga que ver con la ropa, pero obviamente hago los quehaceres de mi casa en cuestión a ese tema. Recorrimos varios lugares y ninguno sin convencerme, necesitaba uno sencillo solamente para la entrega de papeles de mi tesis, lo presentaría frente a los doctores especializados a mi tema fe investigación y algunos docentes. Realmente respecto al baile de graduación, le había pedido a Jack que me acompañara, sé a la perfección que Sky me acompañaría, pero quería que fuera algunos de los chicos, aun necesitaría preguntarles a los chicos de Simple Plan, pero de tanto trabajo que tienen, no creo que puedan ir, solo quería preguntar, bueno, ellos ya son adultos, no creo que sean tipo de graduaciones o no lo sé, pero tenía pena en preguntárselo a Pierre después de lo sucedido, comencé a recordar el como sentía su tacto sobre mi piel, sus caricias y sus besos, inconscientemente llevo mis dedos sobre mis labios y lo acaricio con la yema de ellos, sonrió sintiendo como si aun tuviera su sabor.