Estúpida Gente

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Genial, otro día más abrumador, no tengo ganas de levantarme pero Patas me insiste en que salgamos a correr, la verdad es que hoy amanecí con el ánimo más caído que pueda haber existido en mí. No tuve otra opción que levantarme, estúpidas emociones.

Salimos de casa, y nos fuimos a correr lejos, como la quiero, desde el día en que la conocí mi vida enserio, que ha cambiado aunque sea un poco, me gustan los perros, los amo. Patas se paró para descansar un rato, la comprendo, correr no es fácil, y tampoco levantarse a las cinco y media de la mañana con las emociones caídas tampoco lo es.

Me pregunto como le habrá ido a Dante ayer con Susie, espero que bien, bueno, no es algo que me preocupe mucho, Dante habrá sabido que hacer, es un chico, al menos en so de las citas debe ser bueno.

Regresamos a casa más cansados de lo normal, al entrar mi mamá nos sirvió un vaso con agua, y Patas se echó en el piso tapando el paso. 

    —Hoy les fue bien ¿No es así?-Me dijo mi madre.

  —Fue algo cansado.-Contesté.

    —Lo sé, se nota.-Me dio un beso en la mejilla.-Me gusta saber que te va bien.

  —Gracias.

Mi mamá sabe como tratar a la gente, es cariñosa y comprensiva, desearía ser como ella. Pero no, nací siendo hombre jajá.

Luego de eso, tomé el teléfono y llamé a Dante.

    — ¿Está Dante Quintana? -Sé que me contestó él.

  —Efectivamente Aristóteles Mendoza.-Contestó.

Fue algo tan chistoso que ambos estallamos en risas, imaginé que Dante estaba con sus padres, escuchaba voces.

    —Eres pésimo Ari.-Me dijo.

    —Igual que tú.-Le dije.- ¿Cómo estás?

    —Bien, algo desvelado, pero bien.-Es como si pudiera ver como sonríe del otro lado del teléfono.

 —Me alegra saberlo, ¿Cómo te fue ayer?

    —Esperaba a que me lo preguntaras.-Lo supuse.-Pues fue raro, ella me intentó besar.

  — ¿Qué demonios?-Me exalté por dentro- ¿Cómo? ¿Qué hiciste?

    —La detuve, le dije que no podía, y ella entendió que me gusta alguien, pero ya no le dije nada...-Se quedó callado.- ¿Hasta cuando vamos a seguir ocultando esto?

    —Dante.-Lo pensé dos veces.- Creo que ya es hora de hacerlo.

Él se emocionó pero no supo ocultarlo. 

    —Hablas enserio, ¿O sólo mientes?-Dudó.

  —Joder Dante, hablo enserio.-Cuando duda de mí me hace sacar malas palabras.

    —En ese caso... ¿Puedo ir a tu casa?-Lo pensé.

  —Claro, aquí estaré.-Me siento diferente, como si yo no estuviera hablando. 

Desperté con más ganas de odiar al mundo. Pero, al momento en qué hablé con Dante, todo cambió.

Dante o tardo en llegar a mi casa, no hicimos gran cosa, pero si nos dispusimos a salir en busca de mis amigas para contarles la verdad, si nuestros padres lo saben, si lo sabemos nosotros, qué más da que el mundo lo sepa.

Nos fuimos caminando a casa de Susie, nos quedamos un rato calladitos sin decir nada.

    — ¿Y cómo te sientes con esto?-Me preguntó.

  —No lo sé, raro.-Le contesté.

    —Típico de ti Ari.-Se rió.

  Él me iba a tomar de la mano, lo sé lo vi con intención, hasta que vi a Julian(si no es así el nombre diganmelo, tengo una memoria muy extraña y confusa) Al idiota ese que golpeó a Dante.

  —Mendoza, ¿Así que ahora te juntas con maricas como él?-Señaló a Dante.

    —Cállate imbécil.-Le dije.

  —No me digas que tú eres igual, ahora entiendo porque me golpeaste aquella vez.-Me dijo, vi como Dante cambiaba su expresión.

    —A ti que te importa.-Le contesté.- Ya mejor esfúmate de aquí.

  —Bueno idiota, si no es así, aléjate de aquel.-Me dijo.-¿Puedes?

    —Mejor me alejo de ti estúpido.-Y nos fuimos, él se quedó parado con ganas de más, pero para  que desgastarme hablando con gente tan mierda como aquel.

  —Me alegra saber que no rompiste la regla.-Me dijo Dante.

 —Nunca lo haría, jamás me alejaría de ti.-Malditos sentimientos.

La gente que pasa por allí nos mira raro, como si fuéramos una mierda, como si fuéramos algo raro. Pero no me interesa, ¿Por qué debería sentirme mal? ¿Mal por querer a un chico? Creo que hay peores cosas que esto.


  


Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora