Como siempre.

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Acostado en mi cama, como siempre. 

Ya hecho de todo, creo que no se me ocurre alguna otra cosa, mi mamá sigue abajo platicando con su amiga esa de la iglesia, no he visto a mi papá desde ayer, creo. Justo por mi cabeza pasó una imagen de mi hermano, lo extraño ¿Por qué habrá hecho eso? yo soy parecido a él, soy un chico, me gusta pelear ¿Acaso podría terminar así? ojalá y no, quizá no sea muy expresivo, pero no quisiera ser el hijo muerto de la familia, ha de ser abrumador, no creo que mi hermano sepa que mi mamá y papá poco hablan de él, antes era como si fuera un muerto, pero mientras mi curiosidad fue aumentando comenzaron a sacar algunas cosas.

Espero algún día verlo, abrazarlo y decirle que es el mejor hermano del mundo.

Bueno, también pienso en Dante, ¿Qué estará haciendo? Quizá esté dibujando, o platicando con sus padres, aventando sus zapatos, o viendo si no hay algún pájaro que salvar.

Patas se apareció en mi cuarto, corría en círculos persiguiendo su cola, es tan linda, es una de las mejores cosas que me han pasado en estos años. Me levanté para acariciarla, ella sólo se tiró en el piso y movió su patita trasera, lo disfruta demasiado, quisiera saber que pensará ella cuando me ve, o qué pensará cuando no estoy con ella, ha de ser interesante. 

Mi mamá me gritó nuevamente.

   —Ari, te hablan por teléfono.

Bajé corriendo, Patas me siguió, tomé el teléfono.

  —Hola.-Dije

   —Ari.-Dijo Dante muy serio.

  —¿Qué pasó?

   —Nada.-Dijo.-Es broma, oye, ¿Mañana quieres venir a mi casa?

Que raro.

  —¿Mañana?

   —Sí, es que, mañana van a venir unos primos y unos tíos, ya sabes, quisiera que conocieran algo mexicano de verdad.-Se rió.

  —Jajá, claro.-Dije.-Pensé que era otra cosa.

   —Bueno, si quieres si no, no hay problema.

  —Deja el drama de lado, iré.-Me reí.

   —Gracias Ari.-Imagino a Dante sonrió.

  —Ya sabes.-Le dije.

   —Eres genial.-Me dijo y colgó.

Que raro es esto. Antes era raro saber que yo conocería a sus padres, pues no era tan "normal" para mí, pero lo logré, ahora conocer más allá la familia de alguien es tan... extraño ¿Podré ser lo suficientemente mexicano para ellos? jajá, ese Dante es un loquillo, lo bueno de qué él no conoce tanto a mi familia, sólo a mis padres, mis hermanas lo amarían.

Algún día quisiera ir a conocer México, ha de ser genial.

Y como siempre, Ari se quedó cuestionando la vida y las cosas que lo rodean.

 

Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora