Me rindo,que seas muy feliz... (EDITANDO)

Capitulo 21

Siento como un rayo de luz me daba directo en los ojos, y como era se suponerse sentía demasiado calor pues Ryan estaba demasiado pegado a mi, poco a poco voy abriendo los ojos ante aquella luz que ya no me dejaba seguir durmiendo; aparte de los ronquidos de mi querido hermano. Me quite de encima con mucho cuidado el brazo de Ryan que me estaba abrazando por la espalda, me fui parando poco a poco pues la cama estaba haciendo demasiado ruido como para despertar a Ry, me quite de encima las cobijas pues no quería caer otra vez en el sueño.   

Me senté en la cama poniendo mis manos en los costados, pues sentía como me daba todo vueltas ademas que tenia unas ganas de vomitar, estuve sentada como por unos dos o tres minutos hasta que sentí como todo volvía a la normalidad, me puse mis pantuflas para que así ya pudiera ponerme de pie; salí de la habitación pues mi estomago me empezaba a rugir pidiéndome comida, camine hacia las escaleras pero de repente me pare de un salto al ver en una ventana que estaba lloviendo a cantaros, donde el cielo estaba totalmente gris, como si el sol estuviera lo suficientemente triste para no salir.    

Empece a bajar las escaleras lo mas despacio que pude pues no sabia que todavía todos estuvieran durmiendo y no quería despertar a nadie, al llegar al final de las escaleras pude ver la luz de la cocina encendida, así pues camine hacia aya pues mientras me iba acercando pude detectar un gran olor, como de chocolate y vainilla.     

Al llegar a la cocina pude ver a mi abuela parada de tras de la barra, estaba de espadas al momento que entre, pude ver como toda la cocina estaba llena de ingredientes, moldes y cucharones, era como si estuvieras en esos programas de televicion donde aparecen las personas cocinando; pero nada se comparaba con la comida que mi mama y mu abuela preparaban pues era la mejor comida que había en el mundo, se podía oler demasiadas cosas pero lo que mi olfato le llamo mucho la atención fue el olor a chocolate, pues solo ese simple olor hace que mi estomago despierte con un gracioso y raro gruñido.   

Me lleve las manos a mi estomago como para que así dejara de gruñir pero creo que no lo calme ni un segundo, pues de repente al lazar la vista pude ver a mi nana viéndome con su tazón preferido y con una sonrisa en la cara, era como si adivinara que yo era la que había hecho ese gruñido tan peculiar, que hasta había hecho que nana dejara la mezcla por poner atención en mi.  

-Parece que a mi pequeña ya le dio hambre, ¿no es así, hermosa Jeny?- nana tenia todo la razón pues mi estomago no paraba de rugir, así que camine hacia un a de los  taburetes de la cocina para así tomar asiento, mi abuelo volvió a tomar el mismo ritmo para mezclar la masa de las galletas, apoye las brazos en la barra pues me empezaba a dar  sueño. 

-A ver mi pequeña dormilona - no se en que momento mi nana traía con sigo un tazón de fruta picada, otra tazón con cereal y un vaso de jugo de naranja - aquí tienes un desayuno nutritivo y muy sabroso - puso todo lo que traía enfrente de mi con mucho cuidado para que no se cayera nada - quiero que estés bien alimentada, pues esta tarde tengo planes para salir las dos nieta y abuela.  

Sabia que hablaba en cerio pues cuando nos iba a visitar a nuestra casa, un día cualquiera  me sacaba de la casa sin decirme nada como con quien íbamos o para donde, simple mente salíamos y no regresábamos hasta mas tarde, me entusiasme mucho al saber que tendríamos un hermoso día, pues cuando le platicaba mis problemas ella siempre tenia un consejo que me servia demasiado para saber que todo iba a estar bien.    

-Hoy va a hacer un día hermoso, así que quiero que te pongas algo ligero y refrescante, pues a la mejor pasaremos todo el día en la calle - asentí con la cabeza pues estaba empezando a comerme el cereal, siempre me había gustado ver a mi nana cocinando galletas pues lo hacia una con felicidad que hacia que mi día fuera grandioso, pues cuando iba a mi casa todos los domingos cocinaba esa galletas y unos brownies de chocolate y de fresa, pues todos nos sentábamos en la sala para ver una película, esos eran los fines de semana en familia pues siempre eran los días que mas me gustaba.