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Estaba sentada en el sofá de mi departamento, pensando en ir o no a ver a Jasmine.

Estaba tan confundida, me obligaba a no pensar en ella pero en realidad quería hacer todo lo contrario. Recordé que no había pasado por Ruben.

Tome el celular y comencé a escribir para pedirle a Mónica que me cuide un rato más a Ruben.

MAD:

¡Oye! Estoy ocupada, tengo una junta de... de que flores son mejores para el ramo de novias. Cuídate y cuida a Ruben, por fis.
Enviado a las 5:00 pm.

Deje el celular y me fui a duchar. Sí iré a ver a Jasmine. Estaba segura, hoy por fin arreglare las cosas cosas con ella, lo que no me atreví a hacer hoy en el día.

Tome las llaves del auto y salí.

MÓNICA:

¡¿QUÉ?! Eso ni existe, pero está bien, solo porque realmente adoro a tu obeso perro. Adiós.
Enviado a las 6:30 pm.

...

Ya estaba por llegar a la dirección que decía el papel, eran exactamente las 7:00 de la noche. Estaba nerviosa y un tanto alterada.

En todo lo que duró el camino, en lo único que pensaba era que decirle a Jasmine cuando la viera. ¿Y si está su prometido de nuevo?

Me estacione y suspire, espero que no se vuelva a repetir aquella horrible historia.

-Hola muñeca -dije estando aún dentro del auto-. No, no, ¿por qué soy tan patética?

Abrí la puerta del auto con pesadez, saque mi bolso y cerré el auto, camine algo desesperada y subí al elevador en seguida.

Estaba justo afuera de la puerta y no me atrevía a tocar. Y después de un par de minutos, lo hice.

Toqué una, dos, tres veces y no lograba escuchar nada. Y de pronto se abrió la puerta de atrás.

-¿Madeline? -dijo la voz de Jasmine. Volteé asustada y sí, ahí estaba de pie frente a la puerta, sonreí.
-¿Qué haces ahí? -pregunté confundida-. ¿Qué no vives aquí? -dije señalando la puerta frente a mi. Ella negó.
-No sé de donde sacas eso -dijo claramente divertida. Le mostré el papel y parece que había leído un chiste porque comenzó a reír como loca.
-¿Qué? ¿qué pasa?
-Pasa que mis cuatro los hago como nueve, lo siento -dijo y sonrió, que linda sonrisa-. Ven, pasa.

Entré un tanto tímida y mire todo a su alrededor. Era muy lindo, cabe aclarar que ella tiene muy buenos gustos y es muy femenina.

-Vaya, que lindo lugar -dije.
-Sí, pequeño pero lindo, ¿no? -dijo mientras cerraba la puerta -. ¿Quieres algo de beber? ¿un café?

Asentí y me senté en el sofá color vino que estaba a lado mio. Jasmine salió unos minutos después de la cocina y me dio la taza de café. Ella igual tenía una.

-¿Y bien? -dije, dejando la taza sobre la mesa que estaba enfrente.
-¿Qué? -dijo ella-. ¿Para qué te invité? -asentí-. Pues... -ella también dejo la taza sobre la mesa.
-Pues... -dije al ver que tardaba tanto en responder.
-Quiero que las cosas queden claras, ¿no?

Sabía que diría algo así, ya me imaginaba lo que seguía, «lo siento, pero no me gustan las vaginas».

-Bien, entonces, habla.

Jasmine se puso de pie y caminó hacía mi, se sentó en mis piernas, yo estaba congelada hasta que sentí sus labios. ¡¿Qué rayos?! No podía detenerme, seguí el beso y mis manos pasaron de estar en su cintura a sus glúteos.


N/A
Gggg aire plox. (͡° ͜ʖ ͡°)
PD: En multimedia está como las visualizo, solo que versión sofá, no cama. :v

Nos vemos hasta el Lunes

Me Enamoré de la NoviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora