Capítulo 2: Cas es una chica

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—¡¿En qué estabas pensando, Dean?! ¡Pudiste haber muerto! ¡No tenías idea de qué sucedería! —Castiel estaba desencajado, miraba a Dean con los ojos llenos de una furia asesina, apretando los dientes al hablar, cerrando los puños, conteniéndose para no hacer algo de lo que se arrepentiría. 

Hubiera sido muy intimidante en verdad, si no fuera porque ahora medía una cabeza y media menos que antes, y su camisa estaba hecha jirones debido a la explosión, dejando muy poco a la imaginación. Dean lo escuchaba con la boca formando una "o", intentando decir algo, pero nada venía a su mente. Sus ojos iban de la mirada encendida de Cas a su pecho voluminoso, y de nuevo a su rostro, pasando por su boca, sin lograr enfocar los pensamientos.

—¡¿Cas?! ¿Qué demonios está pasando? ¿Puede alguno de los dos explicarme por qué Castiel es una chica? —Al escuchar la pregunta de Sam, el ángel se miró a sí mismo por primera vez. Se dio cuenta de lo altos que parecían ahora los hermanos. Vio que se le habían salido los zapatos, y que sus pantalones apenas se sostenían sobre sus ahora más pequeñas y redondeadas caderas. Notó que la camisa y la corbata habían sufrido el mayor daño. La energía del hechizo había dado de lleno en su pecho, quemando la tela en gran parte y había perdido varios botones.

—Cas es una chica —dijo Dean señalándolo con un dedo y mirando a Sam.

—Sí, eso es evidente, Sherlock. —Sam no podía creer que su hermano tomara esa actitud infantil viendo lo enfurecido que estaba Castiel hacía un momento. Miró a Dean con su mejor cara de perra, frunciendo los labios y levantando las cejas, viéndolo firmemente a los ojos para forzarlo a comportarse como un adulto y responder.

—Dean encontró un "libro para niños" —comenzó a explicar Castiel, y al decir esto hizo un gesto con los dedos imitando las comillas, movimiento que cambió el delicado equilibrio cuerpo/camisadestrozada y uno de sus pechos decidió que era momento de salir a saludar. Sam se ruborizó ligeramente y apartó la vista del ángel y continuó escuchando como si nada hubiera pasado. Dean por su lado dejó de escuchar por completo—, y pensó que era buena idea probar un hechizo al azar solo porque tenía el ingrediente a mano. El libro ni siquiera decía qué sucedería de funcionar el conjuro.

Sam miró a Dean reprobándolo, para encontrarse con que el rubio no había prestado atención en lo más mínimo; solo estaba mirando el busto de Castiel, notablemente acalorado.

—¡Dean! —Sam le gritó trayéndolo de regreso a la conversación—. ¡¿De verdad, Dean?!

—¿Qué? —Miró a su hermano sin estar seguro si le habían estado hablando a él. Trató de concentrarse, la borrachera se había ido en el momento en que Cas salió disparado directo a la pared, por lo que debería ser capaz de formar al menos un pensamiento coherente—. Emm...   —Rebuscó en su cabeza lo que Castiel acababa de decir, algo del libro para niños, a partir de ahí no escuchó nada más—... Estee... ¡Libro para niños! Creí que era un libro para jugar a ser bruja, no pensé que fueran hechizos de verdad. Lo lamento. Lo siento, Cas, no fue mi intensión.  

Dean miró cómo Castiel se llevaba sus pequeñas manos a las caderas, negando con la cabeza y apretando los labios. Seguía molesto, pero el arrebato de ira se había ido. Se veía más bien decepcionado. ¿O sería decepcionada?

—Está bien, Dean. ¿Te encuentras bien? Afortunadamente logré quitarte la pluma a tiempo.  —Mientras Cas hablaba, Dean hacía un esfuerzo sobrehumano para mantener la vista en su rostro. No lo estaba consiguiendo—. De haber recibido la explosión tendrías serias lesiones.

Sam miraba a Dean haciendo el ridículo; era bastante divertido ver su cara totalmente roja, con los brazos cruzados sobre su pecho y una mano intentando sostener su propia barbilla para obligarse a mantener la vista en alto. Castiel seguía hablando sobre las probabilidades de huesos rotos y conmociones cerebrales, y Sam pensó que ya era hora de salvar a su hermano. Carraspeó para llamar su atención. El hombre-tomate y la mujer harapienta, absolutamente indiferente de su semidesnudez, lo miraron.

Hechizando Rápido y Fácil Con Madame Greenحيث تعيش القصص. اكتشف الآن