Capítulo 6: El Pay

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—Los accidentes no pasan simplemente accidentalmente, Dean —dijo Claire con reproche.

—Tienes toda la razón, generalmente vienen acompañados de mucho alcohol —intervino Sam.

Claire levantó una ceja interrogante hacia Dean y Cas.

—De acuerdo, digamos que libros de magia y cerveza no es una buena combinación —explicó el cazador moviendo una mano de izquierda a derecha, dando por terminado el tema. Claire los miraba todavía algo desconfiada, sospechando que le estaban ocultando cosas importantes. Dean tomó una de las tazas de café que Jody acababa de servir, dio un pequeño trago y continuó—. ¿Qué hay del caso? ¿Qué tienen hasta ahora?

—¡Oh! ¡El caso! —De pronto Claire parecía entusiasmada—. Tengo todo en mi computadora. Vengan. —Se dio la vuelta indicándoles que la sigan—. Este tipo al parecer está siendo acosado por el fantasma de su antiguo novio... —Dean revoleó los ojos y resopló molesto mientras subía las escaleras. Sam lo seguía de cerca con una sonrisita burlona.

***

Castiel se había quedado de pie en la sala, los vio alejarse mientras Jody comenzaba a recoger la bandeja.

—Permíteme. —Se apresuró el ángel tomando las cosas antes que ella. Jody le sonrió y lo miró con las manos en la cintura. Caminaron juntos hacia la cocina y Cas no pudo evitar fijarse en la forma en que la sheriff se balanceaba al andar, incluso dando suaves gemidos de dolor de vez en cuando. Dejó la bandeja con las tazas en la mesada y se volvió para mirar a Jody de frente.

—Tienes dolor —le dijo señalando con los ojos hacia las piernas de la mujer, para luego volver a encontrar su mirada.

—See... —respondió Jody con aire despreocupado, dando palmadas a su pierna mala—... viejas heridas de guerra —dijo con una risita amarga.

—Puedo curarte, si tú quieres —propuso solemne Castiel, con la mano derecha ya a medio camino, aguardando su respuesta. 

Jody alzó las cejas desconcertada por unos instantes, y casi de inmediato afirmó con la cabeza, primero dudando un poco, y al ver que Cas sonrió, afirmó una vez más, con firmeza. El ángel dio un paso al frente y presionó con gentileza las puntas de sus dedos en la frente de la mujer. Una luz blanca que parecía provenir de la piel misma de Castiel iluminó el rostro de Jody. Cuando se apartó luego de solo unos pocos segundos, todos los dolores que ella cargaba a cuestas desde hacía años desaparecieron por completo, su cuerpo se sentía incluso más liviano.

—¡Guau! —Jody se recorrió con la mirada. Movió la pierna mala, esta ya no dolía en absoluto. Aplicó presión en el brazo que se había roto hacia unos años, pero este también se sentía como nuevo—. ¡Creo que no me había sentido tan bien desde que iba a preparatoria! ¿Dónde has estado toda mi vida? —bromeó—. Recuérdame que regañe a esos dos inútiles por no habernos presentado antes. —Castiel rio con timidez y comenzó a poner los trastos en el lavado.

Jody sacó del refrigerador todo lo necesario para comenzar a preparar la cena, y se disponía a comenzar cuando notó la mirada fija del ángel, que seguía todos sus movimientos con sumo interés.

—Ey, Cas. ¿Puedo decirte Cas?

—Por supuesto.

—¿Quieres ayudarme a cocinar?—Castiel la miró sorprendido por la pregunta, y se apresuró a responder que sí con la cabeza, reparando en todos los ingredientes que estaban dispersos por la mesada—. Excelente —sonrió Jody—. Haremos un pay de pollo, y uno de manzana como postre.

—Dean ama el pay —apuntó Cas, ahora con todavía más entusiasmo por aprender a cocinar.

Jody no pudo evitar ver a Castiel como una tierna niñita de ojos brillantes impaciente por ayudar.

Hechizando Rápido y Fácil Con Madame GreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora