Capítulo 13: Intoxicado

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Dean se restregó el rostro molesto y alzó su mirada vidriosa hacia el ángel.

—Yo no te llamé, amigo —balbuceó con cansancio. "Dijiste mi nombre" respondió Castiel bajando la vista a sus pies. Era evidente que no pretendía interrumpir. Dean repasó mentalmente lo que había dicho. Su cerebro estaba ralentizado, pero aún así consiguió recordar que había gemido su nombre—. Yo... Cookie dijo algo acerca de mi mmmujer y yo solo... re-repetí tu nommbre —mintió Dean con las pocas neuronas que todavía le funcionaban—. P-p-pero no te estaba llamando.

Castiel estaba seguro de que no había sido solo una mención de su nombre. Había tenido una carga de sentimiento lo suficientemente poderosa como para ser una plegaria; pero Dean se veía abrumado y prefirió no discutir al respecto.

—Ya veo —dijo con suavidad la morena frunciendo los labios.

—No p-puedes sssolo aparecerte cada vez que te nombro, hombre —protestó Dean.

—Lo lamento —se disculpó Castiel considerando si debería volar fuera de allí. Ver a Dean con Cookie le había afectado más de lo que hubiera supuesto y tuvo que respirar con profundidad antes de volver a hablar—. No sabía que tenías compañía —añadió paseando la mirada por la habitación. La cama estaba revuelta y había ropa de Dean desperdigada por el suelo—. Puedo traerla de regreso si quieres. Borrarle la memoria de los últimos minutos —propuso volviendo su vista nuevamente al suelo.

—Naa... olvídalo —dijo el cazador tirando un manotazo al aire. Miró al ángel a través de la nebulosa del alcohol. "Pero, Dean...-" insistió Castiel buscando su mirada—. Hablo en sserio, Casss. Olvídalo. De todos modos estoy demasssiado borracho para eso —dijo el cazador apretando el puente de su nariz—. Y a decir verdad... no estaba disfrutando su commmpañía —confesó intentando ponerse en pie. Todo el cuarto a su alrededor comenzó a girar y sintió que su estómago se daba vuelta—. ¡Agh! —se quejó llevando una mano a su vientre.

—Estás intoxicado, Dean —aseguró Castiel posando una mano en su hombro. Dean jadeó y, tapándose de pronto la boca, intentó caminar hacia el baño. Castiel lo sostuvo ahora por ambos hombros deteniéndolo y en un parpadeo se materializaron frente al retrete.

Volar nunca le había sentado bien al cazador, mucho menos estando ebrio. La sensación de náuseas se agudizó al instante y se dejó caer sobre sus rodillas, enterrando la cabeza en el escusado.

—Permíteme curarte la borrachera —le pidió Cas mientras lo observaba vaciar su estómago; pero Dean empujó su mano cuando este intentó tocarlo, indicándole que no quería que lo hiciera—. De acuerdo, como gustes. —Frustrado por no poder ayudar a Dean, Cas se arrodilló a su lado y frotó su espalda como había visto en las películas que los humanos hacían en situaciones como aquella.

Dean parecía sosegarse con el gesto y sus espasmos eran cada vez más leves. Castiel intentó entonces sostener su cabeza, acariciando su frente y su cabello con suavidad.

Dean cerró los ojos al sentir sus dedos en el cuero cabelludo, respiró con profundidad varias veces y al fin acabó de vomitar.

—Allí va mi hamburguesa con tocino —murmuró mirando el desastre maloliente en el que se había convertido su cena. Sintió cómo el ángel se apartaba de su lado por un momento y lo buscó con la mirada; pero pronto estuvo de regreso con un vaso de agua en la mano.

—Ten, bebe —dijo posando el frío vidrio sobre los labios del hombre. Dean hizo lo que le indicaba, aliviando la irritación en su garganta. Cuando el vaso estuvo vacío, Cas tomó una toalla húmeda y limpió con gentileza el rostro de su amigo. Dean había cerrado los ojos,  entregado por completo a su cuidado y Castiel habría jurado que se había quedado dormido, cuando lo escuchó susurrar "Gracias, Cas"—. ¿Crees poder ponerte en pie? —Dean lo miró parpadeando descoordinadamente y Castiel supo que era una pregunta estúpida.

Hechizando Rápido y Fácil Con Madame GreenWhere stories live. Discover now