VIII. Temores que salen de noche

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_______ dudaba entre dos opciones, tumbada en el sofá, mirando al techo mientras esperaba que el sueño llegara y la invadiera. Primero; si Wonwoo no la echaba, ella no se iría. Podía enfadarse todo lo que quisiera, pero ella se quedaría allí hasta que él señalase la puerta y le pidiese que se marchara. Segundo; iba a evitarlo hasta que se calmara, por si decía volver a aplastar la pared, dejando una mancha de sangre en ella. La pintura podía taparlo, pero... ella no pensaba tentar a la suerte.

Eran cerca de las dos de la mañana cuando Wonwoo regresó al apartamento y, nada más escuchar el sonido de la cerradura, la joven se echó las sábanas por encima de su cabeza y fingió estar dormida. No es que fuera incapaz de explicarle lo que hacía en la oscuridad, pero no quería que pensara que lo había estado esperando, en cualquier caso. Prefería pasar un día entero en el infierno, antes que eso.

_______ escuchó unos pasos dirigiéndose a la cocina. Segundos después, oyó cómo un armario se abría, el sonido de los vasos chocando entre sí y los ruidos de una botella al abrirse. Después, un instante de silencio y el sonido del vaso al depositarse en el fregadero. Ella se mantuvo tan quieta como pudo, al escuchar los pasos aproximándose. Se detuvieron al borde de la cama. La joven ardió en deseos de abrir los ojos para ver lo que estaba ocurriendo, pero él seguramente la hubiese descubierto. Pero, ¿por qué estaba ahí parado? ¿De verdad esperaba que se hubiese marchado?

Pasó un minuto. ¿Qué demonios estaba haciendo? Su mente se imaginó todo tipo de situaciones asquerosas, pero no escuchó nada. Sólo... la respiración. Quería mirar. La curiosidad la estaba matando. Justo cando estuvo a punto de rendirse, _______ escuchó el sonido de sus pies alejándose, hasta llegar a la esquina del salón en la que se encontraba el piano. Entonces, se oyó perfectamente el sonido de la tapa de las teclas levantándose. La chica abrió los ojos, aunque sabía que no sería capaz de verle la cara, pues había una especie de pared que separaba la entrada del salón. Entonces esperó y escuchó.

Y él empezó a tocar. Su respiración se condensó en su garganta, mientras las suaves notas invadían el apartamento. Los sonidos graves predominaban en la melodía, lo que le habría extrañado, de no haberlo visto antes aporreando la pared. Tal vez la mano derecha le doliera tanto, que no podía hacer otra cosa más que apoyar a la izquierda, con los coros... Se trataba de algo que _______ ya había escuchado antes, algo que, en su opinión, era muy difícil de eliminar.

Es tan suave... pensó, cerrando los ojos. Parecía irreal que alguien como Wonwoo, con esa horrible personalidad y comportamiento imposible, pudiera crear algo tan bello. Si no le hubiera desquiciado así, pensó con tristeza, nunca habría escuchado algo tan pacífico para las almas atormentadas, tan aliviador para un corazón roto, un delicioso sueño para los dormidos.

Y, en sus sueños, lo vio, destacando en la oscuridad de la noche lluviosa.

Por favor, por favor... Que alguien me mire.

Y él dejó caer su paraguas, cayó tan bajo como ella, la tomó entre sus brazos y la llevó a la cima del mundo.

....

_______ se despertó de un impulso. Se incorporó despacio, frotándose los ojos. La luz del sol traspasaba la ventana, detrás de la mesa del comedor, cubriendo a la joven con rayos dorados. ¿Qué había sido eso? El piano estaba abandonado en la esquina y, por un momento, se centró en el silencio de la sala, antes de ver la hora en el reproductor de DVD: las 8:45 y Wonwoo ya se había marchado.

...

— ¿Un regalo para un compañero de piso enfadado?— intervino Margaret en el bar, habiendo escuchado la conversación de _______ y Annie. Ambas se encontraban en su posición estándar, detrás de la barra, donde hablaban de los clientes o de las mesas vacías. _______ ya sabía muchas cosas de Annie; la semana siguiente empezaría el instituto, amaba el otoño y tenía un novio que sus padres y amigos no aceptaban, por ser mucho mayor que ella. Margaret nunca lo había visto, aunque fuese muchos días al trabajo a buscar a Annie, aunque la sobre-protectora jefa se mostró contraria a que alguien tan joven e inocente saliera con una persona mucho mayor. Al final, habrá problemas, decía, con un tono muy maternal.

| m u s e |  ♡ wonwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora