XXVI. Eres a quien quiero

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Wonwoo se enfadó con ella, naturalmente. Nada de Katja significaba nada de pavo de Acción de Gracias, respecto al que _______ empezaba a creer que Wonwoo sentía un exagerado cariño. Al margen de eso, la realidad era que su amigo estaba totalmente amargado y, después de dos intensos días de búsqueda, Mingyu no pudo hacer otra cosa más que tumbarse en el sofá, totalmente desesperado. Nada de pavo de Acción de Gracias. Posiblemente, Wonwoo acabase arrojándose de la azotea de Las Noches.

Pero _______ era muy terca y seguía firme en su idea de que Mingyu no se merecía otra cosa que perder a Katja para siempre. Sin embargo, eso no parecía ser lo que más le molestara al chico; cada vez que intentaba preguntarle qué le ocurría, él se giraba, dándole la espalda, murmurando y diciéndole que se fuera al infierno. No hacía falta decir nada más para comprender que la vida en el apartamento Jeon era imposible. Dadas las miradas asesinas y decaídas de Wonwoo y Mingyu, _______ decidió quedarse en casa de Margaret; allí al menos habría alguien alegre que contrarrestara toda esa negatividad.

— ¿A dónde vas?— preguntó Wonwoo, mientras la pelirroja sacaba el abrigo del armario.

— Margaret me ha invitado a cenar a su casa. Volveré tarde— contestó _______, sin ni siquiera mirarlo —Además, por lo que veo, no soy bien recibida aquí— negándose a girar la cabeza, la chica se perdió la expresión de dolor que se dibujó brevemente en el rostro de Wonwoo, antes de recuperar su mirada impasible. La observó mientras se ponía la cazadora, tomaba su bolso y se marchaba, dejando el ambiente del apartamento mucho más estancado, al marcharse. Mingyu se sentó en el sofá y lo miró.

— Y... ¿hay alguna razón especial que explique por qué aún no le has dicho lo mucho que deseas pasar las noches con ella?

— Eso no es verdad— repuso Wonwoo rápidamente, sin apartar la vista de la puerta —Pero supongo que... por la misma razón por la que tú no has ido a buscar a Katja— se giró, sintiendo la escalofriante certitud de que el día en el que _______ saliese definitivamente de esa puerta, estaba cerca —Porque no me la merezco.

...

_______ se sorprendió bastante de que Margaret no se hubiera ido a vivir aún con Hoshi, pero, tal y como ella le explicó, no sería demasiado sensato dar ese paso tan importante con un hombre con el que había estado años sin hablar, por mucho que lo amase. _______ descubrió que ambos habían decidido volver a recuperar su amistad primero y, a partir de ahí, se dejarían llevar por lo que sintieran.

Llamó a la puerta y esperó que se abriese, preguntándose si, a la vuelta, debería ir a ver a Taylor. La última vez que había hablado con ella, su amiga estaba muy contenta de que todo estuviera yendo bien, a pesar de haber amenazado de muerte a Wonwoo si las cosas se torcían.

Oh, si lo supiera...

La puerta se abrió un poco, dejando entrever parte del cuerpo de Margaret- un ojo, parte de su nariz y de su boca, un mechón de pelo y un poco de su pecho. _______ la saludó con la mano.

— Hola. ¿Qué era eso tan urgente?— preguntó. Entonces, pegó un grito cuando su jefa se abalanzó hacia ella, le agarró de la camisa y la empujó hacia dentro, cerrando la puerta justo después —Pero, ¿qué demonios...?— _______ no terminó la pregunta, al descubrir quién más estaba en el salón

—¿Katja?

La francesa alzó la cabeza, pestañeando. Llevaba un pijama de Margaret, su mojado pelo color miel estaba envuelto en una toalla y tenía un libro de texto más gordo que la Biblia sobre sus rodillas. Margaret señaló hacia ella.

— Aquí está.

— ¡Oh, Dios mío, Kat!— _______ corrió hacia ella y la tomó de los hombros, meneándola —¿Tienes idea de lo preocupados que estábamos? ¡Maldita sea! ¿Has estado aquí todo este tiempo?

| m u s e |  ♡ wonwooWhere stories live. Discover now