Capítulo 4

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-La

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-La...Lakis-Basil tenía pensado decir algo, no supo ni qué pero Lakis le interrumpió bruscamente.

-Será mejor que guardes tus ladridos Denakis, creo que tendrás mucho que explicar- habló entre dientes -Pero no será aquí, sígueme- haciéndole una seña intentando conservar toda la calma del mundo, su cabeza era un lío. Había dos opciones en su mente, una que todo aquello fuese verdad o la otra que fuese mentira, las dos opciones le ponían de mal humor, pero prefería saber todo antes de decidir cuál de las dos prefería, notó que Basil no tenía intención de seguirlo y clavó su mirada gris en él- Será mejor que me sigas, perro callejero... o no querrás saber lo que puedo hacerte- Y comenzó a caminar, calmándose un poco al notar que el rubio iba detrás suyo.

Todos aquellos años, Basil había deseado decirle a Jason Lakis que no era más un perro callejero, que valía mas de lo que él había creído jamás, que se había abierto paso con su trabajo y talento, pero curiosamente, las palabras no le salieron. Entraron a un ascensor y subieron hasta el último piso, a las oficinas del dueño del edificio. Los dos permanecieron en un silencio sepulcral, como la calma antes de la tormenta, nada más entrar a la oficina amplia y luminosa Lakis se encaminó hacia su escritorio hablando con una excesiva molestia marcada en la voz.

-Será mejor que me des una buena explicación de lo que escuché allá abajo Denakis, o créeme, no me quieres como tu enemigo- Basil le observó con todo el valor que le daba saber por quién estaba ahí y le habló con la mayor entereza que le fue posible reunir.

-No tengo idea de a qué te refieres Lakis, en lo que a mí concierne tú y yo no tenemos nada de qué tratar, así que como verás, no tiene caso que esté aquí... – pero Lakis golpeó la mesa dejando bastante claro que no iba a tolerar evasivas.

-No juegues conmigo Denakis, escuché que ese niño, Andreas, es mi hijo y a menos que haya concluido mal, de Anna Circe, ahora será mejor que me des una explicación de eso o lo averiguaré por mi cuenta y no seré tan agradable como lo estoy siendo ahora.

-¿Esta es tu idea de ser agradable?- intentó sonar despreocupado- Déjame decirte que tienes que replantearte tus conceptos...- guardó silencio notando la mirada de Lakis en él, sabía que ahora que tenía la sospecha, para Lakis sería fácil averiguar que efectivamente Andreas era hijo suyo. También sabía que debería ser más dócil en su situación, pero se sentía tan amenazado que no podía evitar ser hostil.

Un silencio se extendió en la habitación, Basil tenía a un cada vez mas furioso Jason Lakis frente a él. Su mirada le decía que Jason no se detendría solo con un "Es mentira", por varios segundos se pensó sus opciones y finalmente bajó la cabeza.

-Andreas es hijo de Anna Circe, y si te lo preguntas, sí, es la misma Anna con la que te acostaste de pasada hace cuatro años- apretó los puños- De hecho me sorprendería que recordaras quién es... apareció una noche en mi departamento y dejó a Andreas a mi cuidado, no logró regresar por él, murió y yo adopté a Andreas... fin de la historia- Lakis le observó.

Por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora