Capítulo 14

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─ Basil -susurró por primera vez con una voz cargada de deseo y necesidad. Lo necesitaba, maldita sea que lo necesitaba hasta el extremo del dolor. Dolía no tenerlo, no poder fundirse con él más allá de lo que lo físico permitía, él quería meterse hasta por debajo de su piel, entrar en su consciencia y en su mente- No necesito más amante que tú- dijo inconscientemente al besarle el cuello desabrochándole el cinturón, no lo pensó, sólo sintió que debía hacerlo, sintió que si lo decía todo estaría bien, y Basil soltó una pequeña lágrima de felicidad al escucharle... tan estúpido, tan conformista y tan feliz.

─ Me tienes ahora...- contestó suspirando cuando le mordió el cuello- gm...- se quejó un poco- Eso dejará marca...- tocándose cuando Jason se separó de él sacándose la camisa, apenas tuvo tiempo de hacerlo también pues un momento después le atrajo a él besándolo con intensidad. No parecía estar dispuesto a una negativa aunque tampoco lo forzaba, aunque bien, en esos momentos no era necesario, Basil casi podía sentir cómo se derretía en sus brazos, ambos estaban ansiosos pero iban lento, perdidos entre la frustración de querer devorarse y saborearse al mismo tiempo.

─ Esa es la idea- murmuró y Basil se sintió complacido ante su posesividad.

─ No me culpes si lo hago también- murmuró gimiendo cuando Jason metió la mano entre sus pantalones, se recostó en la pared más cercana sintiendo que las piernas no le sostenían y echó la cabeza atrás cerrando los ojos, soltando suspiros y dejándose por completo en los brazos del moreno...

─ Sería interesante- sonrió lamiéndose los labios al ver como Basil se abandonaba a su caricia con los ojos cerrados, suspirando de aquella manera- Gime...no te contengas, Basil- le susurró cerca del rostro acorralándolo contra la pared, masturbándolo con más intensidad, provocando gemidos fuertes y desvergonzados.

─ Ah... basta...yo...- estaba por venirse y gruñó al sentir que el otro se detenía.

─ No, cachorro- susurró deteniendo el orgasmo del otro- Aún no- Basil le miró, más que con molestia, como un cachorrito abandonado lo haría, Jason le contempló, le observó y sus dedos se enredaron entre los rubios cabellos acercándolo por la nuca. Sus labios se rozaban y sus ojos se perdían en los del otro. Podía sentirlos, los labios temblorosos del moreno acariciando casi con duda los suyos y los suyos mismos vacilando... a Basil los ojos le pesaban, era como querer abandonarse a su merced y al mismo tiempo no querer despegarse de aquellas lagunas grises, tan profundas... tan densas...

─ Jason...- susurró apenas y el moreno lo apretó por la cintura besándolo por fin, cerrando los ojos y besándolo de lleno, volviendo a hundirse en su boca de miel, en aquellos labios dulces e incitadores, temblorosos y embriagadores- Vamos a la habitación, Basil- le susurró contra los labios y Basil caminó hacia atrás sin querer separarse de él, sin dejar aquel contacto , a tientas abrió la puerta, solo unos pasos y se dejó caer en la cama con el cuerpo del moreno sobre el suyo, sintiendo como la excitación lo invadía al instante hasta el borde del delirio- ah... Ja...Jason... tómame...- suplicó enredando sus dedos en los cabellos oscuros, rodeándole por el cuello, abriendo sus piernas, incitándolo... Tentándolo... y a Jason le dolió la entrepierna ante la sola insinuación- Jason- volvió a gemir como si no aguantara más. Jason se las arregló para sacarle los pantalones y bajarse apenas los suyos embistiendo dentro del otro aún con la ropa puesta- ¡gm!- el rubio se aferró a él con más fuerza, escondiendo su rostro en su cuello, sintiendo cómo lo penetraba llenándolo por completo, sintiéndose pleno, completo- ah...muévete...muévete...-Jason no necesitaba indicaciones, sus caderas se movieron buscando ese cuerpo, sintiendo que le apretaba exquisitamente, definitivamente su cachorro se reponía rápido, solo dos semanas de no hacerlo y se sentía como un virgen, sentía que explotaría solo con escuchar los necesitados gemidos en su cuello- Jason...- aquel gemido le rozó el oído y viajó hasta su entrepierna haciendo que se moviera con una desesperación nunca antes sentida, necesitaba tenerlo...necesitaba marcarlo...necesitaba escucharlo gritar- ¡¡ah!! Jason... ¡Jason!-Basil gritó dejándose caer en la cama apretando las sábanas, pensando que se rompería, luchando por prolongar el éxtasis de su orgasmo, queriendo que Jason se moviera así dentro de él por siempre...

Por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora