El Secreto No Aceptado

Capítulo 5: Taiser

Vaya, afortunadamente ésta vez no está tan lleno el transporte público. Normalmente a estas horas el transporte está demasiado lleno y va muy lento, lo que me hace tener que llegar más tarde de lo que de por sí ya voy.

Ingreso al transporte y me voy a un rincón, para pensar un poco mientras espero a llegar a mi destino. La gente se nota que va muy acelerada, irritada y cuidando de que nadie llegue a intentar quitarle sus pertenencias o incluso a intentar manosear. Es algo ya muy típico aquí, lamentablemente ya no se tiene respeto por nada ni por nadie en estos días.

El transporte no va muy rápido, pero tampoco va muy lento, da para una buena sesión para razonar y recordar.

Alguna vez han escuchado sobre el trastorno de identidad disociativo?, quizás muchos bajo ese nombre no, pero seguro que si bajo el nombre del trastorno de la personalidad múltiple. Ya saben, aquel que indica que una persona tiene distintas personalidades dentro de sí misma como si de diferentes personas se tratasen. Cada personalidad actúa y percibe su ambiente de un modo distinto con respecto a la otra, u otras personalidades (si es que hay más de dos).

Por lo regular deben ser dos las personalidades que controlen el cuerpo de manera rutinaria, y es común que haya una pérdida de memoria entre la personalidad "principal" y el resto de sus personalidades. En algunas ocasiones esta memoria puede regresar al individuo principal a modo de sueño, pero en otras ocasiones esa memoria se pierde, quedándose sólo dentro de la "memoria" de la personalidad que haya vivido las experiencias descritas ahí.

Éste tipo de personas son relativamente difíciles de tratar, dependiendo de que tan bien o mal controladas tengan sus personalidades, y a la vez del número de éstas. Entre familia y conocidos como los amigos, les suele ser difícil al principio saber si quiera que está ocurriendo, pues en un momento pueden estar platicando sin problemas de cosas de la vida y al otro ya ves a una persona completamente distinta en el mismo cuerpo.

También para el paciente es difícil al principio, pues no sabe que está ocurriendo, pierde la noción del tiempo y gente a su alrededor le dice cosas que ni si quiera sabe que ocurrieron, o se quejan de algún comportamiento fuera de lugar que tampoco puede recordar.

Realmente es algo difícil de entender para una persona que no está abordada en el tema, por lo que muchas personas que sufren de éste desorden psicológico suelen ser señaladas y criticadas de muy mala manera.

Vaya, había leído un poco sobre ese tipo de desórdenes, pero jamás pensé que en algún momento de mi vida me enfrentaría a la realidad de que yo tenía dicho desorden, que si bien no a gran escala como los casos que llegué a leer, si algo que era notorio.

Vaya! Por fin llegué a la estación. Me decido a bajar del transporte, intentando pasar entre tanta gente para finalmente ver el camino final que me llevará al trabajo. Perfecto, ahora sólo falta caminar unos 15 a 20 minutos para llegar.

Sí, puedo recordar perfectamente esa noche, cuando sucedió el evento que desató mi personalidad múltiple. Tras mucho investigar puedo asegurar que es algo que tenía nato, pero que jamás se desarrolló si no hasta que sucedió esa eventualidad. Fue algo tan extraño, entretenido y a la vez tan impresionante y en algunas ocasiones de miedo. Es una muy larga historia que bien podría escribir, hm, quizá algún día decida escribirla en un sitio de internet, me parece que hay un sitio llamado Wattpad donde suben muchas novelas e historias de muchos temas diversos. Probablemente algún día me decida a probar suerte con la historia de cómo ese trastorno se fue desarrollando y como terminó en lo que es hoy día.

Muchas cosas sucedieron a partir de esa noche, desarrollando dentro de mi ese trastorno de identidad, pero no se formó sólo una personalidad alterna, si no muchas más. Tras varios eventos que sucedieron unas comenzaron a tomar más fuerza que otras, algunas desapareciendo y otras incluso transformándose en otras distintas. Mi cabeza era un completo desastre, no sabía dónde tenía los pies ni la cabeza.