NamJin: Inicios

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—Oye, espera— Namjoon dejó su trabajo para ir tras el castaño.

—¿Qué quieres? Estoy ocupado buscando un taxi, déjame sólo.

—¿Y qué pasa con todo ese coqueteo en el bar?— se acercó mucho a Seokjin con tal de provocarlo, pero este ni se inmutó.

—Oh, es eso. ¿Te gustó?— volvió a su modo coqueto— Sólo quería probar mi punto, no era nada especial. Lo siento si eso te provocó ilusiones.

Dio unas palmaditas en el hombro de Namjoon; se sintió ofendido.

—¿Ah, sí? ¿Cuál era el punto?

—Que los hombres son fáciles de conquistar. Seguro ahora estas loco por mí, de lo contrario ¿por qué estarías aquí?— hizo una reverencia graciosa e intentó alejarse de él.

Y Namjoon se enojó. Tomó a Seokjin del brazo y lo acercó totalmente a él.

—Entonces déjame probar ese punto.

Sin permiso alguno, lo besó. Aún con la rabia que sentía el más alto, el beso fue lento, corto, intentando transmitir muchos sentimientos a su contrario. Seokjin se resistió un poco al principio, pero los experimentados labios del moreno lo hicieron caer poco a poco, aceptando y correspondiendo el beso.
Simplemente lo dejó sin aliento.

—Ahí está tu taxi, princesa. Que tengas un buen viaje.

Namjoon volvió al bar, furioso. ¿Todo el tiempo se estuvo burlando? Pues ahí tienes Seokjin, una cucharada de tu mismo chocolate.

Afuera, se encontraba un atónito Kim SeokJin. La gente que pasaba al frente suyo y veía su expresión de pánico, obtenía un gran momento de diversión. El castaño, por al menos quince minutos, meditó sobre lo que acababa de pasar; fue derrotado en "lo que era un experto".
Aún sin creer nada, caminó arrastrando sus pies hasta la pared del bar, se recostó a esta y se dejó caer. Su orgullo había sido herido, casi desecho.

—¿Te quedarás toda la noche en esa acera?— después de dos horas, Namjoon salía de su trabajo.

—Aquí murió una gran parte de mi orgullo, no me iré hasta unir los pedacitos again— Seokjin hizo una pose extraña con su mano e ignoró a Namjoon. El más alto, no se creía lo que escuchaba, ¿en serio era así?

—Vamos princesa, levántate.

No. Ha rogado muy poco por él.

—Puedo llevarte a casa, mi auto está cerca.

Sigue intentado, Namjoon. Se agachó para tenerlo frente a frente.

—Si quieres otro trago, yo invito— Seokjin rodó sus ojos. "Qué corriente" pensó—... Oye, me estoy desesperando. Esto me molesta más que a ti, si te soy sincero "el punto" que probaste funcionó. ¿Sabes por qué?

Jin subió su cabeza, hizo una mueca de indiferencia, pero la verdad aquello podría interesarle bastante. Su orgullo estaba re generándose. Namjoon continuó

—Porque, mientras tú estabas aquí, pensando por tu orgullo, yo estaba allí adentro, pensando en volver a besarte y en lo estúpido que fui y que tal vez no podría volver a verte "again". Realmente, ¿cuál orgullo es el que está por los suelos?

Eso era un avance, pero no lo suficiente para Seokjin.

—No puedo confiar en ti, ¿qué pasa si eso le dices a cualquier persona? No soy alguien que se deba tratar como los demás, ¿sabes?

—¡Oye! También soy una persona orgullosa no andaría diciendo esto por un simple ligue, ni siquiera estaría aquí si no fuera cierto.

Decía la verdad. Namjoon puede parecer alguien que sabe jugar con los sentimientos de las personas, pero en realidad es un poco torpe y, sin importar lo que escucha en su trabajo, quiere encontrar el amor y no cometer los típicos errores que a menudo llegan a sus oídos. Además, el castaño lo cautivó desde que llegó y cada segundo que pasa con él, se vuelve más interesante.

¿Amor? [YoonMin/JimSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora