babysitting ꒰ 少し꒱ ♡︎ namjin ₊˚ˑ

01

Seokjin suspiró una vez más mirando el papel que tenía entre sus manos, estuvo a punto de echarse a llorar cuando lo recibió, sin embargo se había contenido hasta llegar ahí, miró una vez más el papel y lo guardó en el sobre en el que se le fue entregado, otra carta de despido.

Ya estaba comenzando a preocuparse en serio, era el tercer trabajo del que lo despedían en muy poco tiempo, solo cuatro meses, y sabía bien que era su culpa cada uno de estos, por siempre llegar tarde o simplemente hacer mal y distraído sus obligaciones como conserje, portero o mesero.

Lo que Jin había estudiado en realidad era repostería,en los tiempos en los que estudiaba soñaba ser un gran cocinero, tal vez poner su propia pastelería, ser reconocido mundialmente y aparecer en esos programas de televisión, en donde un guapo chef les enseña a las amas de casa como preparar postres, todos esos eran sueños del pasado, ya que a Jin, la realidad lo había golpeado muy joven.

Tan solo al obtener su título universitario, las vueltas de la vida lo obligaron a conseguir un trabajo rápido por necesidad, a pesar de que muchas veces había postulado para trabajar en alguna pastelería o negocio parecido, nadie lo aceptaba por su nula experiencia laboral, y después de un tiempo, Jin simplemente se había rendido con todo lo que tuviese que ver con lo que de verdad amaba y se concentró en conseguir un empleo cualquiera, de lo que fuera estaba bien mientras tuviese dinero para su familia.

cerró los ojos con fuerza, luchando por no dejar salir ninguna lágrima, no podía permitirse llorar en público, porque en ese momento estaba en medio de un parque, en donde veía ya varios niños pequeños con sus padres jugar por todas partes, no podía quebrarse en un lugar así, debía calmarse para no llegar a casa con los ojos hinchados y rojos.

-¿Estás bien? -Una bajita y tímida voz infantil llamó su atención, Jin levantó la cabeza y se encontró con un pequeño pelinegro de ojos grandes, mirándolo con toda la confusión y preocupación que un niño pequeño podía demostrar.

Le sonrió lo mejor que pudo, asintiendo con la cabeza.

-Estoy bien, no te preocupes

- Pero tu cara se ve triste-replicó el niño caminando y deteniéndose cerca frente a él

-Tranquilo, estoy bien-repitió Jin, sonriendole con ternura al pequeño- ¿Donde están tus padres?

-Mi mami está en el cielo, y mi papi...-El niño comenzó a mirar a todas partes y terminó por encogerse de hombros- No lo sé

-¿Qué? ¿Estás perdido?

El pequeño pelinegro asintió, pero no se veía asustado, cosa que le llamó mucho la atención puesto que se veía realmente pequeño, frunció el ceño levemente y se levantó, sacudiéndose el polvo de los pantalones.

-Te ayudare a buscar a tu padre, ¿Cómo te llamas?

-Kim Jungkook-sonrió el chico

- ¿Y cuántos años tienes?

El pequeño frunció el ceño en una tierna mueca de concentración mientras se miraba los dedos, finalmente sonrió y levantó cuatro dedos de su pequeña manito

-¡Todos estos!

- ¿Tienes cuatro años? -Se sorprendió Seokjin, era aún mas pequeño de lo que se había imaginado, ¿Quién era tan irresponsable como para perder de vista a un bebe? suspiró y se agacho para quedar frente a frente con el menor- escucha, debes decirme donde estaba tu padre antes de perderte, ¿sí? 

El niño asintió efusivamente con una enorme sonrisa, le ofreció aún con ese gesto emocionado una de sus pequeñas manitos y  Jin por supuesto, no dudo en tomarla y dejarse guiar por todo el parque por él.

...

Namjoon estaba hecho todo un lío andante.

Había salido con Jungkook ese día Domingo por la tarde, ya que ese era el único día que como doctor tenía libre, siempre lo llevaba al parque para que jugara mientras que él lo observaba feliz, sin embargo ese día se le había ocurrido la brillante idea de también llevar volantes informativos con el aviso de "se busca niñera" , tan solo al pegar uno o dos, mucha chicas se le acercaron coqueteando demasiado obviamente para su gusto. En ese momento tenía al pequeño Jungkook sujeto de la mano, sin embargo tuvo que soltarlo para apartar a una señorita que estaba tocando de más su pecho.

Le costó bastante trabajo deshacerse de las mujeres que peleaban por demostrar que ellas serían niñeras perfectas, y cuándo finalmente lo logró, comprobó con terror de que su pequeño hijo no estaba en donde hace un momento lo había dejado.

El terror rápidamente lo dominó, y es que Jungkook era lo más importante en su vida sin duda alguna, para su suerte, los momentos de terror no fueron muy largos, puesto que solo después de unos dos minutos (los más largos y aterradores) vio como su pequeño llegaba saltante feliz con un chico desconocido de la mano.

Y vaya que chico.

La persona que sostenía la mano de Jungkook era un muchacho alto y rubio, parecía bastante joven, y le sonreía al pequeño pelinegro con demasiada ternura como para ser real.

-¡KOOKIE!-Gritó Namjoon agachándose y extendiéndole los brazos a su hijito, quién al escucharlo le sonrió con emoción y corrió con el para estrechar fuerte su cuello. -Ay por dios bebe, perdóname ¿sí? ¿Estabas muy asustado?

-¡No papi! ¡Jin hyung me ayudó! -contestó Jungkook sonriendo aún más y Namjoon se levantó con él en brazos, para ahora dirigirle su atención al rubio que hasta ese momento observaba la escena conmovido.

-Hola, mi nombre es Kim Namjoon-se presentó sonriendo el moreno

-Kim Seokjin -contestó este en seguida, devolviendo la sonrisa

-Mucho gusto, de verdad le agradezco mucho que encontrara a mi hijo, no tengo palabras para expresar lo aliviado que estoy

-¡Papi! invítalo a comer con nosotros -le susurró Jungkook afirmado aún a su moreno cuello, sin embargo el pequeño aún no comprendía bien eso de hablar bajo, por lo que Seokjin se sonrojó

-No es necesario, en serio

-No, yo insisto -se apresuró a decir Namjoon- de verdad es mucho lo que usted hizo por mi, me encantaría que nos acompañara a comer por aquí cerca, yo invito

-P-pero...

-¡Por favor Jin hyung!-exclamó Jungkook haciendo un tierno puchero que siempre funcionaba para convencer a su padre de lo que quería, y al parecer también funcionaba con Jin, porque este suspiró derrotado y asintió, mirándolos sonriente.

-Esta bien