Siete.

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Blake entró a su casa, yo me quede aún mirando por la ventana. Truenos y relampagos me confirmaban que cuando despertara por la mañana (Aunque no faltaba mucho), sería un día muy gris. El cuarto frente a mi se iluminó con una luz muy tenue, pronto estaba Blake ahí parado, en el balcón de lo que supongo es su habitación. Tenía una sonrisa arrogante en su rostro, y en su mano derecha se consumia un cigarro.

-¿Así que tu cuarto esta frente al mio?-Hizó un baile ridiculo de cejas y yo fruncí el ceño.

-Ya vete Blake, arruinas mi vista.-Mire de nuevo el cielo gris resquebrajandose por morados relampagos.

El solto una carcajada, lo volvi a mirar, sosteniendole la mirada. Sus ojos cafes penetraban los mios.

-Eso no diras dentro de algunos días. Prontó suplicaras por verme.-Su tono era serio al igual que su semblante.

-¡Oh gran brujo!-Exclame.- ¿Y para cuando me sacaré la loteria?-Pregunte con ironia incluida.

-Para eso necesitas comprar el boleto.

-Exacto.-Le guiñe el ojo.- Y para que yo no pueda ni quiera dejar de verte tendría que estar enamorada. Y lo veo muy imposible.-Puse mi mejor sonrisa fingida. Lo mire por última ves, y me di la vuelta dispuesta a entrar de nuevo a mi habitación, para así poder dormir.

-Algún día estaremos juntos, Kendall.

-¿Juntos?-Ni siquiera me gire para mirarle, negue con la cabeza y solte una carcajada. Volvi a tirarme en la cama, ahora si, por fin podré dormir.
Hasta mi cuarto se escuchan los gritos de papá y mamá. Suspire. Me volvi a levantar. Agarre la laptop que estaba en mi escritorio y puse música. 7 Years de Lukas Graham empezó a sonar a un volumen razonable en la laptop. La deje otra vez en su lugar y volvi a mi cama.

Una chaqueta de cuero estaba tirada en el suelo junto a mi cama. La levante, desprendia un aroma a cigarros, alcohol y perfume de hombre. Era un aroma en verdad embriagante, Por unos segundos me perdi en el. Pero caí en la cuenta de que esa chaqueta era de Blake. La puse en el filo de la cama, y me acoste.
Poco a poco fui cerrando los ojos, hasta caer en un sueño profundo.

Las personas con problemas mentales y demonios dominando sus cabezas son la cosa que más miedo debe darte. Sin siquiera esforzarse hacen que te  enamores de ellos, pero son como cualquier flor carnívora. Te atrapan con su belleza, Su olor, con todos sus dotes, y cuando estas lo suficientemente convencido de que es solo una inofensiva y hermosa flor, esta ataca, dejando en claro lo peligrosa que puede ser. Algunas veces te deja incompleto, otras, te mata por completo. Pero no es culpa de la flor, ella solo se alimenta. Es culpa tuya si te dejas atrapar, cuando desde un principio te diste cuenta que era un flor peligrosa.
Lo mismo sucede con las personas que son dominadas por sus demonios, sin quererlo te dañan, te consumen poco a poco, hasta dejarte muerto en vida.

Viernes 2 de Septiembre.

Desperté con los ojos de Blake grabados en mi memoria, sin querer ser olvidados. Habían pasado 3 semanas desde que sucedío el accidente en el coche de mis hermanos. 3 semanas desde que mi vecino añalo mi habitación, desde que me dijo que lo vería muy seguido, pero no fue así. Tengo 3 semanas que no lo veo, ni siquiera estoy segura de que siga viviendo en la casa contigua a la mía.

He estado tratando de recuperar las materias en las que voy mal. Me estoy poniendo al corriente con todo porque la proxima semana comienza la evaluación de la primer parcial. Esta semana estuve repleta de tarea. No pude salir a ningun lado porque a parte de la tarea, aún seguia castigada.
Jaxon ha venido todos los días a visitarme a la carcel, digo, a mi habitación, Me ayuda un rato con la tarea, despúes se aburre e inventa cualquier excusa para irse.

¿Together?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora