Veintinueve.

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La cara de Blake mostraba totalmente su molestia.

-¿Y yo porque no puedo trabajar contigo?-Habló Ale.

-Porque tu tienes que estar conmigo.-sentenció Marco cortantemente.

Entre estos dos había algo, o almenos de parte de Marco aunque fuera un idiota al demostrarlo.

-Si esto es todo, ¿Me puedo ir?-pregunte impaciente.

Blake P.O.V

Me frustra demasiado ver que a Kendall le llama la antención el estúpido de Colton.
¿Acaso es un Dios?
Hasta mis tontas hermanas estan embobadas con el.

-Supongo que ya pueden irse todos.-Dijo el pendejo.

No basto más para que Kendall saliera disparada a la salida, sin siquiera despedirce o esperar a alguien.

Necesitaba hablar de nuevo con ella. Arreglar todo lo que jodí ayer por la noche.

Salí detras de ella, pero no lo encontre por ningún lado.

Decidi buscarla en la calle. Sali de la empresa y ahí estaba kendall, esperando un taxi. Su cara mostraba molestia absoluta.

-Kendall.-la llame pero ella ni se inmuto.

Me acerque y le agarre el brazo.

-Escuchame.

Se sacudio de mi agarre, ahora ya ni siquiera soportaba que la tocara.
Me dolía, me dolía porque en realidad me gustaba mucho, en realidad le tome aprecio.

-Vamos, Ken, estoy arrepentido.

De sus dulces labios salió una risa amarga. Pero ni siquiera me miro, solo miraba a la calle, en espera de una salvación.

-No te burles, hablo en serio. Soy un estúpido, valgo una mierda, pero de verdad te quiero, de verdad te necesito en mi vida.- una lagrima sincera resbalo por mi mejilla.

¿Porque siempre me pasa esto?
Hasta que no veo perdido a alguien me doy cuenta del inmenso error que cometí. Esta tan claro que Kendall no volverá a mi como yo esperaba.

-¿Para que lloras?-preguntó. Sus palabras parecian cuchillos filosos siendo lanzados al aire, clavandose en mi pecho, uno a uno. Su total indiferencia me dolía.

-Estoy arrepentido, Ken, eras la primera mujer por la que lloro, la primera de la que me enamoro.-otra lagrima y un enorme nudo apareció en mi garganta.

Sus pequeños y hermosos ojos grises se posaron en mis ojos.

-De nada vale llorar, quien esta arrepentido cambia. Y tu no eres más que un conjunto de labia y lagrimas falsas.

Ella no me creía, ella no cambiara su posición.

-Kendall, por favor, dejame demostrarte que estoy arrepentido. Solo dame una oportunidad.

-¿Otra? ¿Para que? Tu no sabes valorar las oportunidades que se te dan.

Llego un taxi, respondiendo a sus suplicas para desaparecer de mi. Ella se giro, dispuesta a irse, pero la detuve.

Me asome por la ventanilla.-No es necesario, gracias.

El chofer no espero un insentivo más, solo se fue.
Kendall se estaba consumiendo en rabia pura. Volvio a sacudirse de mi agarre pero esta vez su intento fue fallido.

-Sueltame, Blake.-sentenció.

-Dame una oportunidad Kendall, esto no se puede terminar.

Sus ojos se tornaron un poco más oscuros. Sus esprexiones son nulas.

¿Together?Onde histórias criam vida. Descubra agora