Treita y ocho.

996 72 25
                                    

El sillon se pone cada vez más incomodo bajo mi espalda, abrí los ojos acostumbrandome poco a poco a la nitida luz del televisor encendido.

-¿te sientes mejor?-Marco sonaba demasiado preocupado, ¿Cuanto tiempo estuve así?

Solo asenti con la cabeza, pero mi nariz se sentia rara, como si tuviera algo escurriendo. Rapidamente mi mano se poso en mi nariz, tentando por todas partes para ver que pasaba mis ojos se abrieron con sorpresa al ver que era sangre.

Marco llego hasta mi de nuevo con un pedazo de petalo en la mano.

-Lleva unos dos minutos asi.

-¿El sangrado?.-el asintio.

Me alegraba que solo estuvieramos el y yo.

-Quiza es solo un efecto colateral que dejaron las drogas.

Su mirada mostraba lo decepcionado que estaba.

-¿Y el desmayo que significa?

-¿Embarazo?-Marco me dio un golpe un tanto fuerte en el hombro.Me queje.-Hay, soy virgen aún.-me sobe el hombro.

-No quiero saber más.-cometo abrumado mientras sacudia sus manos.

-¿Cuanto tiempo me desmaye?

-Unos diez minutos. Lo que me sorprendio era como te retorcias, parecias lombriz de agua puerca.-parecio pensarlo.-No, parecias babosa con sal.

Su comentario no solo me saco una carcajada, tambien me saco de onda. ¿Que no se supone que cuando te desmayas solo estas tranquilita?

-¿Me convulsione?

-Naaaah.-sonó ya bastante despreocupado, ¿Acaso toda esta familia sufria de fuertes cambios de humor?-Parecia como si estuviera peliando con alguien, o algo. Si, como si estuvieras peliando por salir de algo.

Silbe. Sacando de mi boca un ruido demasiado burlesco.

-Sí que estoy mal.

-Entre los dos tenemos que averiguar que es lo que esta pasando contigo.

-¿Y papá?

-No creo que deba enterarse hasta que sepamos que es lo que tienes.

Tenía razón.

-Ya tengo hambre.

-Tu siempre tienes hambre.-Sonrió.-Ya, vamos a cenar o Dustin se pondrá como madre histerica.

Ambos nos pusimos de pie y caminamos hasta la cocina, donde el único que hacia falta era mi padre. Tome mi lugar en la mesa que ya estaba completamente arreglada con un mantel rojo, platos, copas y todo eso, se veía bastante elegante como para unos simios como nosotros.

-Te esmeraste, doña Dustin.-Se burló Max, Dustin le tiro un trapo en la cabeza que antes había utilizado para sacar el pavo del horno.

-Espero y sepan apreciar.-comentó Dustin mientras ponía en pavo en la mesa.

-Te equivocaste de casa.-mi comentario hizo que me ganara unas cuantas carcajadas y la mirada desaprovatoria de Dustin.

Papá entro a la cocina en ese momento y de prontó todo se tensó, el tomo su lugar en la punta de la mesa, bajo su agarre traía un gran libro negro.

-Como me lo pidierón, quisiera mostrarles unas fotos de su madre.

-Cosa que debiste hacer hace mucho.-Al parecer Alex era el más afectado de todos y en realidad no lo culpo, el siempre ha sido más sentimental y fue un poco más apegado a Mireya.

¿Together?Where stories live. Discover now