Veintiocho.

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Decir que estoy aburrida sería poco, me estoy muriendo sentada en un sillon que esta más incomodo que una platica sexual con tus padres.

Al parecer fui sutilmente engañada, bueno, no solo yo, Max y Chris tambien.

En mi campo de mi visón aparecio carmen, la secretaria de mi padre desde apenas hace unos meses cuando se volvió socio de la empresa de Don Martin, el padre de Blake.

¿cuando había triunfado tanto mi padre?
Estoy tan orgullosa de el, pero se que el de mi no, bueno, ¿Quien estaría orgulloso de que su única hija tomara como albañil recien pagado, desapareciera toda la noche, tuviera un ataque etilico y le  lavaran el estomago? Creo que nadie.

-Jovenes, su padre los solicita en la sala de juntas.

Los tres nos pusimos de pie y seguimos a Carmen por un largo pasillo, unas grandes paredes de cristal comenzarón a aparecer hasta que pude observar que en la última habitación, detrás del cristal, se encontraban don Martin y mi padre, hablando entre ellos, mientras que las gemelas estabas con Marco y Alexandre.
Carmen abrio la puerta y todos se giraron para ver nuestra entrada triunfal.

¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar?
En estos momentos solo quiero meter mi cabeza en un pozo como las avestruces.
Mi ropa no era nada adecuada para estar aquí, mientras los demás parecian realmente elegantes por más que vistieran casuales.

Mi padre nos hizo pasar, saludamos a todos ahí dentro y ambos adultos nos hicieron tomar asiento. Al parecer esto es una junta.

-Falta Blake. Chicas, ¿donde esta su hermano?

El señor Martin parecia impaciente.
Yo solo rode los ojos ante la mencion de ese nombre.

-No tardá en llegar papá.-contesto Ale.

Mi silla podia moverse.
Todos estaban centrados hablando entre ellos. Yo seguia aburrida.
Comence a girar en mi silla.
primero despacio, luego más rapido.
Subi mis pies y los doble en la misma silla sentandome sobre ellos, esto en realidad me estaba quitando el aburrimiento.

Escuche la puerta abrirse, mientras la silla dejo de girar justamente para encontrarme a Blake enfrente de mi.

Mi cara no mostraba ninguna sola expreción.
Mi abuelo siempre me lo dijo, "la indiferencia es la mejor arma para apuñalar."

-Se me hizo un poco tarde, perdon padre.-Blake le hablo con respeto a don Martin, el cual le dio solo una sonrisa de boca cerrada.

De todos los putos lugares, Blake decido que sentarse enfrente de mi sería una gran idea.

-No te preocupes chico, el abogado aún no llega.-contesto mi padre.

Mire a Max y Chris, al parecer los únicos enterados de mi desastrosa noche. Se tensaron en cuanto vieron a Blake, pero verlo sentado en frente de mi y como si nada, más los enfurecio.

Segui dando vueltas como niña pequeña.
Estúpido Dustin, nos trajo aqui a base de engaños y mientras el esta en cualquier puto lugar pasandola bien.

Mientras más vueltas daba, mi cabeza más se revolvia, al igual que el estomago, pero me gustaba la sensación.

-Ken, ¿no puedes ser más infantil?-escuche la voz de marco, en el extremo de la mesa.

-Claro que puedo.-conteste un tanto mariada.

Max quien estaba a un lado de mi, comenzó a seguirme el juego, dando vueltas tambien en su propia silla. No era por que le gustara, era porque le divertia hacer enojar a las personas y más si se trata de nosotros, sus propios hermanos, realmente el proposito de Max en esta vida es molestar e irrumpir la paz de las personas.

¿Together?Where stories live. Discover now