Veintisiete.

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Las mañanas se han vuelto más frías que de costumbre, la navidad no tarda en llegar.

Esta mañana me levante de muy buen humor muy apesar de la estúpida noche que tuve por culpa del imbécil de Blake.
Ahora mi estupidez a disminuido, ya no tenía las más minimas ganas de seguir sintiendome asi por un hombre.

Jamás un cabrón me hará sentir menos.
Jamás un cabrón me hará sufrir.
Jamás un "hombre" podrá juzgarme.

La puerta de mi cuarto soñó, para luego ser abierta inmediatamente.
Dustin acabo con mis lindos pensamientos de hembra herida.

-¿Me acompañas a hacer las compras navideñas?

Bostece sin ganas.

-tengo flojera.

-Te dejo escoger lo que tu quieras.

-Bueno si voy.

El sonrió.

-Cambiate la pijama pues.

-Ya voy.

Dustin rodó los ojos y cerro la puerta. Almenos no me vigilan mientras me cambio.

Al menos es sabado y no tengo que ir a la odiosa escuela. Pero debia mantener mi proposito, cambiar no solo para darle en la madre a Blake, si no para mi propio bien. Y dejar de depender de mi familia.

Tenía frio, y sueño, por lo que decidi solo ponerme un pats negro, junto con una blusa blanca de tirantes y un sueter a juego.

Me mire al espejo, pequeñas manchas rojas han comenzado a salir bajo mis ojos, haciendo lucir un poco más claro el gris de mi Iris. Las desveladas estaban pasando su factura, junto con los quimicos de aquellas drogas que consumi.

No me veía ni bien, ni mal, simplemente me veía como soy. La flojera abundaba en mi cuerpo así que decidi no maquillarme. Un chongo alto sontenia mi cabello negro. Pronto tendré que cortarlo y darle volumen, ya pesa mucho.

Sali de mi habitación y baje las escaleras sin ganas. En la sala estaban Max y Chris, junto con Dustin.
Todos estaban perfectamente arrrglados, solo yo desencajaba con mi aspecto deportivo, aunque no soy nada deportiva.

-¿Tambien ustedes van?-puse una mueca, cuando van los demas mi presupuesto se recorta debido a que Dustin trata de ser equitativo con todos.

-No se de que te quejas, sabes que de una forma u otra Dustin siempre te compra lo que tu quieras.-Dijo Max con mala cara.

-¿Envidia bebé?-Me burle.

Chris nos miraba divertido, mientras Dustin solo se levanto y tomo las llaves del coche.

-¿Cuantos años tiene cada uno?

-Dustin, ¿Cuantos años tienes tú?-El proposito de Max en esta vida solo era molestar a las personas.

-Solo suban al carro.-Dustin talló su frente, al parecer ya se había arrepentido de llevarnos al los tres.

La casa estaba sola y sin ningún ruido.

-¿Donde estan los demás?-pregunte, era sabado, usualmente estan en la sala viendo television o dormidos con unos grandes ronquidos.

-Tu padre les esta mostrando como manejar la empresa.

Los tres más pendejos de la familia soltamos una risa.
¿Alex trabajando para papá?, eso si sonaba logico, pero ¿Marco trabajando para papá y en sabado? Ese era un muy mal chiste.

Salimos de la casa, Dustin al último porque tenía que cerra con llave para que nadie entrara.
Oh querido Dustin, ¿Donde mierda estabas ayer cuando el estúpido de Blake entro por mi ventana?

-Dustin, deberías de comenzar a cerrar las ventanas, de ahora en adelante.-Max y su estupida bocota, de seguro se entero de lo de ayer.

Me miro de reojo y sonrio.
Dustin nos miro desconcertado. Yo solo torci los ojos, pero mi mirada cayó a un punto rojo debajo de mi ventana. Las estúpidas rosas de Blake seguian ahí.

Me subi rapidamente al carro, en la parte de atras, y asrrastre a Max conmigo, tenía que hablar con el y por nada del mundo me sentaría junto a Dustin.

Entramos en el carro Max y yo, y de inmediato le doy un fiuerte golpé en su hombro.

-Dime que es lo que sabes.

-Mierda,Kendall, pegas como hombre.

-No chilles y dime.

El puso una sonrisa torcida.

-Aveces se te olvida que mi cuarto queda justo a un lado del tuyo, y mi ventana pegada a la tuya.

-Max, Dustin no tiene porque enterarse.

Chris subió al auto y escucho mi advertencia, me miro mal,seguramente el tambien sabía lo que habia pasado anoche. Maldito Max y su bocota.

-Por dios ken, solo mira a Dustin.-Los tres nos giramos para verlo, tenía una desesperante lucha contra la puerta principal y las llaves.-¿Tu crees que se daría cuenta de que metes a Blake por las noches a tu cuarto?

-Solo fue ayer, y yo no lo metí, el entro.

Chris me miró por el espejo retrovisor, conocia esa mirada, Chris se va a encargar de Blake, no me gusta que mis hermanos se pelien ni me defiendan, pero esta vez necesito que pongan en su lugar a Blake.

-No quiero que se vuelva a repetir Kendall, o las consecuencias caeran sobre ti.-me sentencio Chris.

Negue con la cabeza. Dustin por fin subio al carro y todos nos quedamos callados. Hasta que Dustin me miro directamente por el espejo retrovisor.

-No soy pendejo Kendall.

Mi corazón colapso.
Mi respiración era irregular.

-¿Y si lo fueras en que te ayudaría yo?

-Explicame la procedencia de ese ramo.

Mierda.
En realidad no es pendejo.

-¿Que ramo?-me hice la loca.

-El que casualmente esta debajo de tu balcon.

-¡Mierda!-Max exclamo, yo lo mire completamente desconcertada.

-¿Que, Max?-preguntó Dustin impaciente.

-La muy perra tiro mis rosas.

Yo lo mire, Max me estaba salvando el culo.

-¿De que estas hablando?-Dustin nos miraba, tratando de descubrir la verdad.

-La chica que traje ayer, le compre unas flores para ver si aflojaba pero se molesto y se fue, al parecer cuando salio tiro las putas rosas.-Dijo Max como si nada le hubiera costado inventar todo eso. Pero, ¿En serio ayer trajo una chica a la casa?

Dustin lo miro.

-una mujer no es un objeto sexual, bestia, ¿cuando lo entenderán tu y tus hermanos?

-Nunca.

Max sonrio y me miró. Tenía muy en claro que este favorsito me iba a salir carisimo.

¿Together?Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon