Veintiseis.

616 62 18
                                    

KENDALL P.OV.

Su fuerte pero apacible respiración chocaba de lleno en mi cara, olí a cigarros convinado con menta.

Su risa ceso. Mi ceño estaba completamente fruncido, no entendía nada.

-¿Podemos hablar?

Me removi bajo su cuerpo, aún estaba atrapada en el.

-No.

-Vamos, Ken.

-No.

El rodo los ojos.
Si tengo un talento en la vida que se me da super ultra bien, es hacer que rápidamente la jente se desespere o se enoje. Y esta vez Blake era mi blanco perfecto para poner en practica mi "don".
Sonreí maliciosa.

-Kendall, necesitamos hablar.

-Yo no.-me encogí de hombros.

-No me ire de aquí hasta que no hablemos.

Cerre mis ojos.

El solto una risa.

-¿Encerio? Eres tan infantil.

Volví a encogerme de hombros.

-¿Te gustarón las rosas?

No conteste, ni siquiera me moví.
Me habían gustado, claro, ¿a quien no le gustan las rosas? Había sido un lindo detalle de su parte, pero no iba a bajar mi guardía, no me iba a ilucionar, no otra vez.

BLAKE P.O.V

No me ire.
Estoy dispuesto a quedarme aquí hasta que esta cabezota hable conmigo y me perdone.
Se ve tan adorable, trata de hacerse la dificil pero solo parece una niñata.
Es hermosa. Aún con los ojos cerrados.
Se ve tan tranquila.

-Kendall, por favor perdoname. Soy un pendejo, hasta con acento en la P.

Sus comisuras se curvaron en una sonrisa, pero de inmediato la borro, sus ojos seguian cerrados.

Voltie a ver el reloj que estaba colocado en la mesita de noche y me di cuenta que en realidad era tarde. Mañana tiene que ir a la escuela.

Un poco frustrado, la libere de la prisión de mi cuerpo. Me recoste a un lado de ella.
Inmediatamente reacciono parandose, pero fui muy habil y mis reflejos me permitieron detenerla.
Ahora aprisione su cintura con mis brazos.

Ella soltó un par de maldiciones y dejo de luchar contra mi.

Sabia que sería facíl mantenerla a mi lado.

Todo el mundo habla de ella, a donde quiera que vaya.
Sabía que estaba loca cuando la conocí, pero la jente dice mucho más que eso.
Jaxon siempre dice que no escuche a los demas. Que nada es cierto.

No puedo verle la cara, esta de espaldas a mi.

-Kendall, estas exagerando demasiado las cosas.

Ella soltó un gruñido raro, causo una risa en mi. Estaba claramente indignada.

Se giro hasta quedar cara a cara.

KENDALL P.O.V

-¿Ahora si podemos hablar?- Pregunto ya indignado, según el.

-Habla tú. Yo no tengo nada por decir.-esas palabras salieron secamente de mi boca.

El soltó un suspiro, por su cara note que estaba debatiendo entre hablar o no.

-Perdoname, eso quiero, que me perdones.-dijo al fin de varios minutos.

-No.

Encerio pensé en perdonarlo, pero verlo con Krista arruino todo. Luego luego busco estar con alguien más, como si yo nunca hubiera importado.

Se levanto bruscamente al escuchar mi no rotundo.

-¿No me vas a perdonar?-Preguntó desconcertado.-¿No volveras a mi lado?

-Perdonarte, igual y si. Volver a tu lado, jamás.

Se tenso, pero luego una sonrisa se formo en sus labios.

-En menos de lo que piensas estarás en mis brazos.

Me reí. El no me conocía.

-Jamás estaré de vuelta.

Se abalanzo sobre mi, y de nuevo estaba encima.

-Kendall, eres tan predecible, tan facil.

Mi sangre hirvio.
Quice golpearlo pero me detuvo e inmediatamente me beso, a la fuerza. Como pude safe una de mis piernas y lo patee, pero parecía no dolerle.
Separo sus asquerosos labios de los mios y susurro:

-Pronto estaremos juntos.

JAMÁS.

se paro de mi cama, me dio una última mirada y salto por la ventana.

Me levante. Estoy furiosa.
El me llamo "facil"
Me las cobrare pronto.

Tome el estúpido ramo de rosas y lo tire por la ventana. El solo me vio, y se rio de mi estúpida e infantil acción.
Blake pronto se iba a arrepentir.

Me decepciona que el piense eso de mi.

¿Together?Where stories live. Discover now