Capítulo 3

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El helado y oscuro invierno de mi corazón.

Ay mi madre.

-La madre que te... -empezó a decir mi alterada madre-. ¡Ah no, espera si soy yo!

-Señora por favor, que su hija ya no es una niña.-dijo el doctor.
Gracias.. supongo.
-Claro que ya no es una niña, como para que se quede embarazada de ves a saber que inútil...

-¡No es ningún inútil!-exclamé.

-Ah bueno entonces que venga y asuma su responsabilidad-dijo mi madre cruzándose de brazos.

Si algo caracterizaba a Megan, mi madre era su manera de imponer.

Y ahora... ¿qué hago? Llamar a James para decirle eso...

-Eso tendría que hablarlo a solas con él.

-Ah no, eso sí que no.

En ese mismo instante tocaron la puerta a lo que entró mi padre.

-Hola. ¿Qué ha pasado cariño?-me preguntó.

-¡Yo te dire lo que le pasa a tu querida hija!-exclamó mi madre.

-Mamá...

-Resulta que está embarazada de ves a saber quien-dijo sin hacerme caso.

Mi padre cambió rotundamente su expresión de la cara.

-¿Embarazada?-esa voz no era la de mi padre.

Detrás de él estaba Lara y Ian y fue este quien preguntó.

-¿Así que te embarazó?-exclamó Lara.

Mi mamá se fue casi corriendo a Lara y la miró fijamente.

-¿Quién es?

-Eh... señora Megan yo no...-dijo Lara incómoda.

-Pero bueno ¿soy la única a la que le interesa saber quien es el desgraciado que ha embarazado a mi hija?

-Mamá no tengo 15 años por favor...

-Ni lo suficientemente madura para preñarte a tu edad.

-Tengo 20 años.

-¡Eres muy joven y punto!

-Ya Megan tranquila-dijo padre.- Mira Lucy debes decirnos por favor quien es.

-Lo voy a matar...-me sobresaltó que Ian diga eso.

-¿Ian?-dije.

-No pensarás que la noticia le va a alegrar y te va a amar para siempre.
¿Cómo?

Eso me hirió mucho. Bueno no es que pensara que de la noche a la mañana nos casenos y estaría conmigo y me amara. Pero... que reaccionaria y asumiera su parte sí.
O tal vez... no

-¿Tú que sabes?-exclamé.

-Igual que tú. En el fondo lo sabes.

Me quedé callada. No sabía que decirle.

-Voy a hablar con él y así callaré más de una boca-dije y los miré a cada uno.

-En la que te has metido-dijo Lara.

-Lara no me apoyas.

Estabamos llendo al bar donde sabíamos que estaría allí.

-Y... ¿cómo se lo dirás?

-No tengo ni idea...

Entramos en el bar y lo vimos jugando a la máquina tragaperras con un cigarro en la boca.

Respiré hondo y me fui a él con paso decidido.

Le abracé por detrás y disfruté unos segundo el tacto de su cuerpo y el perfume que emanaba en él.

Definitivamente lo amaba.

Él se giró con una sonrisa mientras decía:

-Oh Remy pero que cariñosa...

Cuando me miró la sonrisa se le borró al instante igual que la mía al escuchar de sua labios el nombre de otra.

-¿Remy? ¿Quién... quién es esa?

El suspiró.

-¿De verdad importa?

-A mí me importa-dije con un hilo de voz.

-Bueno, no habrás pensado que lo nuestro tenía futuro. Venga, lo hemos pasado bien pero cariño se acabo.- me sonrió cosa que hizo que se me revolviera el estómago.

-¡Se acabó!- repetí exaltada.

-Shht cálmate, no entiendo a que viene esa actitud.

-Porque creí que eras diferente. Pero eres el mismo gilipollas que los demás.

-Eh, eh a mí no me llames así eh- dijo agarrándome de la muñeca con fuerza a lo que me safé con dificultad.

-Tú no mereces ser el padre del hijo que espero-dije sin pensármelo y que me arrepentí.

Él se quedó inmóbil asimilando mis palabras a lo que dijo después.

-¿Y esperas que me crea que el hijo es mío?

-¡Lo es!- sentía que todo se me revolvía.

-A saber con cuantos más te habrás revolcado y me echas el problema a mí.

No aguanté más y le di una bofetada.

-Pues vale... ¡No es tu hijo!

Dije eso y me fui con mi dignidad por lo suelos, el corazón roto,un hijo en mi vientre y un futuro sin rumbo y muy negro.

Siempre fuiste túWhere stories live. Discover now