Capítulo 4

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¿Mundo cruel...? O tal vez Karma que me quiere destruir...

No lo entiendo, de verdad que no lo entiendo. Hace nada era una chica que tenia la esperanza de ser algo en la vida, de conseguir al chico deseado ¿y ahora? Ahora estoy embarazada, el IDIOTA del chico que estoy enamorada no me corresponde como padre y mi familia en fin...

-¿¡Algo más tienes para mí?!-grité al cielo y sí en medio de la calle y sí todo el mundo me miró.

-Lucy tranquilízate-dijo Lara alarmada.

No me importaba que mi amiga sintiera vergüenza, no me importaba que todo el mundo piense que estoy loca. Al paso que voy seguro que me volveré loca de verdad.

-Lara, no me digas que me tranquilice porque no lo haré. ¡No lo haré! Me acaban de humillar, de romperme el corazón ¿y a ti lo único que te interesa es la gente?

-Yo no...-dijo Lara mirando hacia abajo.

-Déjalo me voy-dije y me fui corriendo cruzando la carretera sin mirar el semáforo a lo que un coche iba directo hacia a mi.

Me quedé paralizada. Fin. Adiós mundo cruel. Escuché de lejos el grito de Lara. Parecía que alguien había echo que el tiempo vaya más lento. De momento alguien me había cogido la mano y me arrastró hacia la otra acera.

Estaba deshorientada. Habia pensado que sería mi último dia. Pero la persona que había delante de mí que no tenía el valor de ver quien era, me había salvado.

-¿Estás bien?-me preguntó una voz masculina.

Bien. Hombre tenía que ser. Intenté que mi rostro no se notara el fastidio. Alcé a la vista y vi a un chico con ojos verdes, pelo rubio corto y de complexión delgada. Un Brad Pitt vamos. Mierda! Estaba bueno. ¡Oh venga ya!

-Sí-dije seria.

-De nada eh-dijo él también con seriedad.

No debía pagar con él mi enfado y mucho menos cuando me había salvado la vida.

-Perdón.

-En fin... La próxima vez mira por donde vas y vigila ese mal genio.

¿Perdón?

-Yo no tengo porque...-empecé a decirle cuando escuché la voz de Lara que venia hacia aquí a lo que me giré para verla y me abrazó.

-¡Por Dios Lucy! ¿Estás bien? -me miró de arriba a abajo.

-Sí, sí, en verdad este chico...

-¿El que se acaba de ir?-me preguntó ella.

Me giré y en efecto no estaba. Vaya... Que extraño.

-Esto... bah déjalo-dije. No le di más importancia al fin y al cabo quien sabe si me lo iba a volver a cruzar en la vida.

Nos fuímos a mi casa que estáen un barrio al centro de Londres y por suerte no había nadie. Lara con su familia vivian dos pisos más arriba que yo.

Me dejé caer en el sofá escondiendo mi cara en mis manos. En eso tocaron la puerta a lo que escuché que Lara fue a abrirla y escuché unas ruedas y el grito de Ian como no...

-¿Se puede saber en qué pensabas?

Se acabó. Me levanté de golpe y me dirigí hacia él dispuesta a darle una bofetada pero me detuvo la mano.

-Para, para- dijo él que me miraba con una ceja fruncida.

-Ya estoy harta que todo sea mi culpa-dije entre lágrimas- me acaba de dejar el hombre que amo y comprobando que es un completo idiota así que no necesito más. ¡Por favor!

-Está bien tranquila-dijo Ian.

-Lo estaré cuando aborte-dije.
Silencio. Me miraron como una asesina, bueno no sería la primera vez que alguien abortara y así todo se solucionaría.

-No lo dirás enserio-dijo Lara.

-Lo he estado pensando y es la mejor solución.

-Claro que sí y después atracas un banco-dijo Ian sarcásticamente.

-Ajá ¿y que se supone que debo hacer?

-Primero que todo pensar. Y segundo tengo una solución creo-dijo Ian al parecer con miedo.

Lara y yo lo miramos curiosas.

-Presentarás al padre del niño.

-No creo que James...-empecé a decirle.

-No hablaba de James... Hablaba-suspiró- de mí.
¿Qué?

-¿Qué tú qué?-preguntó Lara.

-Que me haré pasar por el padre del niño... Si tú quieres.

Siempre fuiste túWhere stories live. Discover now