Siempre fuiste tú

Capítulo 8

Narra Ian

Dios mio, ¿que tonto, idiota he sido!

Supuestamente las iba a vigilar pero nada más llegar y que me diera cuenta, las perdí de vista ¡dichosas hormonas andantes!

Las tenía que encontrar como fuese y lo más rápido que pudiese antes que algún chico quisiera... Vale Ian tranquízate.

Tampoco es que se fuesen a emborrachar y quien sabe si un tipo las... ¡debo encontrarlas!

Hacía mucho ruido en esa casa que se había convertido en una discoteca.

Veamos... ¿cómo encontrar a dos chicas con las hormonas disparadas?

Estaba buscándolas cuando vi a Gwen mi... ex. En vaya momento se cruza en mi camino.

Intenté pasar desapercibido pero no dio resultado. Vino a mí con una sonrisa triste. A mí no me engaña, eso le pasa por acostarse con ese... Me enteré por un amigo y cuando se lo pregunté a Gwen no lo negó solo me pedía disculpas.

-Hola Ian...-me dijo ella y quiso abrazarme pero le puse las manos y la aparté.

-Gwen-dije secamente.

-Necesito hablar contigo por favor.

-No-dije y me dispuse a irme.

-¿Qué tantas prisas tienes?-preguntó molesta.

-¿A ti qué te importa? Ve con ese tipo que te... baje los humos.

-¡Basta! Te he pedido perdón muchas veces y no se que hacer.

-Me voy, tengo que hacer una cosa.

-¿¡Te vas a buscar a tu novia!? ¡Seguro que es alguna zorra...!

-¡No llames así a Lucy!-grité de repente.

No lo he dicho, no lo he dicho, no lo he dicho.

-¿Lucy?-preguntó ella.

-¿Eh? Yo... Me voy-dije y me fui antes de que dijera algo.

No se que me pasaba con Lucy solo era mi hermana pequeña.

Mi hermana pequeña.

Mi hermana pequeña.

Sí eso.

Las estuve buscando durante un tiempo y cuando estaba a punto de perder la paciencia vi a Lara riendo con un chico. Cuando me vio vi que

su cara se volvió más blanca que un papel. Fui lo más deprisa que pude a ella.

-¡Lara! ¡Te la vas a cargar! ¡Vas a estar encerrada de por vida!

-Espera... Yo no...

-¿Dónde está Lucy?-no  la veia por allí.

-Eh... ¿no está por aquí?

Genial. No sabía donde estaba.

-Te quedas aquí-dije a Lara en tono amenazador.-Y tú-le dije al chico que estaba a su lado- a 100 metros.

Después de eso me fui a buscar a Lucy.

Fui al piso de arriba donde estaban las habitaciones a revisar una por una pero de que la iba a  encontrar, ¡la iba a encontrar!

Primera habitación... una pareja que se asustaron al abrir la puerta. No había ni rastro de Lucy.

Segunda habitación...  na... ¡espera! Lucy, estaba... estaba. Y el chico estaba encima.

Oh no. Eso sí que no. Cogí al chico que estaba encima y lo tiré al suelo. -¡Largo de aquí!-chillé.

El chico que recuperó el sentido lo miró sorprendido.

-¡Eh tio relájate! No le estaba haciendo nada que ella no quisiese-dijo él y yo no lo aguanté y le di un puñetazo que le hizo sangrar la boca.

-¡Estás loco!-dijo y se levantó para irse a toda prisa.

Yo me acerqué a Lucu que se había levantado y ahora estabaa sentado en la cama. Parecía desorientada o... borracha.

-¿Lucy?

-¿Eh?

-Lucy, vuelve en sí. Te he estado buscando todo el rato y con lo que me encuentro es a ti a punto de liarte con ese poco para nada y encima borracha.

-¡No estoy borracha!-veia que su cabeza no se mantenia quieta e iba de un lado a otro.

-¡Mareada lo que sea! ¡Pero has bebido! ¡Nos vamos!-dije agarrándola de la mano y jalándola suavemente a lo que ella me jaló más fuerte y perdí el equilibrio, cayendo sobre ella. Ahogué una maldición.  Ella comenzó a reir. A mi no me hacía ninguna gracia. Estaba frente a ella y nuestros rostros se rozaban. ¡Controla tus malditas hormonas Ian!

-Lucy... quieta-dije ya que ella no paraba de acariciarme la cara riendo.

-Ian, Ian mi querido hermano mayor.

-Como tu hermano mayor te ordeno que pares-dije y me aparté de ella y me fui a recostar en la pared. Piensa con madurez Ian.

-Vamos... Nadie se va a enterar.

-¿De que?

-De que estamos en una habitación a solas y que lo hemos echo-dijo con una sonrisa pícara.

¿Cómo? Yo no iba... Vamos que yo ni siquiera la iba a besar. Mentiroso. Cállate conciencia.

-Yo no iba  a hacer nada-dije al fin.

Ella dejó de sonreir.

-Vaya que desilución.

-Lucy. Ya basta de hacer esta broma pesada.

Vi que abría los ojos como platos.

-¿Crees que lo digo en broma? Puede que esté mareada pero en verdad quiero que... que me beses.

No lo ha dicho. Venga ya. Era una niña. Con curvas, con una boca tentadora , con... ¡Basta Ian!

-Lucy...

-¡Déjame explicarte! Se que aun así no cambiaran las cosas.

Me quedé callado con el temor de lo que iba a decirme.

-Yo.... Yo siempre estuve y estoy enamoradade ti. Sé que solo me ves como tu hermana pequeña y que mis esperanzas de que te fijes en mi son nulas. Yo solo queria seguir en esta vida sabiendo que tú ya estabaa enterado de cuales son mis sentimientos. Me conformo con eso-se secó sus lágrimas y me sonrió,una sonrisa que me partió el alma y agachó la mirada.

Lo juro y lo perjuro que quien hizo los movimientos siguientes en mi cuerpo no fui yo. Yo no habría ido a allí y... y le hubiera levantado la cabeza y.... la hubiese besado.

¡Mierda Ian detente!

¿Por que mi cuerpo no hacia caso a mi cabeza?

Al principio fue un beso lento, dudoso. Atraje a Lucy un poco más a mi y rodee mis manos en su cintura. Quería determe pero a la vez quería más. Mucho...más. Sí. La separé un poco para tomar aire y vi que sus ojos brillaban y antes de que mi razón volviese a mí, la volví a besar esta vez con más ansiedad, con más anhelo. No quería acabar. No ahora.

La tumbé en la cama sin dejar de besarla.

Debo detenerme.

Dejé de besarla en la boca y concentrándome en su cuello dando pequeños besos.

Debo detenerme.

Empecé a levantarle la falda lentamente mientras le daba pequeños masajes en las piernas a lo que ella emitió un pequeño suspiro.

Debo detenerme ahora. No... no puedo.

Entonces escuchamos la voz de Lara quien había subido a buscarnos. Y yo que le había dicho que se quedara allí donde estaba.

Nos separamos bruscamente y la vi con las mejillas rosadas. Vimos que la puerta se abría bruscamente entrando Lara y saliendo a la vez los sucesos ocurridos allí y que no saldría de la boca de los dos nunca y que jamás volvería ocurrir. Eso era la verdad. La cruda realidad.

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Siento mucho haber tardado mas de lo debidoo iguaal espero que os haya gustadoo!! Besooos