Capítulo 18

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Narra Ian

-¿Sabes chico? Nunca pensé que nos encontraríamos en esta situación-dijo el hombre mientras conducía.

Les dije que me llevaran a la comisaría que estaba cerca de casa. No quería presentarme en casa ya que si Gwen y su cómplice se habían dado cuenta de que ya no estaba, lo más seguro es que estarían de camino. Por lo que necesitaba protección policial o algo para mi familia y para él.

-Bueno algo interesante nos tiene que pasar. Que me aburre estar siempre mirando tu cara-dijo la mujer.

-No la mires si no quieres. Puedes mirar el paisaje que mira, justo por allí está tu familia-dijo en tono burlón.

Pasamos por un lugar donde había pastos y un rebaño de cabras, haciendo que intentara aguantar la risa.

-¡Vaya mi suegra y tus tías!-exclamó la mujer.

Andrew y Jane Mon eran una pareja muy divertida y muy habladora que me hacían el viaje muy llevadero.

Llegamos a comisaria después de unos 45 minutos ya que donde me tuvieron secuestrado era un lugar muy apartado.

El señor Andrew tuvo que llevarme en brazos y por suerte era bastante fuerte y por lo que he notado había perdido peso. Entramos allí y dije que era Ian Miller, que había sido secuestrado. Me hicieron sentarme en un sillón y al poco rato vino un agente quien me miró sorprendido y a la vez parecía contento.

-¿Ian Miller?-me preguntó y asentí.- Vaya ¿cómo...?

-En verdad ha sido gracias a estas personas.

-Oh pero no es nada. Lo hemos hecho porque era nuestro deber y además no podíamos dejarlo allí,pobre-dijo la señora Jane.

-Tenemos que tomarle declaración a todos ustedes. Verán señores...

-Mon. Jane y Andrew Mon-dijo el señor.

-Señores Mon. Lo que ustedes han visto es crucial para la investigación y poder enmascarar a los culpables.

-Oh claro cielo, lo que tú digas. Pero un momento, voy a comprar comida que estais muy desnutridos. Que seas policía no significa que estés en los huesos.-dijo la señora al policia quien se puso muy rojo.

-Eh... señora no hace falta. Ya he comido-dijo el policia claramente incómodo.

-¿Y dejar que parezcas como si no hubieses comido en 1 año? ¡De eso nada!

-Pero mujer ya te ha dicho que no quiere-dijo el señor Andrew mirando a su mujer con reproche.

-Además aquí no se puede comer-dijo el policia.

-Sales fuera. No se diga más-dijo y sin más se fue. Los 3 nos miramos los unos a los otros.

-Ay esta mujer un día de estos va a hacer que me de algo.

No le discutimos eso ya que era verdad. Ten una mujer así y no te aburres seguro.

El policia Logan Thomas era un chico de unos 25 años de ojos marrones, tez morena,alto y de contextura delgada que llevaba el uniforme bien planchado y puesto.

Me llevó a un cuarto y también vino con nosotros el señor Andrew,no sin antes llamar a mi familia para que sepan que estaba aquí. Eso me puso muy contento y nervioso ya que no sabía que tanto habían cambiado las cosas desde que no estaba.

En ese cuarto nos hizo varias preguntas, a mí todo sobre que había pasado en ese lugar y al señor Andrew que como era el lugar en donde me habían encontrado. Todo valía.

-Verá... hay otra cosa-dije incómodo. No me gustaba acusar a Gwen ya que en su tiempo la llegué a querer aunque no tanto como a Lucy, pero tenía que saldar cuentas.

-Usted dirá-dijo el policia.

-Una de mis raptores era... Gwen Laving una ex novia que tuve hace tiempo.

-¿Está usted seguro?-preguntó sin inmutarse.

-Por supuesto.

Alrededor de media hora estuvieron tomando declaración. Hasta que al final vino alguien a avisarnos que habían llegado mi familia.

Dijo que lo hagan pasar y con el corazón latiéndome a mil por hora giré mi tronco para encontrarme con Lara y Lucy. Esta última con bastante avanzando su embarazo. Al verme y con lágrimas en los ojos fue a abrazarme tan y tan fuerte que pensé que no me soltaria nunca más y yo... yo tampoco quería soltarla nunca más y se lo hice saber estrechándole muy fuerte entre mis brazos.

-Que estoy bien, vale ya-dije ya puesto en mi silla de ruedas que tanto había extrañado. En realidad me dolía la columna y la cadera por haber estado esos 6 meses sin silla de ruedas.

-¡Que no! Y por tu bien se bueno que si no... tendrá graves consencuencias-dijo Lara.

Mi madre estaba trabajando mientras les avisaron por lo que aunque quisiera no le permitian salir y por ello estaba que echaba humo.

Los señores Mon deapués de tomar declaración y de darles las gracias nos pidieron nuestros teléfonos ya que: "tenían que cuidarme".

-Solo tienes que descansar y punto-dijo Lucy.

-Está bien... de verdad que esto es peor que una carcel-dije burlón.

Error. Lara me lanzó una almohada y acto seguido fue Lucy que no pude esquivar ninguna de las dos.

-¡Eh! ¡No os paseis!

-¡Tú tampoco!-dijeron al unisono las dos.

Sonreí. Hogar... dulce hogar.

Siempre fuiste túWhere stories live. Discover now