Reconciliación.

1.7K 240 3
                                    

Capítulo 21

Reconciliación

Una vez que todos recuperaron la calma ante el repentino desmayo del cumpleañero, este buscó un momento para estar a solas con su hermano.

—Debo ir con Abel— musitó el futbolista; el otro lo miró sorprendido, luego comprendió, sonrió y le contestó; —hermanito, que bueno que regresaste

—Es importante— frunció el ceño, ignorando lo último, no sabía a qué se refería exactamente con "regresaste" pero lo intuía..

—¿Pues qué estás esperando?— le golpeó el hombro.

Asintió antes de suspirar; luego anunció a todos los presentes que se retiraría.

—Pero Renata y Sulema han venido desde lejos— lo reprendió su padre, —esto es algo significativo en tu vida.

—Lo sé, y lo siento; pero hay algo que es sumamente urgente.

—¡Cristian Krell!— Aaron alzó la voz; pero en ese instante su hermana menor lo tomó del antebrazo; —déjalo; está bien— dijo suavemente.

—No, no está bien; ustedes...

—Permite que se vaya; lo que tenga que hacer ya dijo que es urgente

—Esto también lo es— debatió el hombre.

Ella negó con la cabeza, —esto es importante, muy importante; mas no urgente; deja que se vaya—; él la miró por unos segundos; luego relajó su gesto, —está bien.

—Gracias— dijo Cristian; aún con todo lo que le habían relatado no pudo evitar llamarla de manera tan informal, era por costumbre; luego miró a Sulema; —prometo que luego jugaremos— le dijo.

—¿Jugar?— la chica ladeó el rostro confundida.

—Sí. ¿No es lo que hacen las niñas?— exclamó sin ánimos de ofender, pensó que las personas de su edad a eso se dedicaban, aunque en realidad no sabía cuanto años tenía exactmante. Se acercó a su madre y besó rápidamente su frente; —me tengo que ir— volvió a decir y se apresuró para salir por la puerta.

Debemos ir con él— Rafael escuchó la voz de Ximena en su cabeza.

—¿Qué? ¿Por qué?— cuestionó mentalmente.

Porque no dejaran que entre así como así a casa de Abel, él es un total desconocido; además no sabemos qué pueda hacer; si revela quién es los Yang lo obligarán a que regrese por algún portal— explicó.

De inmediato Rafael comprendió, debía ir a apoyarlo al igual de que podría ser hora de que se acercara a los Yang, ya que ellos eran los que poseían los talismanes.

**

¿Cómo se le ocurría a Ariel insinuar algo como eso?

Con el gesto endurecido, Uriel caminaba presuroso a su destino; estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se percató del momento en el cual sus pies se detuvieron frente a la entrada. Tocó.

—¿Uriel?— Brenda fue quien atendió, —no pensé que regresaras tan pronto.

—Yo... en verdad estoy preocupado por ellos.

Hubo un breve silencio, parecía como si ella no quisiera que estuviera allí, pero al final le indicó que pasara.

—¿Cómo está Ricardo?— preguntó al seguirla hasta el vestíbulo.

—Aún no quiere salir de ese lugar y tampoco quiere recibir visitas, aunque sé que la tuya lo animará.

—Sólo han pasado algunas horas; dale un poco más de tiempo— se aventuró a decir con el temor de que Brenda le reprochara algo por dar a entender que él conocía mejor a Ricardo, sin embargo, la chica sólo suspiró y luego dijo, —lo único bueno es que Abel parece mejorar.

Medianoche. (GDV 01)Where stories live. Discover now