Capítulo 42

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Narra Fred

*1 mes después*

-¡Vamos niños! ¡Tenemos que ir al Callejón Diagón!

Poniéndome los zapatos a todo correr, bajo por las escaleras con George pisándome los talones.

No nos caemos de puro milagro.

Nuestros hermanos ya están pasando por la red flu. Rápidamente cogemos un puñado del cuenco de mi madre, que pega un grito sorprendida:

-¡Callejón Diagón!-decimos a la vez

En lo que se tarda en parpadear, ya estamos en frente del Caldero Chorreante.

Emily ha mantenido bastante bien la correspondencia con nosotros este verano. Ha sido divertido, y cada vez me cuesta menos hacerme a la idea de que no está aquí, porque al menos parece muy feliz allí.

Después de comer y de visitar la tienda de animales (a Ginny le encanta ir allí a acariciarlos, aunque no nos llevemos ninguno) George y yo vemos un gran edificio que parece abandonado.

Es muy alto, y visible, ya que se encuentra en la bifurcación principal de la calle. Le echo una mirada cómplice a mi gemelo:

-¿Este?

El asiente muy contento:

-Este, es perfecto.

No necesitamos decir más para entender de lo que estamos hablando. Este edificio será nuestra tienda en un futuro.

Nos ponemos a hablar sobre ideas de cómo colocaremos los productos, y nuestra familia rueda los ojos. Llevamos así de pesados desde como mínimo todo el año pasado.

Al menos en Hogwarts, nuestros productos son un éxito. Estamos muy emocionados con poder abrir una tienda cuanto antes. Puede que no seamos los más "prestigiosos" de nuestra familia, pero es nuestro sueño, y lo conseguiremos como sea.

Después de mucho tiempo, Molly ha dicho que necesitamos túnicas nuevas, así que nos hacen unas en la tienda.

Hemos crecido tanto este año que ya las de mi hermano Charlie (que siempre fue el más alto) nos llegan a la mitad de la espinilla.

No nos gusta demasiado que mamá gaste dinero en nosotros, porque sabemos que no sobra. Ella es perfectamente consciente de lo que pensamos al respecto:

-Ya lo sé chicos, pero no vais a volver a la escuela con una túnica que os queda treinta centímetros más pequeña de lo que debería.-nos dice sonriendo.

Río con cariño y meneo la cabeza, mi madre nunca cambiará. Entonces un pensamiento viene a mi cabeza:

-¿En Bulgaria habrá algo como el Callejón Diagón?

Mis hermanos se encogen de hombros, pero entonces es mi padre quien habla:

-Por lo que tengo entendido, Bulgaria al ser un sitio bastante frío, además de solitario, tienen un gran terreno lleno de tiendas cubiertas, pero creo que se parece más a un centro comercial que al callejón.

-Nada superará nunca esto.-dice Ginny.

-Si, el Callejón Diagón es único.-admite Ron.

Ya toda la familia está acostumbrada a que de vez en cuando suelte preguntas así. A veces hasta me cuestiono si soy el único que la añora... aunque sé que eso es algo estúpido por mi parte, porque es como si también fuera una Weasley.

Narra Emily

-¡¡¡Por Merlín!!! ¡¡¡Esto es impresionante!!!

Digo en cuanto entramos en Magical. Está lleno de tiendas de las que nunca había oído. Meg se ríe:

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Where stories live. Discover now