Capítulo 71

4.3K 357 16
                                    

-¡¡Estáis locos!! ¿¡Por qué habéis hecho eso!?

Miro alterada el lugar en el que me encuentro. Es una casa pequeña, pero iluminada de manera acogedora:

-Créeme, estabas en peligro -dice George.

-Aquí estarás a salvo -afirma Bill.

De repente, una señora un poco más baja que yo y aspecto cariñoso entra en la habitación:

-¡Oh por Merlín! ¡Emily, cariño!

Inmediatamente viene y me da un abrazo:

-¿Dónde estabas? Todos han estado muy preocupados por ti este mes.

-Mamá...

-¿Qué? -pregunta la mujer con inocencia.

-Esto... ha pasado algo -comienza Fred- No recuerda nada.

Sus ojos se llenan de preocupación, llevándose una mano a la boca:

-No puede ser, no te han podido hacer eso cielo...

Levanto las comisuras de mi boca, enternecida:

-Encontraremos la manera de que todo vuelva a la normalidad. Tiene que haber una manera... Oh querida, siéntate, te traeré una taza de té.

Obedezco, todavía confusa:

-¿Quieres oír la verdad sobre ti? -pregunta Fred.

-Eso estaría bien...

Traga saliva, y entre él y su gemelo me cuentan mi vida... Es una situación cuanto menos, curiosa.

Escucho con atención su versión de los hechos, incluso todo nuestro paso por Hogwarts. Sin embargo, no recuerdo ni haberlos visto por los pasillos:

-Y... bueno... tú y yo... -Sus mejillas se vuelven rosadas- Digamos que te quiero mucho.

-Lo verifico -exclama George.

Río notando mis mejillas arder, mientras el chico golpea suavemente a su hermano en el brazo:

-Son muchas cosas que asimilar... -exclamo.

-Lo único que tienes que asimilar ahora, es que mientras estés con nosotros no tendrás nada de lo que preocuparte -dice Bill, que no ha abierto la boca en un buen rato.

Bajo la vista a mis manos:

-En realidad sí... -susurro.

Los tres presentes fruncen el ceño, mientras yo me abrazo a mí misma:

-Me encontrarán... y no sé qué serán capaces de hacer si ese es el caso...

Se miran entre ellos:

-No dejaremos que te vuelvan a hacer daño -dice Fred.

Llevo mi mano a mi estómago... me explicaron antes todo. Lo peor es que tiene sentido... demasiado sentido:

-Nos crees, ¿verdad?

-¡George! ¡No puedes preguntar eso así porque sí! -exclama la señora Weasley entrando con una bandeja llena de pastas, además de la taza de té que me prometió.

La apoya en la pequeña mesa que se encuentra delante mío, y un dulce olor a menta cruza el aire:

-Ahora ya lo sabe todo, dejad que se relaje. Todavía tenéis que explicarme a mí cómo se supone que ha aparecido de la nada.

Sus caras se llenan de terror, y dos de ellos salen de la habitación, mientras que Fred se sienta a mi lado:

-Siempre estaremos de tu parte, pase lo que pase.

-No sé cómo puedes decir eso -sonrío- Ni siquiera sabes si sigo siendo la misma... en caso de que todo esto sea real y no me hayáis secuestrado. 

Una risa escapa de sus labios, y eso de alguna manera hace que me sienta alegre:

-Créeme, sigues siendo la misma.

Sin pensar demasiado en mis actos, le abrazo. Le abrazo con todas mis fuerzas, y él no tarda en corresponderme.

Se escucha un suspiro por su parte. Mi corazón parece detenerse ante esto:

-Debí protegerte... debí haber supuesto que querrían tenerte de su parte... Y ahora no sé si podré tenerte de vuelta.

Aprieto los párpados, notando lágrimas en mis ojos:

-Siempre me tendrás.

-No mientas, por favor.

-No estoy mintiendo -admito.

Nos separamos, y me doy cuenta de que sus ojos también están vidriosos:

-Siempre me tendrás, porque os creo. Son demasiadas coincidencias, demasiadas pruebas, demasiadas historias para que os hayáis inventado algo así.

Abre la boca, visiblemente sorprendido. Entonces Bill y George entran corriendo con intención de llegar a las escaleras... y la señora Weasley va detrás:

-¡¡La hemos rescatado mamá!! ¡¡A saber lo que hubiera pasado si no!! -chilla George.

Fred se tensa ante la situación, y en cuanto la mirada de su madre se posa en él, no tarda en unirse a sus hermanos:

-¡¡Ya os daré yo rescate!! ¿¡Ni siquiera podíais enviar una carta!? ¡¡Semanas de preparación y ni siquiera una lechuza!!

Levanto las comisuras de mi boca al ver en su mano una zapatilla:

-Espera aquí querida, necesito darles una lección a estos hombrecitos. ¿Quién diría que son mayores de edad?

-Hombres -exclamo aguantando la risa.

-Y que lo digas. Hablando de ellos, mi marido puede que llegue en cualquier momento. Si estoy arriba, hazme el favor de resumir un poco todo lo que ha pasado.

Asiento, y ella sube los escalones de madera. Cuando se encuentra fuera de mi campo de visión, comienzo a reír cual foca con problemas.

Desde luego, esta familia es especial en el buen sentido. Creo que no reía tanto desde... ¿nunca? 

Y ahí vuelve mi preocupación. Sí, ahora sé cuál es mi historia... pero ¿no recordarla por ti misma? Eso sí que es horrible...

Como una de las pastas de la bandeja, con intención de animarme un poco. No puedes comer dulces y estar de mal humor, es imposible.

(...)

-¿Queréis que os traiga una bolsa de hielo o algo?

Los tres niegan, y suelto una carcajada mientras acarician sus rojas mejillas. Tienen la silueta de una mano bien marcada:

-Qué divertido, ¿verdad? -suelta George con sarcasmo.

-Oh vamos, no te enfades. Admite que tiene su gracia.

-Sí, la gracia de que no ha conseguido saltarnos los dientes -dice Bill.

-Desde luego no me gustaría tener a vuestra madre de enemiga.

Inmediatamente pienso en lo que he dicho, y por un segundo me lleno la tristeza. Afortunadamente parece que nadie se ha percatado de eso.

Sigo hablando de manera relajada con los chicos, pero otra parte de mí está pensando.

En teoría estoy en el otro bando. Mi padre, Draco, Bellatrix, Lord Voldemort... ¿y si algún día tengo que luchar contra ellos?

No podría matar a Draco, no podría... aunque eso me costara la vida.

Tampoco podría hacer lo contrario, al parecer. Si ahora mismo alguien me obligara a matar a los Weasleys, probablemente tendría unas palabras que oír por mi parte.

Esto me pone en una situación con la que hubiera preferido no tener que lidiar.

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Onde histórias criam vida. Descubra agora